En medio de los rumores que apuntan a un distanciamiento entre el Príncipe Alberto y Charlene de Mónaco, dadas las nulas veces que han aparecido públicamente de forma conjunta en las últimas semanas, la Princesa ha vuelto a pronunciarse. Esta vez, lo ha hecho a través de un medio francés en el que ha abierto su corazón como nunca antes.

Charlene de Mónaco en un acto con sus hijos

Charlene de Mónaco en un acto con sus hijos.

Gtres

En una charla para el medio francés ‘Gala’, Charlene de Mónaco ha hecho referencia a dos de los pilares fundamentales de su vida. Estos son, sin duda alguna, sus dos hijos: Jacques y Gabriella, quienes tienen personalidades “curiosas”: “Las conversaciones que tengo con Jacques y las que tengo con Gabriella son muy diferentes, así como el tiempo que paso con ellos”, ha comentado, para después detallar que “Gabriella es muy curiosa. Le intriga mucho el mundo y la vida en general. Hace muchas preguntas y exige mucha atención”. Sin embargo, su hermano es completamente opuesto: “Es curioso y observador. Más reservado, es naturalmente muy tranquilo”.

El lamento de Charlene de Mónaco por no poder pasar más tiempo con sus hijos: "Es difícil"

Por desgracia, y teniendo en cuenta su papel clave al frente del Principado, a Charlene se le hace prácticamente imposible disfrutar de más tiempo junto a sus dos hijos. Algo que le provoca cierta tristeza: “Es difícil encontrar tiempo para pasar tiempo a solas con ellos”, ha asegurado, pues además considera que disfrutar junto a los pequeños es “esencial cuando eres padre de gemelos”.

Charlene de Mónaco en su último acto.

Charlene de Mónaco en su último acto.

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Sin embargo, en este pequeño fragmento de su entrevista con Gala no ha hecho mención alguna a su marido, el Príncipe Alberto. Algo que no resulta extraño, pues ninguno de ellos se ha dirigido al otro de manera pública en los últimos días, ni parecen tener intención alguna de disipar los rumores que señalan que existe un claro distanciamiento entre ambos. Mientras que el hijo de Grace Kelly viajó a Estados Unidos sin su esposa, ella ha seguido liderando su agenda en solitario con mucha energía y un lenguaje corporal claro y que deja entrever muchos de sus pensamientos.

Los gestos que delataron la tristeza de la mujer del Príncipe Alberto en su última aparición pública

Hace apenas unas horas, una experta en lenguaje corporal y comunicación hablaba con ‘Bunte’ sobrelos gestos de Charlene de Mónaco en su última aparición pública, en la que se esperaba que estuviera también presente Alberto de Mónaco. El Príncipe no se dejó ver por allí, pero su mujer se enfrentó a la situación en solitario con una serie de gestos que no pasaban desapercibidos para Sascha Morgenstern.

Tal y como la profesional ha indicado al medio citado, y aunque la Princesa intentó dar una imagen de seguridad con un look blanco y negro y el pelo más largo de lo habitual, no fue suficiente, pues “no parecía estar del todo centrada en el asunto ni a gusto”: “En la imagen, se ve a Charlene que se sienta en medio de varios niños mientras sostiene una pelota de rugby y sujeta a uno de los menores sobre su regazo. Aunque esté en el medio de la escena, no existe una conexión real”, asegura la experta, demostrando así que, quizá, la mujer de Alberto de Mónaco tenía la cabeza en otra parte: “La Princesa parece fría y distante”, continuaba.

Algo en lo que muchos de sus seguidores coinciden, y ahora también Sascha Morgenstern, es que la Princesa Charlene acumula una gran tristeza que, por mucho que intente ocultar, sus gestos delatan: “La sensación que traslada la mujer del Príncipe se ve reforzada por sus expresiones faciales. Cuando sonríe, sus ojos no ríen. Todo su rostro parece como si la Princesa Charlene no participara en lo que estaba sucediendo. La alegría de estar entre niños y celebrar algo con ellos no se refleja en absoluto en la imagen que traslada. El espectador puede preguntarse si a la esposa del Príncipe Alberto de Mónaco le pasa algo”, concluye la experta.

Podría decirse que el comienzo de esta decadencia por parte de Charlene de Mónaco tuvo lugar en 2021. Desde ese año, la consorte monegasca apenas se deja ver en actos institucionales, y cuando lo hace, su tristeza no pasa inadvertida para nadie: “Está rodeada de gente, tiene sus propios trabajadores a su servicio, pero está completamente sola y, en gran medida, muy protegida”, señalaron desde ‘Bunte’ este verano.

Teniendo en cuenta que cada vez llama más la atención el estado anímico de la Princesa, desde la Casa Real monegasca han tratado de impulsar su imagen al máximo con el objetivo de disipar cualquier rumor. Pero ni eso ha sido suficiente, pues cada vez son más los medios que creen fielmente que la Princesa no tiene en quién confiar plenamente, pues los miembros de la realeza del Principado no parecen ser personas con las que se desahogue a menudo.