El Príncipe Guillermo dejó a todos sorprendidos al aparecer en verano con barba en el vídeo que tanto él como Kate Middleton mandaron para felicitar a los atletas británicos por su desempeño en los Juegos Olímpicos. Una imagen de él que no estábamos acostumbrados a ver y que le valió las críticas de la prensa británica. Sin embargo, con el paso del tiempo, el Príncipe de Gales ha conquistado a casi todos con su nuevo look.
La única que se mostró un poco reticente a su nueva imagen fue su hija, la Princesa Charlotte. El Príncipe Guillermo así lo ha revelado de manera reciente y ha reconocido que tuvo que afeitarse por la reacción que tuvo la pequeña.
"A Charlotte no le gustó la primera vez. En ese momento se le saltaron las lágrimas, así que tuve que afeitarme. Luego me volvió a crecer", llegó a revelar. Lo cierto es que dos semanas después de aparecer con barba, el Príncipe de Gales aparecía sin vello facial en un servicio religioso junto a Kate Middleton cerca de Balmoral.
Una vez que volvió a reanudar su agenda oficial, el Príncipe Guillermo volvió a dejarse crecer la barba y es ya habitual verle con ella. Algo que era impensable tiempo atrás puesto que la Reina Isabel prohibió a todos los varones de su familia, también empleados, que se dejaran barba.
La estricta regla de la Reina Isabel que ha llegado a su fin con el reinado de su hijo
Está claro que el reinado de Carlos III está siendo muy diferente que el de su madre. Él mismo aseguró que la institución iba a pasar por un periodo de transformación y muchas reglas estrictas de la monarca han sido eliminadas tras su muerte.
El desenfadado look del Príncipe Guillermo es prueba de ello. Tiempo atrás su abuela no lo hubiera aprobado, es más, lo hubiera detestado. La Reina Isabel II siempre se mostró muy estricta a la hora de controlar la apariencia de los diversos miembros de la Familia Real británica. En concreto, existía una especie de regla no escrita con la que prohibía a los varones lucir barba, puesto que prefería que estuvieran afeitados. Eso sí, no le importaba que la llevasen cuando estos estuvieran lejos del ojo mediático, bien de expedición o en las Fuerzas Armadas.
Esta norma también era extensible a los trabajadores de Buckingham. "Ni barba ni bigote", llegaron a publicar en su momento. Es probable que esta regla tuviera relación con la estricta prohibición que había en el ejército británico. Los militares tampoco podían tener barba. Sin embargo, ha dejado de estar prohibido a partir de este año.
El Príncipe Harry llegó a revelar en "Spare", su polémica autobiografía, que le tuvo que pedir permiso a su abuela para poder llevar barba durante su boda con Meghan Markle en 2018. La fallecida monarca dijo que sí, pero esto provocó un gran enfado en el Príncipe Guillermo, quien años atrás había hecho la misma petición. En aquel momento, la Reina Isabel II prohibió a su nieto casarse con la ahora Princesa de Gales con barba.
En 2014, el Príncipe Harry dejó crecer su barba durante su expedición a la Antártida y tomó la decisión de no afeitársela en su vuelta a Reino Unido porque quería que su novia de aquel entonces, Cressida Bonas, le viera en persona con su nuevo look. En su día, los diarios británicos aseguraron que esa decisión enfadó mucho a su abuela, que esperaba que se la afeitase lo más pronto posible. Algo sucedió conforme pasaron los días.
El Príncipe Guillermo y cómo ha vivido su "peor año"
El Príncipe Guillermo ha estado junto a Kate Middleton en todo momento. Rara vez se ha separado de ella en medio de su lucha contra el cáncer que le fue diagnosticado a principio de año. La propia Princesa de Gales reconoció que sintió mucho miedo cuando le comunicaron que tenía la enfermedad. También admitió que tanto ella como su familia lo habían pasado verdaderamente mal. Ambos han aprendido a darle importancia a las pequeñas cosas y a vivir en el presente.
De manera reciente, el hijo de Carlos III reconocía que este último año había sido "terrible". "Probablemente, ha sido el año más difícil de mi vida. Tratar de superar todo lo demás y mantener todo en orden ha sido realmente difícil. Pero estoy muy orgulloso de mi mujer, de mi padre, por hacer las cosas que han hecho. Pero desde un punto de vista familiar y personal, ha sido brutal", explicaba.
Kate Middleton ha puesto fin a su tratamiento de quimioterapia, pero sigue luchando para "estar libre de cáncer". Desde su importante comunicado, la Princesa de Gales ha vuelto a la vida pública. Eso sí, poco a poco y siempre siguiendo las recomendaciones de sus médicos.