Kate Middleton, espectacular de gala con una antigua tiara que se creía desaparecida

Hacía tiempo que no veíamos a Kate Middleton luciendo así de espectacular. La espera llegó a su fin para la cena de gala que los reyes Carlos y Camilla han ofrecido en honor del presidente de Corea, Yoon Suk-yeol, y su esposa, Kim Keon-hee, que están de viaje oficial en Reino Unido. Como suele ser costumbre en estos casos, la primera jornada terminó en el palacio de Buckingham con etiqueta de largo y tiara para las 'royals'. En este contexto, todos los focos se dirigieron hacia una impresionante princesa de Gales (quien por la mañana ya había cautivado con un traje rojo de capa), que apareció de blanco y tocada con una de las tiaras más sorprendentes de la casa Windsor.

Kate Middleton eligió un elegantísimo vestido largo blanco con mangas bordadas de dorado de tipo capa, obra de Jenny Packham, una de sus firmas más recurrentes, junto a unos guantes largos. No obstante, el detalle más llamativo fue su tiara. Se trata de la conocida como la Tiara Strathmore Rose, que hacía la friolera de 90 años que ninguna mujer de la realeza británica la lucía en público. El motivo es un misterio, pues es una pieza preciosa con delicados motivos florales, que resulta perfecta para cualquier gala de este tipo.

La historia de esta pieza se remonta a finales del siglo XIX y en 1923 el conde de Strathmore decidió adquirirla para regalársela a su hija, Elizabeth Bowes-Lyon, con ocasión de su boda con el entonces príncipe Jorge. Con el tiempo, el hermano mayor de este abdicaría la Corona y el tímido joven pasaría a ocupar el trono bajo el nombre de Jorge VI, padre de la futura reina Isabel II.

Elizabeth llevó esta tiara muy pocas veces, ciñéndosela sobre todo en los años veinte, y al estilo de aquella época, colocada sobre la frente a modo de bandana. También permite desmontarla y reutilizarla en forma de broches. La última vez que la lució fue en la ópera a principios de los años treinta. Desde entonces se guardó en los joyeros reales y nunca más se supo.

Durante años se especuló con la desaparición de esta tiara, desatándose diferentes teorías sobre su paradero e incluso sobre su estado. Nadie, ni la reina Isabel ni Diana de Gales se coronaron con ella durante su ejercicio, así que el misterio no hizo sino acrecentarse hasta casi la leyenda. Pero a la vista está que la tiara Strathmore se encuentra en óptimas condiciones.

La princesa Ana y Sophie de Wessex, también con vestidos blancos

También la reina Camilla, con un vestido de terciopelo rojo, utilizó por primera vez la tiara birmana de rubíes, realizada por Cartier. Poco a poco, la soberana va sacando a la luz las diferentes joyas del bien nutrido joyero de los Windsor, y en particular piezas que están muy ligadas a su antecesora, la reina Isabel.

El resto de damas de la realeza curiosamente optaron también por el color blanco en sus atuendos. Tanto la princesa Ana como Sophie de Wessex desfilaron por palacio tras la estela de Kate Middleton, quien volvió a brillar con todo el glamour después de que unos días antes desatara las alarmas por su gesto excesivamente serio y algo triste en la celebración del Día del Recuerdo. Kate volvió a ser la 'reina' de la noche.