Federico X está de celebración. El Rey de Dinamarca celebra este domingo, 26 de mayo, su 56 cumpleaños y lo ha hecho como manda la tradición. El monarca ha salido a saludar desde el balcón del Palacio de Frederik VIII y lo ha hecho en compañía de su familia. Eso sí, todas las miradas se la llevaban Maryd Donaldson, que lucía un precioso vestido fucsia que iba a juego con el color de la corbata de su marido, y la Reina Margarita, que reaparecía vibrante y ovacionada por el pueblo.
Segundos después de las 12 del mediodía, el Rey Federico X de Dinamarca salía al balcón del Palacio situado en Copenhague a saludar a los ciudadanos. Sin embargo, su baño de masas en solitario duraba tan solo unos segundos, puesto que después hacía su aparición Mary Donaldson. La Reina de Dinamarca provocaba una auténtica ovación en la multitud, que se agolpaban en la plaza del Palacio con banderas del país.
La australiana le hacía sombra así a su marido en su día más especial. Al igual que la madre del cumpleañero, la Reina Margarita, que reaparecía con un vestido vibrante y saludaba con gran efusividad a sus ciudadanos. Además, gritaba con fervor "hurra" a su hijo y despertaba las risas cómplices de los allí presentes. Se convertía así en la protagonista de este posado familiar y acaparaba así todas las miradas.
Aunque Federico y Mary de Dinamarca se han mostrado muy cómplices, lo cierto es que su salida al balcón no ha recordado a la de años anteriores, donde se percibía mucha más sintonía y gestos de cariño. Junto a ellos, también han salido a saludar sus hijos. De hecho, llamaba la atención el papel secundario que ha tomado el Príncipe Christian, que se situaba detrás de sus padres para dejarles a ellos todo el protagonismo.
No obstante, en un momento dado Mary de Dinamarca miraba a su marido con una gran sonrisa y le hacía un comentario sobre algo que había visto durante el acto en cuestión. De la misma manera, también se mostraba muy atenta con su suegra, con la que compartía confidencia de manera alegre.
Mary de Dinamarca, una mujer nueva y empoderada tras convertirse en Reina
Atrás quedaron las imágenes en las que veíamos a una alicaída Mary Donaldson días después del escándalo que supusieron las imágenes de su marido con Genoveva Casanova. Ahora, la australiana es una mujer nueva, está empoderada y dispuesta a que su hijo tenga el camino libre para reinar. Así lo explicaba la psicóloga Lara Ferreiro a SEMANA cuando analizaba la gran transformación que había experimentado la ahora Reina de Dinamarca.
En concreto, nuestra experta aseguraba que había pasado un luto por el que necesitó irse a su tierra natal a recuperarse. Mary es una mujer fuerte que desde muy joven tuvo que hacer frente a la muerte de su madre, algo que dejó huella en su persona. "Está renovada. Mira al frente, con orgullo, mirada de superación, está empoderada. Tiene una sonrisa genuina donde, aunque la procesión esté por dentro, realmente ha pasado por un duelo. Ella ya ha tomado una decisión. Ahora se siente reina, le han dado su lugar, ha apostado por seguir su matrimonio", puntualiza la autora del superventas 'Adicta a un Gilipollas'.
Así hablaba Mary Donaldson de su marido por el 50 cumpleaños de su marido
En mayo de 2018, con motivo del 50 cumpleaños de Federico de Dinamarca, Mary Donaldson le dedicó unas tiernas palabras en un emotivo discurso. Entonces, le retrató y su descripción volvía a la actualidad a raíz de las polémicas imágenes del hijo de la Reina Margarita con Genoveva Casanova en Madrid. La australiana aseguró que su marido era una persona risueña, compleja y divertida. "¿Cómo se pueden encontrar las palabras adecuadas para definir a una persona como tú? He reflexionado sobre ello en numerosas ocasiones, especialmente conforme se acercaba este día. Eres un individuo de múltiples dimensiones, complejo y directo a la vez. Te muestras de diversas maneras, por así decirlo, y estás en constante evolución, pero siempre manteniendo tu esencia. Eres alguien que verdaderamente se conoce a sí mismo; eres tú mismo", decía en la cena de gala por su 50 cumpleaños. Un acto real al que no acudieron los Reyes de España, Felipe y Letizia. Desde entonces, la relación entre marido y mujer ha vivido varios altibajos. Aunque tras su coronación, ambos sellaban los rumores y habladurías con un comentado beso. Un gesto con el que dejaban patente que seguirían juntos por el bien de la corona.