Si hubiera un 'ranking' de miembros de la realeza que más fascinación y magnetismo generan, probablemente estaría liderado por Carolina de Mónaco y Carlota Casiragui, disputándose el primer puesto. Aunque llevan toda su vida en la palestra pública como figuras indispensables de la casa Grimaldi, han sabido mantener ese halo de misticismo que las caracteriza. Más si hablamos de su relación madre e hija, de la que poco o nada se sabe de puertas para fuera. 

Aunque las princesas han tenido sus más y sus menos, la 'matriarca' del clan siempre ha tratado de mantenerse próxima a su hija mayor, como mínimo, para no repetir los errores de su propia madre, una figura ausente durante su niñez. Ahora, una experta real se ha dado a la tarea de profundizar en el vínculo de las dos mujeres que no siempre ha sido tan idílico

El cambio de paradigma que impuso Carolina de Mónaco en la crianza de Carlota Casiraghi y sus hermanos

"Para mi hermano y para mí, Maureen era la figura clave en nuestra vida". Con estas palabras, Carolina de Mónaco abordó en el libro 'Alberto II de Mónaco, el hombre y el príncipe' la triste realidad de sus primeros años, con una Grace Kelly ausente y Maureen Wood, la niñera, supliendo la falta de sus progenitores. La hija mayor de la estrella de Hollywood y su madre nunca tuvieron una relación estrecha, algo que marcó poderosamente la vida de Carolina y, sobre todo, el cómo afrontó su posterior maternidad. 

A pesar o a propósito de esta complicada situación que definió su infancia, con el paso de los años, la hermana de Alberto II de Mónaco ha sabido cultivar un vínculo fuerte con Carlota Casiraghi, como apunta Antonia Georgiou. Aunque ni ha sido sencillo ni ha estado exento de conflictos. "No siempre han estado de acuerdo. Las dos mujeres han tenido que superar sus diferencias para lograr una conexión amistosa", escribe la experta en realeza en 'The List'.

Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi

Carlota ha heredado la belleza, elegancia y otras aficiones de su madre, pero también ha marcado distancia con su progenitora.

Gtres

El duro golpe en la vida de Carolina y Carlota de Mónaco que marcó un antes y un después en su relación

La trágica muerte de Stefano Casiraghi por las heridas que sufrió tras un accidente de lancha fue un punto de inflexión en la vida de su mujer, que se volcó completamente con la crianza y el bienestar de sus tres hijos, ahora como madre soltera. Carlota de Mónaco se quedó huérfana de padre con apenas cuatro años. La decisión de su madre fue trasladarse a vivir al sur de Francia con ella y sus dos hermanos (Andrea y Pierre) y tratar de restaurar la normalidad perdida a como diera lugar, lejos de la presión mediática del Principado. "Quería protegerlos y los crio lejos del alboroto de Mónaco. Así fue como Carlota se convirtió en una muy buena estudiante y se interesó por la equitación. Siempre fue una adolescente seria, no era fiestera", recoge sobre ese momento clave 'Vanity Fair'. 

De acuerdo con Antonia Georgiou, Carolina de Mónaco le trasladó a su hija desde el minuto uno la importancia de proteger su privacidad. Un consejo que Carlota Casiraghi se tomó al pie de la letra y ha seguido a rajatabla en su adultez. La hija de Grace Kelly, al contrario que su madre, ha sido una progenitora muy protectora con los suyos, a los que ha inculcado la importancia del trabajo y de mantenerse en un discreto segundo plano. "Con esta feroz protección de sus hijos, Carolina le trasladó a Carlota una importante lección de vida: que, a pesar de su origen aristocrático, tenía que tener los pies en la tierra, enseñándole a adherirse a los principios del trabajo duro y la disciplina", escribe la experta real. 

El gran ejemplo que ha significado su madre para Carlota Casiraghi que habla del respeto mutuo que se profesan

Aunque no es muy dada a hablar de su vida privada, Carlota Casiraghi ha dejado caer en alguna que otra entrevista los fuertes valores que le ha inculcado su madre. "Una de las cosas más importantes es que no importa cuán exitoso seas, no importa cuán bien creas que lo has hecho, siempre tienes que mantener esas exigencias. Y eso es algo que mi madre tiene, ese sentido del esfuerzo y la disciplina", desveló en la revista 'Town & County'. 

En esta misma entrevista, la ahora filántropa también contó cómo el convertirse en madre había dado un vuelco a su vínculo con Carolina de Mónaco. Entre otros, le ayudó a comprenderla mucho mejor y entender las motivaciones detrás de muchas de sus decisiones. Carlota Casiragui tiene dos hijos, el primero, Raphael, nacido en 2013, fruto de su relación con el actor Gad Elmaleh. El segundo, Balthazar, al que dio la bienvenida en 2018, con su marido Dimitri Rassam, del que se ha separado recientemente. "Tienes más empatía y entiendes más cosas, porque es una transmisión del vínculo maternal", indicó la princesa. 

La compleja relación madre e hija de las princesas de Mónaco

A lo largo de los años, ni Carolina de Mónaco ni Carlota Casiraghi han entrado a valorar en detalle su relación, aunque esta última sí ha dejado caer en varias ocasiones que es "compleja" y "ambivalente". "Intento no hablar de mi relación muy privada con mi madre y no quiero necesariamente revelar todo lo que está pasando entre nosotras, pero siempre es acompleja y ambivalente", sentenció en la citada entrevista con 'Town & County". 

Con sus más y sus menos, Carolina de Mónaco participa activamente en la intimidad de su hija y en la de sus nietos, con los que comparte todo el tiempo que puede. A pesar de las idas y venidas que ha caracterizado su relación con Carlota Casiraghui, lo único cierto es que su hija le profesa gran admiración. Un sentimiento al que no duda en remitirse cada vez que tiene la oportunidad.