Después de varias semanas sin saber nada sobre ella, Kate Middleton emitía un comunicado este lunes, 9 de septiembre, y daba un último parte sobre su estado de salud. En concreto, la Princesa de Gales confirmaba que había terminado su tratamiento de quimioterapia. Eso sí, dejaba claro que estaba centrada "en hacer todo lo que pueda para no tener cáncer". El mensaje venía acompañado por un emotivo vídeo familiargrabado en su residencia de Norfolk.
Poco después de hacer público que tenía cáncer, Kate Middleton se refugiaba en Anmer Hall, su residencia vacacional en Norfolk. Es una casa de campo en la que ha podido aislarse del mundo y poder seguir adelante. Rara vez hemos podido ver su interior, tan solo conocemos su imponente fachada.
Ahora, gracias al vídeo podemos hacernos una idea de cómo son las estancias. Especialmente, el salón, donde más tiempo han pasado en familia durante estos meses. En concreto, en el vídeo compartido por Kate Middleton podemos ver como ella junto a sus padres, sus hijos y su marido, el Príncipe Guillermo, juegan a las cartas en una gran mesa.
Podemos ver que esta sala es amplia, muy luminosa gracias a los grandes ventanales y tiene un mueble blanco en donde se observa una antigua vajilla. También se aprecian las cortinas que combinan a la perfección con la decoración campestre del espacio. Así como una cómoda y una lámpara auxiliar.
En una de las paredes, pintada de color amarillo oscuro, están colgados platos con diferentes decoraciones. También se aprecia otro mueble rústico en donde se pueden ver algún que otro marco con una foto familiar. También hay que destacar la presencia de plantas que le dan un toque natural al espacio.
Esta casa fue uno de los regalos de bodas que recibieron los Príncipes de Gales. Sin embargo, ha sido objeto de muchos titulares. Cuando se supo que Kate y Guillermo se iban a instalar allí, salió a la luz una historia paranormal sobre Anmer Hall. En concreto, cuenta la leyenda que el espíritu de Henry Walpole, un sacerdote católico que fue ahorcado en 1600 por alta traición y que nació en esos terrenos, sigue vagando por la casa. Sin embargo, esa historia no persuadió al matrimonio, quienes llegaron a hacer bromas sobre el asunto.
Una casa de campo en la que se gastaron 1,7 millones de euros
Anmer Hall ahora será un gran refugio para Kate Middleton durante las vacaciones de Pascua. Se trata de una casa de campo de estilo georgiana que forma parte de Sandringham, en el pueblo de Anmer, en Norfolk. Como decíamos, fue un regalo de bodas que la Reina Isabel II les hizo cuando se casaron, en 2011. Se trata de un condado que suelen visitar a menudo y donde han pasado algunas Navidades. Los Príncipes de Gales se gastaron 1,7 millones de euros (1,6 de libras) en 2015 en reformar una vivienda para ponerla a su gusto y satisfacer así las necesidades de la familia. Vivieron en ella durante un largo periodo de tiempo antes de mudarse a Windsor. Kate y Guillermo se instalaron en esta propiedad cuando nació el príncipe George, en 2013.
Anmer Hall, que fue construida en 1802, tiene 10 habitaciones distribuidas en sus tres plantas y 20.000 acres. De hecho, en el vídeo compartido por Kate Middleton se puede ver cómo disfrutan en familia de largas caminatas por los campos de trigos y el bosque que rodea a la finca. La vivienda está tan solo a cinco minutos en coche de Sandringham, donde se ha refugiado el Rey Carlos III tras ser diagnosticado con cáncer. Hay que recordar además que los Príncipes de Gales pasaron el confinamiento por la Covid en esta propiedad de Norfolk.
Con piscina y cancha de tenis
Son muy pocas las ocasiones en las que hemos podido ver el interior de Anmer Hall. Pero sí que se sabe que tras la remodelación que sufrió la finca, los Príncipes de Gales se decantaron por pintar algunas de las estancias de tonos suaves y neutros. Salvo el comedor, que tiene un verde oscuro.
La casa de campo también tiene una piscina, que tuvieron que reubicar para que los paparazzi no pudieran captarles desde las inmediaciones. Además, hay una cancha de tenis, un jardín de invierno y su propia colonia de abejas. Cuenta además con una cocina de lo más contemporánea que se encuentra en el interior de la casa, junto al comedor, algo que a la fallecida Reina Isabel II nunca le gustó.
Por otro lado, está alejada de las miradas indiscretas por la valla que rodea a la casa. En la zona está prohibida la presencia de objetos voladores, tanto como helicópteros o drones.