Copenhague ha amanecido engalanado para vivir una fecha histórica: la proclamación de Federico de Dinamarca como Rey. Un gran día de fiesta en el que los ciudadanos han aprovechado para salir a la calle y ser testigos de esta jornada que marca un antes y un después en la corona danesa. Tras más de medio siglo en el trono, la Reina Margarita firma su abdicación. Los actos han arrancado cuando Federico y Mary de Dinamarca, junto al nuevo heredero -el príncipe Christian-, han abandonado su residencia, situada en Amalienborg, para dirigirse al Palacio de Christiansborg. Esta fecha señalada se produce dos meses después de que se desatara el escándalo por la publicación de unas imágenes del heredero junto a Genoveva Casanova.
En el corazón de Copenhague la expectación era máxima para presenciar la llegada de lo distintos miembros de la Familia Real danesa. Desde primera hora de la mañana los ciudadanos han abarrotado las calles de la ciudad a pesar de las bajas temperaturas que marcaba el termómetro durante un frío día de invierno. El Consejo de Estado, que se ha vivido a puerta cerrada, tenía previsto arrancar a las 14:00 horas, pero se ha retrasado un poco. La Reina Margarita ha firmado su abdicación a las 14:20 horas ante la atenta mirada de Federico quien en ese instante se ha convertido en Rey. En la firma también estaba presente el nuevo heredero, el Príncipe Cristin. Un momento para la historia que marca el relevo generacional después de 52 años.
El saludo del nuevo Rey Federico X desde el Palacio de Christiansborg
Esta proclamación se produce dos semanas después de que Margarita sorprendiera anunciando que dejaba el trono en el marco de su tradicional discurso de Año Nuevo. "En 14 días habré sido Reina de Dinamarca durante 52 años. Tanto tiempo no pasa sin dejar rastro para ningún ser humano, ¡ni siquiera para mí! El tiempo pasa y las enfermedades aumentan. Ya no se pueden superar las mismas cosas que antes", afirmó entonces. Se trata de uno de los días clave de la soberana emérita en el que concluye un longevo reinado que arrancó el 14 de enero de 1972. Tras la abdicación se ha celebrado una recepción en el Palacio de Christiansborg con destacados representantes del país, entre ellos, la Primera Ministra, Mette Frederiksen.
Uno de los momentos más esperados de la proclamación se ha vivido cuando el nuevo Rey ha salido al balcón para ofrecer su primer discurso como soberano. Lo ha hecho muy emocionado y entre lágrimas, primero en solitario y luego arropado por su mujer y sus cuatro hijos. El programa concluye con un recorrido en carruaje por las calles de Copenhague, abarrotadas de miles de ciudadanos que querían ver de cerca a los nuevos Reyes Federico y Mary.