La primera reaparición de Kate Middleton junto al resto de miembros de la familia real inglesa tras el anuncio del fin de su tratamiento contra el cáncer es la enésima prueba de que la recuperación de la princesa va viento en popa. Esto a pesar de las duras críticas que han surgido en los últimos días por la imagen más "ojerosa" que dejó el regreso de la princesa de Gales a la vida pública.
Tras cerca de un año sin agenda oficial, la mujer del príncipe Guillermo continúa haciendo vida fuera del foco mediático en Adelaide Cottage, donde vive con su marido y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, alejados de la pomposidad de Palacio y el férreo protocolo. Se trata de una pequeña casa de solo cuatro habitaciones que, como ha destapado la prensa internacional, acarrea unos gastos estratosféricos, no aptos, en ningún caso, para cualquier bolsillo.
Las tres casas de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, además de su residencia 'secreta'
No son una pareja normal y la lista de residencias con las que cuentan Kate Middleton y el príncipe de Gales es solo una prueba de este hecho irrefutable. En total, tres oficiales, que incluye un apartamento completamente independiente dentro de los límites del palacio de Kensington, la exclusiva Ammer Hall y la campestre y alejada Adelaide Cottage. Esta última es donde se ha recluido la futura reina de Inglaterra durante su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer que terminó el pasado mes y donde se mantiene desde entonces.
A esto hay que sumar una cuarta vivienda 'secreta', localizada en Gales. Llwynywermod, como se llama la finca, imposible de deletrear, sirve a los príncipes de Gales de refugio cuando quieren escaparse sin sus tres hijos. En los últimos tiempos, desde que la futura reina terminó su tratamiento de quimioterapia, han sido varios los viajes que han materializado a este destino a las afueras del pequeño pueblo de Myddfai, apartado de todo y de todos.
En cuanto a Adelaide Cottage, se trata de una acogedora "casita" en Windsor, situada en un terreno de 2.651 metros cuadrados, muy cerca del colegio Lambrook, donde estudian George, Louis y Charlotte. Fue en 2022 cuando la nuera y el hijo del Rey Carlos III decidieron trasladarse a vivir ahí en busca de un ritmo de vida más pausado para ellos y sus hijos y modesto. Esto después de pasar una temporada en Anmer Hall, en Norfolk, de 10 habitaciones y tantos otros baños, para lo que necesitaban un séquito de trabajadores domésticos que les ayudaran con las tareas del hogar.
La carísima residencia oficial donde viven los príncipes de Gales con sus tres hijos, nada modesta
Adelaide Cottage ofrece al príncipe Guillermo y Kate Middleton una vida mucho más discreta sin prescindir de múltiples comodidades. Al fin y al cabo, estamos hablando de quienes están llamados a ponerse al frente de una de las monarquías más poderosas y ricas que existen. No cuentan con personal que les ayude las 24 horas del día, como sí sucedía en Anmer Hall. Una decisión que tomaron tras el diagnóstico de cáncer de Kate Middleton con el objetivo de blindar su intimidad en su momento más complicado.
Nada relacionado con Adelaide Cottage es barato. Según ha explicado a 'Hello' Sam Williams, de la promotora Garrington Property Finders, la "pequeña" casa unifamiliar de los príncipes de Gales, pequeña según los estándares reales, claro, podría alcanzar fácilmente los 200 millones de euros en el mercado inmobiliario. "El costo de vida allí está en una liga diferente", añade.
En términos de mantenimiento y facturas de servicios tan básicos como la electricidad o el agua, aunque es complicado estimar, el desembolso mensual que estarían realizando Kate Middleton y Guillermo sería estratosférico. Esto por tratarse de una vivienda con casi 200 años de antigüedad.
Las facturas imposibles de asumir por un ciudadano corriente de la residencia oficial de los príncipes de Gales
"Su ubicación rural indica que Adelaide Cottage, probablemente, se calienta originalmente con petróleo. Una casa de este tamaño y antigüedad normalmente consume entre 3.500 y 4.000 litros al año. Los precios del petróleo para calefacción fluctúan, pero a los precios actuales esto les costaría a Kate Middleton y el príncipe Guillermo en torno a los 3.000 euros al año", aclara el experto al citado medio internacional.
A esto hay que sumar los gastos por el mantenimiento que se traduce de preservar un edificio histórico de las características de Adelaide Cottage. "Uno de los mayores costes es garantizar que los edificios se mantengan en pie y fieles a su herencia y, al mismo tiempo, cumplan con los estándares modernos de salud y seguridad. Por ejemplo, actualizar los sistemas de calefacción o instalar sistemas de tuberías modernos, donde cada modificación debe considerarse cuidadosamente", sentencia a la revista la experta en propiedades Claire Carter.