El Día del Recuerdo es un acontecimiento muy señalado en la agenda de los Windsor. La Familia Real británica hace piña cada año para rendir tributo a los caídos en conflicto desde la I Guerra Mundial. En sus solapas prenden el tradicional broche de amapola, que simboliza este homenaje, y llevan a cabo varios actos solemnes para conmemorarlo. Tras el concierto habitual en el Royal Albert Hall, los eventos culminan el domingo con una ceremonia en el Cenotafio de Londres. Mientras el rey Carlos III, el príncipe Guillermo, el príncipe Eduardo y la princesa Ana participaban en la parada militar, en el mismo balcón se veía a la reina camilla y a Kate Middleton, princesa de Gales, observando la escena con gestos que han llamado mucho la atención por su excesiva seriedad.
Se trata de un acto de hondo significado para los británicos y su emoción iba a acorde al momento, aunque a nadie se le escapa que estos días vuelven a la palestra por motivos 'ajenos' a su voluntad. El 14 de noviembre el monarca cumple 75 años, una fecha redonda que van a celebrar por todo lo alto. Si bien ya sobrevuela sobre el festejo una ausencia sobresaliente. Sí, el príncipe Harry y Meghan Markle (que hace poco se dejaban ver en un concierto de Katy Perry en Las Vegas) vuelven a causar baja de una importante ocasión familiar. Lo llamativo del caso es que hay versiones contrapuestas respecto a si los duques de Sussex han sido invitados o no.
El rey Carlos III empieza su cumpleaños con una fiesta previa este lunes 13 de noviembre en los jardines de Highgrove, su querida residencia campestre, a la que acuden personas relacionadas con diferentes ongs del país, muchas de ellos de su misma edad para hacer un guiño a su generación. En esta misma cita, el soberano y su esposa presentarán en público su nuevo proyecto solidario, The Coronation Food Project, en el que lucharán contra el desperdicio de comida y su redistribución para los más necesitados.
La polémica invitación del príncipe Harry al cumpleaños del rey Carlos III
La fiesta 'privada' llegará el mismo día de su aniversario reuniendo a todos los suyos en Clarence House, la residencia oficial de los reyes Carlos y Camilla en Londres. En sus salones ni estarán ni se espera a Harry y su esposa. El hijo menor del monarca ya ha hecho saber a través de sus amigos portavoces que no ha recibido ninguna invitación para volar a Londres desde su casa en Los Ángeles. Una información que contradice el propio entorno de Carlos III, que subraya que esta invitación para su cumpleaños sí se ha hecho (cómo no, si es su hijo, dicen), en un intento más de reconciliación con su hijo menor. ¿A quién creer entonces?
Los rostros de los 'royals' británicos estaban pétreos en esta fría mañana de domingo en la capital de Reino Unido. Las polémicas no cesan desde que el príncipe Harry y su esposa decidieran apartarse de la primera línea de la realeza y, lo que es más grave, desvelaran las mayores intimidades de palacio a través de un libro de memorias, documentales y entrevistas varias. La situación sigue tensa y no hay puentes que valgan para salvar el océano de distancia entre ambas partes.
La elegancia de Kate Middleton, con estilo militar de Alexander McQueen
Kate Middleton, que fue señalada directamente por los duques de Sussex en algunos capítulos, provocando así la ira del príncipe heredero Guillermo, sigue haciendo de tripas corazón. La princesa mantiene el tipo con elegancia (para esta cita lucía un vestido-abrigo negro de aire militar de Alexander McQueen, que ya se puso para esta misma cita en 2019, sombrero con lazo de Philip Treacy y espectaculares pendientes de perlas) y con la sonrisa por delante
La princesa de Gales (41) tampoco está atravesando la mejor época dentro su propia familia. A la alegría tras el nacimiento del primer hijo de su hermano, James Middleton, se ha unido la noticia de las deudas de sus padres, Carole y Michael Middleton, que han tenido que vender parte su empresa de festejos. En ocasiones, Kate Middleton también deja traslucir su lado humano, cuando su eterna sonrisa se le borra.