La Casa Real danesa ultima todos los preparativos para una de sus fechas más señaladas: el 56 cumpleaños de Federico de Dinamarca. Será la primera vez que el marido de Mary de Dinamarca celebre este día como monarca tras la abdicación de su madre, Margarita II, el pasado mes de enero.
Los reyes del país nórdico continúan en el centro de la polémica después de que una amiga de la australiana haya destapado la verdadera relación que hay entre ellos. Esto mientras tratan de disipar los rumores de crisis que les sobrevuelan durante sus múltiples apariciones públicas. Coincidiendo con este momento clave de su vida, Mary de Dinamarca ha abierto las puertas del imponente Palacio de Fredensborg, donde se refugia.
El año más complicado de Mary de Dinamarca que ha afectado a su matrimonio
Nada se va a dejar a la improvisación para la celebración por todo lo alto del 56 cumpleaños de Federico X, donde se espera que el monarca se dé un auténtico baño de masas. La Casa Real danesa lleva meses tratando de "limpiar" la imagen del marido de Mary de Dinamarca después del escándalo que protagonizó por sus fotos con Genoveva Casanova en Madrid y su posterior 'pernocta' en el domicilio madrileño de la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo. No ha sido un inicio de año fácil para la reina consorte. A las continuas especulaciones sobre el estado de su matrimonio, hay que sumar los seis meses de pánico que ha vivido a propósito de la seguridad de su familia.
El cumpleaños de Federico X se produce a las pocas semanas de celebrar el 20 aniversario de boda con su mujer. Que su relación no ha sido un camino de rosas es algo evidente. Prueba de ello todos los escándalos que Mary de Dinamarca ha tenido que pasar por alto en estas dos décadas por obra y gracia de los escarceos de su marido. A pesar de los problemas que han tenido que superar, en las últimas semanas los reyes daneses han intentado desplegar su faceta más cariñosa en público, evidenciando que están dispuestos a dejar el pasado atrás. De hecho, no dudaron en pasear de la mano -y dejarse fotografiar- en su último viaje de Estado a Noruega. Una estampa idílica aunque, cabe subrayar, poco habitual de la pareja.
El cambio de actitud de la mujer de Federico de Dinamarca
Sea como fuere, la actitud de Mary de Dinamarca ha dado un giro de 180 grados en los últimos tiempos. La reina está volcada en su nueva faceta al frente de la corona danesa y, como tal, está dando pasos para mostrarse más accesible y cercana ante la opinión pública. Ejemplo de ello, una de las últimas fotografías que se tienen de ella en la majestuosa entrada del Palacio de Fredensborg.
La imagen, de lo más hogareña, se tomó antes de participar en la carrera benéfica Royal Run, la cita deportiva que creó Federico en 2018 y que cada año reúne a miles de corredores en las calles de Copenhague. A Mary se la ve muy relajada y sonriente posando con sus dos perros. "Mis dos compañeros de carrera están decepcionados porque esta vez no pueden unirse... Por otro lado, estoy deseando correr la Royal Run", escribe la monarca.
Es una de las pocas veces que la familia real danesa ha dejado ver alguna de las salas privadas de su segunda residencia. Aunque está abierta al público, los interesados en recorrer el Palacio de Fredensborg solo pueden acceder a una serie de estancias seleccionadas, nunca a las que están a pleno rendimiento. Es en esta zona de la casa, protegida de la mirada de los curiosos, donde Mary y Federico de Dinamarca hacen vida en común con sus hijos, el príncipe Cristian, la princesa Isabel y los gemelos Vicente y Josefina. Los monarcas y sus vástagos dividen su tiempo entre este palacio, donde se trasladan a vivir con la llegada del buen tiempo, y el Palacio de Amalienborg, donde residen el resto del año.
El especial significado del palacio de Fredensborg para los Reyes de Dinamarca
El Palacio de Fredensborg es más que la residencia veraniega de Mary y Federico de Dinamarca, sino un auténtico tesoro de la arquitectura barroca. Construido en el siglo XVIII, está situado a las afueras de la capital de Dinamarca, en la isla de Selandia. Gracias a su ubicación privilegiada, se beneficia de unos impresionantes jardines de 1.660 metros cuadrados cuidados al milímetro, con piscina de 40 metros de largo incluida. Es por todos sabidos que Federico X es un gran amante del deporte, igual que su mujer.
La residencia veraniega del matrimonio cuenta con más de 150 estancias, donde se custodian cientos de obras de arte, entre pinturas, muebles y objetos de arte de valor incalculable. El palacio tiene un especial significado para los Reyes daneses. En uno de sus amplios comedores, con capacidad para cientos de invitados, celebraron el banquete de su boda por todo lo alto, celebrada en 2004, a la que acudieron los Reyes Felipe y Letizia en representación de la corona española. Fredensborg fue, además, su primer hogar familiar, donde se trasladaron a vivir nada más darse el 'sí, quiero'.