La Familia Real noruega no pasa por su mejor momento. Más allá de la polémica de la boda de Marta Luisa con Durek Verrett, el chamán de las estrellas, los continuos escándalos que está protagonizando Marius Borg Høiby, el primogénito de Mette-Marit, les están poniendo a todos contra las cuerdas. Especialmente, al Príncipe Haakon y a su mujer, quienes se enfrentan diariamente al escrutinio público. Lejos de calmarse las aguas, el hijo del Rey Harald está siendo víctima de los continuos ataques y cuestionamientos de la prensa del país. ¿El motivo? Su actitud ante lo que está pasando con su hijastro.
Cuando se conoció la primera detención de Marius Borg Høiby, el Príncipe heredero Haakon rompía su silencio durante su paso por los Juegos Olímpicos de París y calificaba lo ocurrido como un "asunto grave". No obstante, se limitaba a quedarse ahí y no entrar a seguir hablando del tema. Conforme han pasado los días, su postura es la misma.
Esta actitud ha chocado por completo a la prensa noruega. En concreto, los medios del país indican que no entiende que llegados a este punto, cuando se ha producido una segunda detención, ni él ni su mujer, Mette-Marit, se hayan pronunciado. Es más, el hijo del Rey Harald se reencontraba con los periodistas en una reciente visita oficial a una fábrica de chocolate. "Ahora se han ampliado los cargos, ¿cómo ve la gravedad del asunto?", le preguntaban.
"No creo que sea el momento ni el lugar para decir más sobre esto", respondía el Príncipe Haakon, tal y como recoge 'TV2 Norge'. Unas declaraciones que no han convencido a los periodista del país. De hecho, han cuestionado su postura después de que él mismo reconociera a los medios que "el caso puede tener un impacto en la confianza de los noruegos en la Casa Real".
La preocupación del Príncipe Haakon por la opinión de los noruegos
El Príncipe Haakon también aseveró en su momento que tenían plena confianza en la policía y volvió a poner sobre la mesa su preocupación por la visión de los ciudadanos sobre la monarquía. "Todas estas cuestiones tienen un impacto en la forma de pensar de la gente. De la misma manera, el debate sobre la monarquía es algo que seguimos, pero creo que es mejor que otros comenten", explicó en su momento.
Ahora, la prensa noruega vuelve a poner sobre la mesa estas declaraciones y cuestionan al Príncipe heredero por no dar un paso al frente y pronunciarse sobre las acusaciones que se están vertiendo sobre su hijastro. Por otro lado, hay que recordar que su mujer, Mette-Marit, sigue los pasos del hijo del Rey Harald. Aunque fue un paso más allá e hizo una sonada petición a los medios de su país. "Por respeto a todos los implicados, incluido Marius, no quiero decir nada más sobre ese asunto. Les pido su compresión al respecto, por el momento", expresó.
A la espera de ver cuáles serán sus próximos movimientos, lo cierto es que los periodistas del país sí que aplauden que haya intentado ser transparentes en su momento, a pesar de que luego no quisieran entrar a hacer valoraciones. De hecho, siempre reconocieron que eran conocedores de los hechos, que estaban al tanto de lo que estaba ocurriendo.
La policía amplía los cargos contra Marius Borg Høiby
Días después de ser puesto en libertad, el hijo mayor de Mette-Marit volvía a ser detenido en una cabaña en Skeikampen por saltarse la orden de alejamiento que le había interpuesto una de sus exparejas. La policía ha ampliado los cargos que hay sobre él y ahora está acusado de violencia contra dos exnovias, Juliane Snekkestad (29) y Nora Haukland (27).
El hijo de Mette-Marit también ha tenido que asumir los costes de los desperfectos que provocó en el piso de su expareja, en Oslo. De hecho, en la demanda de la víctima se incluye que Marius deberá pagar por los daños en la pared y la lámpara de araña que rompió. Así como de los gastos que asumió el propietario al contratar una empresa de limpieza. La suma total asciende a unas 300.000 coronas noruegas (cerca de 25.500 euros).
Por el momento, el hijo de Mette-Marit no se ha pronunciado sobre su segunda detención. Sí lo hizo con la primera a través de un comunicado en el que admitía haber agredido a la joven bajo los efectos del alcohol y las drogas. También reconocía arrastrar varios problemas mentales desde que era joven. "Tengo varias enfermedades mentales que hacen que a lo largo de mi infancia y mi vida adulta haya tenido y siga teniendo problemas. He luchado con el abuso de sustancias durante mucho tiempo, por lo que he estado en tratamiento anteriormente", llegó a contar. Por otro lado, también hay que mencionar que la Princesa heredera se puso en contacto con la víctima para intentar mitigar los efectos negativos en la corona.