La regla inquebrantable de la Princesa Ana en sus compromisos oficiales

La Familia Real británica atraviesa sus horas más delicadas debido a la enfermedad del Rey Carlos III y Kate Middleton. Con sus bajas, aunque el monarca intenta seguir activo, lo cierto es que todo el peso de la Corona ha recaído en la Reina Camilla, así como en la Princesa Ana. De hecho, era la hermana del Rey de Inglaterra quien acudía a los Juegos Olímpicos de París en representación de la Casa Real.

Es ella la que acumula siempre más apariciones públicas. En 2023, acudió a un total de 457 actos públicos. Esto le ha servido para instaurar una regla sobre sus apariciones y sus acompañantes. Una norma no escrita que para ella es inquebrantable. 

La Princesa Ana siempre ha sido considerada como el miembro "más trabajador" de la Familia Real británica. Es ella quien ha asumido más eventos desde que el Rey Carlos III ha disminuido su actividad debido al cáncer que le ha sido diagnosticado. En sus apariciones públicas, la hermana del monarca siempre trata de mostrar su lado más divertido y humano. Ella misma piensa que es así como puede llegar a empatizar con los ciudadanos. 

Es conocido por todos que los miembros de la Familia Real británica deben seguir un exhaustivo protocolo a la hora de cumplir con sus eventos oficiales. Pero la Princesa Ana siempre va un paso más allá. La tía del Príncipe Guillermo ha impuesto una norma para sus apariciones: siempre debe mostrarse "agradable, brillante y alegre". Y esto se hace extensible para las personas que le acompañan en sus viajes por el Reino Unido y el extranjero.

"En los compromisos oficiales, lo que se necesita es un acompañante. No me sirve de nada si de repente aparece alguien a mi lado por la mañana con cara de muerto y enfurecido", explicó ella misma en su propio documental de 1981, 'Princesa Ana: su vida laboral'. "Cuando salen de viaje, se quedan en una esquina, desanimados y con cara de aburrimiento. Esto no ayuda a nadie y menos a la gente que está al otro lado. Y, por su puesto, a mí tampoco me ayuda nada", expresaba la hermana del ahora Rey de Inglaterra. 

Por eso, la Princesa Ana ha establecido unas normas para cumplir con una conducta correcta de saber estar para todos aquellos que la acompañan a sus citas. Sabe que en muchas ocasiones esto es algo que puede no resultarles fácil, pero tienen que aprender a ser "amables, brillantes y alegres, aunque no haya ganas". 

Sir Timothy Laurence, el fiel escudero de la Princesa Ana

Durante los últimos años, su fiel acompañante es su marido, Sir Timothy Laurence, quien ha cumplido a la perfección con la norma "no escrita" impuesta por la Princesa Ana. Gracias a su devoción y servicio a la Familia Real británica, el exvicealmirante fue recompensado y se le invitó al balcón del Palacio de Buckingham para celebrar el Jubileo de Platino de la Reina Isabel II.

Un acontecimiento único e histórico porque ese lugar tan solo está reservado para miembros de la realeza en activo. "La Reina está feliz de que Timothy Laurence asista como asistente frecuente y apoye a la Princesa en sus compromisos oficiales", anunció en su día la Casa Real. 

La Princesa Ana sufrió una conmoción cerebral

Poco después de conocer los diagnósticos del Rey Carlos III y Kate Middleton, así como la decisión del Príncipe Guillermo de estar de baja para estar junto a su mujer y sus hijos, la Princesa Ana era ingresada de urgencia tras sufrir una conmoción cerebral. 

La hermana del Rey de Inglaterra, uno de los miembros mejor valorados por la población británica, hacía saltar todas las alarmas debido a su estado de salud. En concreto, el hermetismo sobre lo que le había pasado hacía presagiar lo peor. Hasta que el Palacio de Buckingham emitía un comunicado explicando qué había ocurrido.

"La Princesa Real ha sufrido heridas leves y una conmoción cerebral tras un incidente en la finca de Gatcombe Park ayer por la tarde. Su Alteza Real permanece en el Hospital Southmead, Bristol, como medida de precaución en observación, y se espera que se recupere completa y rápidamente", afirmaban. La Princesa Ana conseguía recuperarse en tiempo récord. Eso sí, se veía obligada a parar su actividad para recuperarse. Después, volvía a retomar su agenda oficial y la prensa británica aplaudía el hecho de que pudiera acudir a más eventos que la Reina Camilla, quien es la representación oficial de la Corona debido a la prolongada ausencia de su marido.