Tras el último gran susto por la seguridad de Amalia de Holanda, la heredera al trono de Países Bajos vuelve a estar en el punto de mira. Esta vez por su lujosa y exclusiva vida que la sitúa como uno de los miembros de la realeza más afortunados del panorama europeo. 

Esto a pesar de los peligros que han rodeado su día a día en los últimos años tras destaparse los planes para secuestrarla por parte de una peligrosa banda organizada dedicada al narcotráfico. Unas amenazas que la obligaron a trasladarse a vivir a Madrid bajo la protección de los Reyes Felipe y Letizia. De vuelta en Ámsterdam, la hija de Guillermo y Máxima de Holanda se procura una existencia digna de una princesa

Los peligros que han rodeado los últimos años de Amalia de Holanda

Muy a su pesar, Amalia de Holanda se ha convertido en una de las herederas europeas que más atención ha acaparado en los últimos años por su delicada situación en relación con su seguridad. Hay que remontarse al verano de 2021 cuando se conoció que la hija de Máxima y Guillermo de Holanda estaba en el punto de mira de una importante banda del crimen organizado que planeaba su secuestro. La amenaza provocó que la casa real holandesa actuara con contundencia y decidiera mandar a la joven, que ahora tiene 20 años, a vivir a Madrid de incógnito, confiando en la protección de la familia real española, con Felipe VI a la cabeza.

A esto hay que sumar una serie de 'sustos' que han tenido lugar en los últimos meses que, una vez más, han reabierto el debate en torno a la integridad de la princesa. El primero tuvo que ver con un altercado cerca de su apartamento, cuando los guardaespaldas de Amalia de Holanda dieron la voz de alarma por la presencia de "hombres sospechosos". Semanas después, se organizó un fuerte dispositivo policial para detener a un grupo de hombres que, supuestamente, perseguían su coche. Aunque todo se debió a un error, el miedo a un posible secuestro volvió a repuntar con fuerza. 

Amalia de Holanda

Amalia de Holanda en una foto oficial por su 18º cumpleaños. 

Gtres

Joyas, viajes por el mundo y una asignación de cuatro cifras: la idílica vida de la heredera de Países Bajos

A pesar de estos episodios traumáticos, Amalia de Holanda puede presumir de grandes hitos en sus cortos 20 años que la han permitido viajar por todo el mundo, tener acceso y lucir joyas costosísimas y recibir un salario millonario no apto para cualquier hijo de vecino, como apunta 'The List'. Aunque se le vienen muchas responsabilidades y deberes futuros como heredera de Guillermo de Holanda, la vida de la princesa es, cuanto menos, de lo más exclusiva. Prueba de ello, la fiesta por todo lo alto que le organizaron por su 18º cumpleaños, allá por 2021.

Su familia contrató a la célebre escritora Claudia de Breiij para escribir una biografía sobre ella en la que la princesa dejó patente su pasión por las joyas y, en especial, las tiaras. "Muéstrame una y sabré de dónde viene. Puedo reconocer todas las tiaras de Europa. Solía ​​ponerme las de mi madre y también sus joyas. Cuando era muy pequeña y ella se estaba preparando para una cena importante, gritaba por la casa: 'Amalia, ¿dónde está mi anillo?', confesó en el citado libro. 

Entre sus aficiones, Amalia de Holanda practica la equitación y el esquí, como 'royal' que se precie, y le apasiona cantar. Justo después del colegio, pudo dedicarse en cuerpo y alma a sus tres hobbies (y a tantos otros), ya que se tomó un año sabático antes de comenzar sus estudios universitarios. Un tiempo que le permitió viajar por el mundo y conocer diferentes culturas con todas las comodidades del caso.

Aunque en un primer momento renunció a su sueldo estatal de algo más de 300.000 euros al año hasta que no terminara su carrera en Política, Economía, Derecho y Psicología en la Universidad de Ámsterdam, la princesa ha cambiado de opinión en los últimos tiempos. Recientemente, mandó una carta al parlamento de su país para exigir los 1,5 millones de euros que "le deben". Una petición muy controvertida que le fue concedida.

La residencia oficial de la hija de Guillermo y Máxima de Holanda: un castillo al alcance de unos pocos

Por si los agasajos que recibe la hija mayor de Máxima de Holanda no fueran suficientes, es de menester extraer que también dispone de su propio Castillo. Mientras los jóvenes de su edad hacen malabares para acceder a un piso alquilado, Amalia de Holanda reside en el palacio Huis ten Bosch, localizado en la ciudad de La Haya, en Países Bajos, al que hay que sumar el apartamento del que dispone en Ámsterdam. La exuberante propiedad fue construida en 1645 y cuenta con amplios terrenos repletos de amplios jardines cuidados al milímetro.

A la futura Reina le gusta reunirse ahí con sus amigos, como confesó en su biografía autorizada, donde ella y su círculo más próximo tienen espacio suficiente para hacer lo que consideren. Tras la última reforma que tuvo lugar en 2018, el precio del palacio de Huis ten Bosch asciende a los casi 63 millones de euros. Se estima que, solo de largo, el impresionante inmueble tiene unos 110 metros, con una extensión de toda la finca de 9.000 metros cuadrados.