El nombre de Andrés de Inglaterra ha estado rodeado de polémica en los últimos años, desde el estallido del caso Epstein y la vinculación del príncipe con, al menos, un caso de abuso sexual, tras la denuncia de Virginia Giuffre. Un pasaje deleznable que ha dinamitado la relación, por lo menos de cara al público, de Andrés de Inglaterra con la institución que lidera su hermano, el Rey Carlos III. 

Como ha desvelado ahora la prensa inglesa, es llamativo que, en los últimos meses, el que fuera marido de Sarah Ferguson no haya protagonizado ningún titular, a pesar de los escándalos que arrastra. Los que se conocen y los que "el mundo parece ignorar", alertan desde 'The List'. 

El "gran desastre" que ha supuesto el príncipe Andrés de Inglaterra para la casa real británica

Todo lo que rodea a Andrés de Inglaterra es sinónimo de polémica. En sus hombros recae el haber puesto a la monarquía de los Windsor en el ojo del huracán desde hace años. Es el responsable de los mayores "desastres de relaciones públicas de la familia real británica", escribe la escritora independiente Marica Laing en 'The List', para quien el hermano pequeño del Rey Carlos III parece tener un pésimo criterio a la hora de elegir de quien se rodea. Sus controvertidas amistades le han metido en más de un problema. Primero, la que mantuvo con Jeffrey Epstein, fallecido en extrañas circunstancias en una cárcel estadounidense en 2019. En los últimos tiempos por sus vínculos con un "confidente cercano" que acabó por ser un supuesto espía chino. 

 

El hijo favorito de la Reina Isabel II se ha convertido en el gran lastre de la casa real inglesa, mucho más, incluso, que el príncipe Harry, que aglutina gran parte de las animadversiones de los más fervientes defensores de la institución. De acuerdo con la experta, que apunta a cifras de Statista, el 89% de los británicos ve con malos ojos a Andrés de Inglaterra. "Se le concedió un acceso y unas oportunidades extraordinarios. Era adulado dondequiera que iba... Andrés no había estado sujeto a los controles y contrapesos habituales", son las palabras de Sam McAlister en el libro 'Scoops' para tratar de explicar la caída a los infiernos del hermano de Carlos III. 

"Hay varias cosas extrañas sobre el príncipe que el público parece ignorar. Pero cuanto más se investiga, más extraña se vuelve la figura de Andrés", reflexiona Marica Laing sobre las cuestiones más opacas que rodean al duque de York quien, desde 2022, fue despojado de todos sus títulos y "defenestrado" por su familia (de cara a la galería), pero todavía participa en ciertos eventos reales. 

El príncipe Andrés de Inglaterra y sus hijas.

El príncipe Andrés de Inglaterra y sus hijas. GTRES

La inquietante obsesión del príncipe Andrés que pone el foco sobre su verdadero estado 

La reciente publicación del libro 'Sí, señora. La vida secreta de los sirvientes reales', escrito por el experto real y periodista Tom Quinn, ahonda más si cabe en estas "particularidades", por llamarlas, de alguna manera, de Andrés de Inglaterra que siembran la duda sobre su verdadero estado. En este, varios trabajadores de Buckingham y resto de palacios de los Windors dan cuenta de algunas de las excentricidades del padre de Beatriz y Eugenia de York que, a ojos de Marica Laing, no están teniendo la repercusión que debieran en la opinión pública, pero son del todo alarmantes. 

Entre ellas, su obsesión con los peluches. "Siempre he coleccionado osos de peluche. Dondequiera que iba en la Marina, solía comprar un osito, así que tengo una colección de todo el mundo, de un tipo u otro", admitió en una entrevista para 'The Sun', fechada en 2010. Hasta ahí, todo bien, si no fuera por el modo obsesivo en el que Andrés de Inglaterra cuida de esos objetos y obliga al personal de Palacio a hacerse cargo de ellos, como desvelaron varios extrabajadores en el citado libro de Tom Quinn.

El príncipe Andrés de Inglaterra en una de sus últimas salidas.

El príncipe Andrés de Inglaterra en una de sus últimas salidas. GTRES

Destapan el acoso al que sometió Andrés de Inglaterra al príncipe Eduardo cuando eran niños

Según una exfuncionaria, recibió un día entero de formación sobre cómo colocar los peluches del príncipe Andrés a la perfección. "Andrés tenía muy claro cómo quería que los colocaran. Tenía que reorganizarlos antes de que Andrés se acostara. Desordenar la colocación no era una opción. Tardé media hora en colocarlos; fue una cosa de lo más rara que me pagaran", señala. 

Pero ahí no acaba la cosa, cuentan desde los medios de comunicación de Gran Bretaña, que es de sobra sabido que el hermano de Carlos III "acosaba constantemente" al menor de los cuatro hijos de Isabel II, "el príncipe Eduardo". "Tiene una vena malvada, y no temió demostrarlo desde pequeño", escriben desde 'the List'. Y no solo intimidó a su hermano, también al personal de palacio, comportamiento por el que nunca rindió cuentas. "Andrés nunca superó su tendencia a intimidar a los demás, y el personal del palacio que ha tenido la oportunidad de hablar con la prensa describe una imagen bastante aterradora de lo que han tenido que soportar a manos del príncipe", sentencian desde el citado portal inglés.