Isabella de Dinamarca ha cumplido 18 años el 21 de abril. Y por ese motivo la Casa Real ha publicado tres nuevos retratos de la princesa: imponentes, preparados, perfectos. En ellos, la joven viste un precioso vestido de satén naranja y lo más importante, una tiara para ella sola, regalo de su abuela paterna, la reina Margarita.
Isabella de Dinamarca, posando en su retrato de gala por su 18 cumpleaños.
Kongehuset.
Nada se sale del marco oficial, todo encaja en la imagen de una ‘royal’ europea. Pero ahora ha llegado la sorpresa: otro retrato, o más bien una fotografía, ya que no forma parte del lote oficial, que nos ofrece detalles más interesantes sobre lo que ‘de verdad’ es Isabella.
El mensaje de agradecimiento de Isabella: "Significa mucho para mí"
Se trata de una instantánea que ha compartido la Casa Real danesa y con la que la cumpleañera ha querido agradecer todo el cariño y las felicitaciones que ha recibido tras alcanzar la mayoría de edad.
La princesa Isabella, sentada, luce la tiara y los pendientes regalo de su abuela, la reina Margarita.
Kongehuset.
La propia Isabella deja un mensaje en primera persona: "Muchas gracias a todos los que me han ayudado a celebrar mi 18 cumpleaños. Ha sido muy agradable que tantas personas hayan dedicado su tiempo, pensamiento y esfuerzo para hacer mi día tan especial. Esto significa mucho para mí".
Estas cariñosas palabras se ilustran con la foto de la que hablamos y que contrasta con los anteriores retratos: uno de cuerpo entero, otro sentada y el último de pie en plano medio frente a un espejo, obra de Steen Evald, quien suele ser el retratista de cámara de la Familia Real.
Isabella de Dinamarca, frente al espejo.
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Para situarnos en el contexto, la princesa Isabella se encuentra en el Salón del Caballero del Palacio de Federico VIII en Amalienborg, y luce con orgullo un vestido largo de la diseñadora danesa Carina Grønning, con los hombros al descubierto y cuerpo drapeado. Muy regio.
Las fabulosas y simbólicas joyas de la princesa Isabella por su mayoría de edad
También destacan todos los aderezos y símbolos de su estatus: la Orden del Elefante, la más prestigiosa del país, que le fue concedida hace tiempo, pero que solo ha podido llevar al cumplir la mayoría de edad; un broche con forma de estrella; y un retrato en miniatura de su padre, Su Majestad el Rey, siguiendo la costumbre nórdica, prendido en la banda azul.
Por supuesto, Isabella la fantástica tiara de turquesas y diamantes, que conjuga a la perfección con sus pendientes largos, obsequio también de su abuela Margarita.
Isabella está perfectamente maquillada y ha optado por un semirrecogido con raya al medio para encajar la diadema. Un moño hubiera resultado demasiado dramático y serio para una joven de 18 años. Este es su gran día y estos son sus primeros retratos oficiales de gala, así que la princesa se ha esmerado en aparecer lo más radiante posible.
Y no dudamos de que habrá contado con la inestimable ayuda y consejo de su madre, la reina Mary, que es una sabia en estas lides.
La reina Mary, detrás de la foto más natural de la princesa Isabella
Decimos esto porque gracias a esta nueva foto también hemos descubierto que la soberana estaba presente en esta sesión tan importante para su hija. Sí, porque es Mary la que, en un momento de descanso o de ajustes finales del escenario por parte del fotógrafo oficial, saca su propia cámara y captura un momento mágico de su hija Isabella.
Isabella de Dinamarca, fotografiada por la reina Mary.
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Nos imaginamos así la escena: la princesa está relajada mientras espera a que el fotógrafo la requiera y en un instante su madre pronuncia su nombre: "¡Isabella!". Esta reacciona y se gira hacia ella, quien, cámara en mano, aprovecha para apretar el click. Tampoco nos extraña, ya que la reina Mary es una gran aficionada a la fotografía y suele compartir instantáneas de la familia hechas por ella misma, al estilo de Kate Middleton en Reino Unido.
El resultado es único: una Isabella con una sonrisa abierta en el rostro (luce media sonrisa en los retratos oficiales), los ojos encendidos y alegres... y con otro detalle totalmente identificativo de la "generación Z": un móvil en la mano.
La princesa Isabella estaba consultando su teléfono cuando su madre, la reina Mary, decidió inmortalizarla. Puede que estuviera enviando algún mensaje a un amigo, viendo fotos o revisando sus redes sociales (privadas, de momento)... Un gesto que la conecta con el resto de jóvenes (y no tanto) de su tiempo. El hecho es que el contraste es de lo más simpático. Isabella toda emperifollada, pero incluyendo este modernísimo detalle tecnológico a su look...
Isabella de Dinamarca no se separa de su móvil.
Kongehuset.
Nos gusta esta otra mirada, que no deja de ser la alternativa a la formalidad institucional. Asistimos de manera improvisada al backstage de una sesión especial. Los retratos de gala reflejan un momento histórico de un miembro de una dinastía secular y estos cumplen con todos los requisitos del protocolo, pero esta fotografía capta la esencia más natural de Isabella.
Los reyes Federico y Mary se vuelcan en el 18 cumpleaños de su hija Isabella
Con estos retratos se dan por finalizados los festejos con ocasión del 18 cumpleaños de la princesa Isabella. Lo han celebrado a lo grande, casi como si de una futura reina se tratara, aunque la segunda de los cuatro hijos de los monarcas sea la segunda en la línea de sucesión al trono.
Isabella de Dinamarca, espectacular en su fiesta de 18 cumpleaños.
Gtres
Pero en su país no han querido desmerecerla respecto a su hermano mayor, el príncipe heredero Christian, y le han dado una puesta de largo digna de una hija de reyes. Días antes de su cumpleaños en sí, el 21 de abril, la princesa fue recibida en la ciudad de Aarhus, a la que acudió con toda sus padres y hermanos.
Y el pasado 15 de abril tuvo lugar la gran fiesta de gala, en el Teatro Real de Copenhague, donde Isabella deslumbró con un vestido largo de tul azul con la que parecía la misma Cenicienta. Eso sí, sin tiara. Esta se la reservó para estrenarla el día exacto del aniversario.
La diadema de la princesa Isabella, regalo de su abuela Margarita.
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Esta es una pieza histórica, pero delicada y juvenil, muy apropiada para una joven de 18 años. La reina Margarita, que tiene un gusto muy particular, ha destinado esta joya para su nieta mayor de una forma especial. Es el Bandeau de Margaritas de Turquesas, realizada a finales del siglo XIX con turquesas y diamantes, engarzados en oro.
La 'nueva' tiara de Isabella de Dinamarca: histórica, floral y juvenil
La diadema, más que tiara, está pensada para llevarla de manera horizontal, como si fuera una cinta en el pelo. Tiene 11 rosetas con forma de margaritas en tamaño decreciente, que además de ser el nombre de la anciana soberana, también son sus flores favoritas.
Isabella de Dinamarca, radiante con su nueva tiara de turquesas.
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En su día perteneció a la princesa heredera Margarita de Suecia, y a su muerte, en 1920, pasó a su hija, la princesa Ingrid, como regalo de su Confirmación. Ingrid habría de convertirse posteriormente en la reina consorte de Dinamarca por su matrimonio con el futuro rey Federico IX. Y así ha terminado en el joyero de la debutante Isabella.
La princesa inicia ahora otra etapa como adulta. Ilusionada, sonriente y con todo por descubrir, su última foto, inseparable de su móvil, nos ha conquistado y llegado al corazón.