Marius Borg Høiby, el hijo mayor de Mette-Marit de Noruega antes de su matrimonio con Haakon,sigue estando en el ojo del huracán después de que fuera detenido el pasado mes de agosto. El joven protagonizó un altercado en su piso de Oslo, en el que agredió a una joven que resultó ser su pareja. A lo largo de estas semanas, se han ido desvelando nuevos detalles sobre este polémico hecho que ha puesto en el punto de mira a la Casa Real noruega. Ahora, se conoce el trato de favor que recibió el hijo de Mette-Marit y que lo vuelve a poner el foco mediático.
El primogénito de la princesa heredera, Mette-Marit, habría recibido un trato preferencial del que se habría beneficiado un año atrás. Al parecer, Marius ya fue advertido por la policía de que algunos de sus amigos estaban siendo investigados por tráfico de drogas, contra toda ética. Así lo ha desvelado la revista noruega Se og Hø, quienes están siguiendo el caso minuto a minuto. Al parecer, las autoridades policiales se habrían saltado las normas para advertir a Marius que su nombre podría aparecer en alguna investigación próxima por la relación que mantiene con sus amigos.
Un trato de favor que no sentaría del todo bien al pueblo noruego, que además de estar muy afectado por el caso de Marius, ahora conoce el trato de favor que las autoridades policiales tuvieron con él. Un trato que muchos apuntan a que vendría por ser hijo de la princesa heredera. Ahora, los príncipes noruegos se ven salpicados por este desagradable asunto que supone un enorme quebradero de cabeza para Mette-Marit.
En septiembre de 2023, la policía acudió a la casa de Marius para ponerle sobre aviso sobre una posible investigación
Al parecer, en septiembre del pasado año, Marius recibió en su piso de Oslo la visita de dos agentes de la brigada criminal para informarle de manera extraoficial que existía una investigación en curso sobre una importante red de traficantes de droga de la que formarían parte algunos de sus amigos más íntimos. Además, como favor excepcional, también le avisaron de que él mismo iba a estar puesto bajo vigilancia para conocer su implicación en el caso.
Un aviso que efectivamente le dieron por ser el hijo de la princesa heredera, pues si bien Marius no forma parte de la familia real noruega, sí que es hijo de la futura reina del país. "No tendríamos esta conversación con todo el mundo, solo lo hacemos porque eres tú", supuestamente le dijo la policía a Marius en esa visita extraoficial.
Ha pasado ya un mes desde su arresto y puesta bajo custodia policial por agresión contra su novia. Sin embargo, ahora el hijo mayor de la princesa noruega también se enfrenta a esta nueva acusación que pone a la Corona noruega en el punto de mira. No es de extrañar que Marius estuviera bajo vigilancia por tráfico de drogas, ya que él mismo admitió su adicción a las mismas, sobre todo a la cocaína, el pasado mes de agosto tras su detención por agredir a la que fuera su novia.
El hijo de Mette-Marit admitió sus problemas con las drogas
"El fin de semana pasado sucedió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí lesiones corporales y destruí objetos en un apartamento en estado de ebriedad tras haber consumido alcohol y cocaína después de una discusión. Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi infancia y de mi vida adulta he tenido y sigo teniendo varios desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio", dijo por aquel entonces.
Además, por si fuera poco, en los últimos días también hemos conocido que el juez que lleva el caso ha dictaminado orden de alejamiento sobre su pareja. Esta orden de alejamiento tendrá una duración de seis meses, por lo que la suspensión tendrá lugar hasta el próximo mes de marzo de 2025. Durante este tiempo, Marius no podrá acercarse a la que fuera su pareja después de que ella lo denunciara por agredirla. Unos hechos que él mismo confesó en el comunicado en el que también habló de su adicción a las drogas.
Las nuevas informaciones sobre Marius y sus preavisos por parte de las autoridades policiales dañan todavía más si cabe la imagen de la corona noruega. Actualmente, están afrontando una crisis, que intentan evitar a golpe de un viaje oficial de tres días al condado de Trøndelag, en el centro del país, que comenzó este 10 de septiembre. El objetivo de este viaje es mejorar su imagen y redirigir la atención de los medios de comunicación hacia las actividades públicas de los miembros de la familia, en lugar del comportamiento de los familiares más directos del núcleo duro de la familia real noruega. Sin embargo, no es una tarea fácil.