Mette-Marit está contra las cuerdas después de que la prensa de Noruega destapara que recibió un chivatazo de la policía para avisarla de que iban a detener a su hijo. Después, la mujer del Príncipe Haakon llamó a Marius Borg para decírselo. En este tiempo, el móvil del joven fue destrozado y la tarjeta SIM desapareció. Este capítulo dentro de los múltiples escándalos del joven ha provocado una gran indignación en el país. 

En medio de todo esto, la Casa Real de Noruega confirmaba que Mette-Marit estaría de baja durante dos semanas debido a los efectos secundarios de su tratamiento contra la fibrosis quística. Será este mismo miércoles, 6 de noviembre, cuando la mujer del Príncipe Haakon retome su agenda oficial y lo hará en un significativo acto. 

Mette-Marit de Noruega, protegiéndose del frío.

Mette-Marit de Noruega, en un acto oficial. 

Gtres

Esta misma noche, Mette-Marit reaparecerá para liderar un encuentro centrado en la salud mental y que está organizado en colaboración con el Consejo de Salud Mental de país. Será la anfitriona de un banquete en Skaugum, su residencia oficial, y allí recibirá a varios jóvenes. 

Un acto de lo más simbólico en el que la Princesa heredera de Noruega pone de manifiesto su compromiso con la salud mental, algo que le toca de cerca. El propio Marius Borg admitió públicamente estar lidiando desde hace años con "problemas mentales". 

"Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi crianza y mi vida adulta he tenido y sigo teniendo desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio", llegó a reconocer el hijastro del Príncipe Haakon en un comunicado poco después de su primer arresto. 

Por ello, su reaparición cobra mucho más significado al haber elegido este acto, que tiene una gran relación con su hijo, para volver a su agenda real tras su baja por enfermedad. Eso sí, quien no estará presente en la recepción es el propio Marius Borg. Hay que recordar que se le prohibió la entrada a la residencia oficial de los Príncipes herederos como medida para paliar sus escándalos. 

Pendientes de un interrogatorio policial a Mette-Marit

Mette-Marit en un evento público

Mette-Marit en un evento público

Foto: Gtres

Mientras que vuelve a retomar su agenda, lo cierto es que todas las miradas están puestas en los próximos pasos de Mette-Marit. Se ha conocido que el abogado de la expareja de Marius ha hecho una petición oficial para que se interrogue a la Princesa heredera. Ahora, los medios de comunicación del país han dejado caer que se haría extensible a su marido también. 

De manera reciente, el Príncipe Haakon se ha pronunciado al respecto y lo hacía sin entrar en el caso. "No puedo decir nada sobre esto ahora. Lo voy a dejar así y tendrá que ser la policía la que se ocupe del caso", contestaba a la prensa.

Lo que está claro es que Mette-Marit estaría haciendo todo lo posible para reconducir a su hijo. 'Aftenposten' ha revelado que a Marius Borg Høiby le ha sido retirado el carnet de conducir "por recomendación de un médico". Según se ha publicado, habría sido Mette-Marit la que se habría puesto en contacto con el sistema sanitario para que se lo quitaran. Este movimiento de la mujer del Príncipe Haakon entra dentro de su plan para paliar las consecuencias de los escándalos de su hijo. Los medios noruegos aseguran también que la policía estaba investigando a Marius Borg para ver si estaba "en condiciones" de conducir. 

La prensa de Noruega pone en tela de juicio a Mette-Marit

Mette-Marit en un evento público

Lo cierto es que las últimas informaciones sobre el caso de Marius Borg están causando estragos. Por un lado, la experta en Casa Real de 'Nettavisen', Tove Taalesen, reconoce que Mette-Marit "reaccionó como lo harían la mayoría de las madres, protegiendo a su hijo". Sin embargo, también se muestra muy crítica y admite que el hecho de interferir "es un peligro para la seguridad del reino". 

 

 

"Existe una diferencia entre la mayoría de la gente y la realeza. No solo tienen privilegios económicos, sino que la Familia Real cree claramente que están por encima de la ley. Y las autoridades noruegas claramente piensan lo mismo. No es de extrañar que Marius señale con el dedo a toda Noruega. Le han educado en la creencia de que las leyes y los reglamentos no se les aplica a ellosEs muy lamentable que Mette-Marit haya interferido en el caso de su hijo", asevera. 

 

 

De hecho, otros medios dan un paso más allá y se preguntan si Marius Borg se arrepiente de todo lo que ha hecho. Los periodistas dejan claro que parece que se burla de todas las polémicas que hay sobre su figura y no entienden que siga saliéndose con la suya.