Todo apunta a que el próximo 14 de julio Kate Middleton volverá a retomar su agenda pública, aunque solo sea por unas horas, coincidiendo con la final de Wimbledon. El torneo de tenis más prestigioso de Reino Unido ya se prepara para recibir a la futura reina, como patrona del club que organiza la gran cita. 

Mientras llega el esperado día, se suceden las informaciones sobre los príncipes de Gales, volcados completamente con el cuidado de sus tres hijos. Esto mientras la mujer de Guillermo se recupera del cáncer que padece y ambos tratan de evitar que Jorge, Charlotte y Luis se conviertan en Harry. La delicada situación que viven no ha evitado que el matrimonio real protagonice una fuerte discusión por su falta de consonancia a la hora de plantearse el futuro más inmediato de Jorge

Proteger y mantener al margen a sus hijos, la principal prioridad de Kate Middleton y el príncipe Guillermo

Desde el momento que Kate Middleton anunció que padece cáncer y recibe quimioterapia, lo dejó más claro imposible. Para ella y el príncipe Guillermo, su prioridad son sus tres hijos, Jorge de 10 años, Charlotte de 9 y Luis de seis. "Fue un gran shock, y Guillermo y yo hemos estado haciendo todo lo posible para procesar y gestionar esto de forma privada por el bien de nuestra joven familia. Me ha tomado tiempo recuperarme de una cirugía mayor para poder comenzar mi tratamiento. Pero, lo más importante, nos ha tomado tiempo explicar todo a Jorge, Charlotte y Luis de una manera que sea apropiada para ellos y asegurarles que voy a estar bien", indicó la princesa de Gales en el citado vídeo en el que reconoció su complicado diagnóstico. 

No ha pasado ni un solo día en el que la pareja real no haya puesto en práctica su decisión de cuidar y proteger a los menores de edad a como dé lugar. Sobre todo, a la hora de mantenerlos al margen de las informaciones que se suceden sobre el estado de salud de su madre, que podría atentar contra la tranquilidad y normal cotidianidad de Jorge, Charlotte y Luis. En los últimos seis meses, los futuros reyes de Inglaterra han podido pasar mucho tiempo con los pequeños. Se han implicado como nunca en su crianza debido a la falta de agenda institucional de la princesa y la reducción que ha experimentado la del hijo del Rey Carlos III

La estricta norma que deberá cumplir el hijo de Kate Middleton y Guillermo con la que ya tuvo que lidiar el heredero al trono

El príncipe Guillermo manteniendo una conversación seria con el príncipe Jorge en el Trooping the Colour. GTRES

La estrategia de los príncipes de Gales para que sus hijos no repitan los pasos de Harry

Como cualquier padre y madre que se precie, el futuro de sus hijos preocupa sobremanera a Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Tanto Charlotte, como Luis y Jorge están sujetos a unas estrictas normas de comportamiento que los príncipes de Gales imponen a través de la nanny española que les cuida desde hace 10 años, María Turrión. Aunque son conscientes del papel clave que tendrán que asumir sus hijos en el futuro, el matrimonio ha materializado un cambio de paradigma en su educación que rompe de un plumazo con la tradición de los Windsor.

Por un lado, quieren que los pequeños príncipes se sientan libres para desarrollar su identidad como individuos y sin presiones externas. Por otro, buscan asegurar que no repitan el camino que ha llevado al príncipe Harry a distanciarse de su familia sin atisbo de reconciliación posible. En estos dos puntos, Kate Middleton y el príncipe Guillermo están completamente de acuerdo. El objetivo respecto a esto último es que ni Charlotte ni Luis sientan el peso de los 'segundones' y las consecuencias que de ello se deriva. 

"Guillermo culpa a Harry y Meghan Markle de la actual situación, pero también sabe que el sistema monárquico, donde uno o varios de los hijos del monarca son menos importantes que el primero en nacer, tuvo un papel muy significativo en lo que sucedió y cómo sucedió. Quieren encontrar una solución práctica al problema de los 'repuestos' que ha atormentado a la familia real británica durante generaciones", explicó una persona del círculo íntimo de los príncipes de Gales al 'Daily Beast'. 

El desacuerdo de la pareja real que ha provocado una fuerte discusión entre ellos

Aunque, según la prensa británica, Kate Middleton y el príncipe Guillermo están en sintonía en lo que se refiere a la educación de sus hijos, hay un punto en el que han sido incapaces de ponerse de acuerdo y les ha llevado a mantener una fuerte discusión. Así lo ha desvelado 'Touch Weekly', que cita a una fuente próxima al matrimonio.  El motivo tiene que ver con el futuro más inmediato de quien está llamado a ser el heredero al trono de Reino Unido cuando el hijo de Carlos III no pueda asumir sus deberes reales. 

Si nada cambia, Jorge debería ingresar en los próximos años en el exclusivo Eton College, cerca de Windsor. Se trata de un internado para niños por el que han pasado buena parte de los miembros varones de la realeza, entre ellos, Guillermo y Harry. El problema es que Kate Middleton no quiere que Jorge siga la estela de su padre y se niega a que el niño pase años en la prestigiosa institución en ausencia de su familia. Guillermo, por su parte, sí quiere que su hijo cumpla con la tradición de la monarquía británica.

Kate Middleton no claudica en su objetivo a pesar del encontronazo con su marido

"Kate está desconsolada y decidida a no enviar a Jorge al internado. La razón principal es que Kate se sintió horriblemente intimidada en el primer internado al que acudió. No puede soportar la idea de que su hijo sufra la misma situación", señala la persona cercana a los príncipes de Gales al 'Daily Beast'.

Como explica 'The Mirror', cuando la princesa de Gales era pequeña, sus padres la enviaron al internado Downe House, en Berkshire. Una experiencia traumática, hasta el punto de abandonar la institución a mitad de curso. Kate Middleton se trasladó entonces al Marlborough Collete, un internado mixto localizado en Wiltshire. "Ahí permaneció durante el resto de sus estudios y es donde quiere que acuda Jorge. Considera, además, que enviarle a un centro tan sofocante y de clase alta va en contra de todos sus esfuerzos por modernizar la monarquía", sentencia el diario.