Charlene de Mónaco ha hecho saltar todas las alarmas. La princesa del pequeño país vuelve a copar los titulares de la prensa extranjera por su delicada situación, cada vez más evidente, y su preocupante estado anímico. Aunque la mujer de Alberto de Mónaco ha tratado de mostrarse mucho más feliz y unida a su marido en sus últimas apariciones públicas, la pregunta sobre qué le sucede realmente a la princesa consorte cobra cada vez más fuerza.
La soledad de la mujer de Alberto de Mónaco, a pesar de su vida 'idílica'
A Charlene de Mónaco se la ve cada vez más aislada en su pompa de cristal monegasca. Unas informaciones que coinciden con los rumores de crisis que acechan su matrimonio con Alberto II de Mónaco y a pesar de la estrategia que la casa real del país ha puesto a rodar para revertir las especulaciones. "Está rodeada de gente, tiene sus propios trabajadores a su servicio, pero está completamente sola y, en gran medida, muy protegida", apunta 'Bunte'. Desde 2021, la princesa apenas se deja ver en actos institucionales, mucho menos sin la presencia del resto de miembros de la realeza. Y cuando lo hace, su tristeza no pasa desapercibida.
Su cuenta oficial de Instagram ha quedado completamente enmudecida desde hace cerca de tres años, cuando compartió su travesía por Sudáfrica en 2021. Nada se sabe de ella a través de esta plataforma imprescindible en los tiempos que corren para publicitar sus funciones reales. Una ausencia que se podría explicar si en el perfil de la familia real se hicieran eco de sus idas y venidas, como sucede, por ejemplo, con Kate Middleton, que comparte cuenta con su marido, el príncipe Guillermo.
En el caso particular de Charlene de Mónaco, su presencia en las redes de la casa monegasca es residual y siempre en un más que insólito segundo plano. Ella, por su parte, ha optado por mantener un perfil bajo dadas las circunstancias.
La falta de publicidad al papel de Charlene de Mónaco que le estaría pasando factura
"El hermoso mundo de la ilusión de Charlene de Mónaco tiene sus trampas. ¿En quién puede confiar realmente? ¿Con quién habla de sus preocupaciones y miedos sin que el resto del mundo se entere?", se pregunta el citado medio alemán. A la cuñada de Carolina de Mónaco no se le conocen amistades fuertes en los que pueda depositar su confianza o que salgan a dar la cara por ella cuando tiene que afrontar las críticas desde diferentes frentes.
Por ejemplo, cada vez que Nicole Coste, examante del príncipe Alberto (66 años), salta a los medios de comunicación para atacarla con dureza. "No me importa lo que le pase. Todo lo que le sucede es karma", llegó a decir la mujer. El estado anímico de la princesa Charlene preocupa y mucho a los expertos en realeza, que la ven cada vez más distanciada de su marido y de su familia política y poco comprometida con sus funciones institucionales debido a su delicada situación. La soledad de la también cuñada de Estefanía de Mónaco le está pasando factura, no solo a nivel personal, sino también a ojos de la opinión pública del pequeño país.
La última polémica de la cuñada de Carolina de Mónaco que escandaliza a sus conciudadanos
El nombre de Charlene de Mónaco saltó a todos los titulares del principado recientemente por un escándalo que, todavía hoy, sigue coleando con fuerza. No se trata de un tema baladí, en cualquier caso. El excontable de Alberto II y su mano derecha durante dos décadas, Claude Palmero, denunció ciertos "comportamientos sospechosos y gastos de dinero desorbitados debido a la caótica vida personal del soberano" que, lógicamente, salpicaron a su mujer.
Además de insinuar que el hijo de la icónica Grace Kelly disfruta de una existencia ociosa paralela sin escatimar gastos, también aportó detalles sobre los inasumibles caprichos de la princesa. Unos desembolsos que le han valido la crítica mayúscula de los monegascos.
Valga subrayar que el excontable que ha sacado a la luz el tren de vida que lleva el real matrimonio estuvo al lado de la pareja durante 20 años, encargado de sus asuntos económicos privados. El monarca le despidió en junio de 2023 acusándole de "malversación de fondos", algo que él siempre ha negado. Según su testimonio, que compartió con el prestigioso diario 'Le Monde', Charlene de Mónaco está detrás del gasto de 15 millones de euros en apenas 8 años. "Gasta cantidades ingentes de dinero extra", sentenció Palmero.
Según sus registros, la mujer de Alberto invirtió la friolera de 2,5 millones de euros para hacer obras en la casa veraniega que ella y su marido tienen en Córcega, así como para reformar su despacho en Montecarlo.