Todo parece indicar, como ya sucedió con el Trooping the Colour, que Kate Middleton hará una reparación estelar en Wimbledon, la gran cita del tenis británico que no se pierde desde 2016. Como patrona del club que organiza el torneo, a ella le corresponde la labor de entregar el preciado trofeo a los ganadores (femenino y masculino).
Sin embargo, que vaya a dejarse ver no significa, en ningún caso, que esté recuperada para asumir sus responsabilidades institucionales a pleno rendimiento. Con una corona británica cada vez más frágil, el paso al frente de Beatriz de York, que podría ayudar a revertir la situación, ha puesto en una encrucijada al príncipe Guillermo.
La excepcional situación de la casa real británica que ha hecho saltar todas las alarmas y no va a remitir
Cuando el pasado 15 de junio Kate Middleton retomó por unas horas sus funciones públicas durante el Trooping the Colour, la corona real británica respiró tranquila, pero poco les ha durado la calma. Los expertos en casas reales de Reino Unido ya alertan de la difícil situación en la que se encuentra la monarquía de aquel país, cada vez más menguada por las enfermedades, los accidentes y las correspondientes bajas que de esto se deriva. No olvidemos que la princesa de Gales todavía está en fase de recuperación del cáncer que padece, al tiempo que recibe quimioterapia preventiva. En otras palabras: le queda por delante un largo camino que transitar hasta que su agenda se normalice.
En el caso de su suegro, el Rey Carlos III, su calendario de eventos crece a pasos agigantados, pero todavía no está curado al cien por cien. Sus signos de debilidad propios del cáncer que también padece y su avanzada edad (tiene 75 años) son más que evidentes en cada aparición pública. A esto hay que sumar la ausencia de la princesa Ana, en casa recluida mientras se recupera del accidente que sufrió con un caballo y que la llevó al hospital.
Sobre los hombros de la hermana del soberano ha recaído la tarea de reemplazarle a él y a la mujer del príncipe Guillermo en estos meses de incertidumbre. Esto con el objetivo de alivianar la carga que pesa sobre el heredero al trono y la Reina Camilla, que han visto redoblados sus compromisos, al tiempo que tienen que velar por sus parejas y su delicada salud. En el caso del marido de Kate Middleton, la presión es triple, porque también tiene que hacerse cargo del cuidado de sus tres hijos: Jorge, de 10 años; Charlotte, de 9, y el pequeño Luis, de apenas seis.
El desencuentro de la princesa Beatriz de York y su primo Guillermo por culpa de su pasado
En el contexto de este complicado croquis, se ha hecho cada vez más relevante la figura de la princesa Beatriz de York, que demanda más presencia institucional. Sin embargo, su disposición a tender una mano al príncipe Guillermo para reforzar la monarquía ante la opinión pública se ha encontrado de frente con la reticencia del príncipe de Gales. Una postura tajante que ha llamado poderosamente la atención, entendiendo que la hija mayor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson es una candidata idónea para llenar el vacío que tiene a la casa real británica inmersa en una crisis sin precedentes.
Hay un motivo de peso que explica la negativa del hijo de Carlos III de darle a su prima el papel que le correspondería y que, de acuerdo con 'The List', "podría tener un efecto catastrófico en su rol actual y futuro como rostro público de la realeza británica". La razón no es otra que la participación activa de la princesa de 35 años en la entrevista que concedió su padre tras salir a la luz en 2019 su estrecha relación con Jeffrey Epstein. El magnate fue encontrado sin vida en la cárcel ese mismo año, a la espera de su juicio por tráfico sexual de menores, entre otros. El príncipe Andrés fue señalado por una de las víctimas de haber abusado sexualmente de ella.
La entrevista que dinamita el auge de la princesa Beatriz en el seno de la casa real británica
La plataforma Netflix ha reabierto este polémico episodio que puso en jaque a la familia real británica y acabó con el padre de Beatriz de York relevado de sus funciones institucionales. Lo ha hecho con su película 'Scoop', en la que profundiza sobre el papel que asumió la prima de Guillermo y Harry en las negociaciones de la entrevista que concedió el príncipe Andrés en 'Newsnight', de la BBC, y que catapultó su caída a los infiernos.
El renovado interés por lo que sucedió durante aquella época entre bambalinas ha puesto el foco en la princesa Beatriz. Es de entender que, en estos momentos de fragilidad, el príncipe Guillermo no quiera profundizar en la crisis que vive la monarquía británica con un nuevo escándalo que, en ningún caso, va a beneficiar la imagen de la debilitada corona. "Es lo último que necesitaba Beatriz. Carlos y Guillermo empezaban a verla como una pieza fundamental para llenar el vacío que había en la familia, pero ella siente que ahora todo eso se ha arruinado", ha señalado una fuente cercana a la princesa a 'Ok! Magazine'.