La recuperación de Kate Middleton y su reaparición en Wimbledon está copando la actualidad informativa, pero no es la única noticia que se desprende de la casa real británica. Mientras la princesa de Gales se ha convertido en el centro de los titulares, las otras “cosas” de Palacio se mantienen opacadas sin que, por ello, su trasfondo sea menos importante.

El rey Carlos III, al frente de una monarquía cada vez más minada por las enfermedades, los accidentes y las polémicas, está haciendo frente a la complicada situación en la que le ha metido su hermano. Mientras decide qué hacer con él, ya tiene un plan urdido para su mansión, que se cae a pedazos. 

La delicada situación de la casa real de Carlos III que ha hecho disparar todas las alarmas

Hace algo más de un año, cuando Carlos III subió al trono, nada hacía prever que la monarquía británica estaría en una situación de fragilidad inédita. En enero de este año, nueve meses después de su coronación, al marido de la reina Camilla le diagnosticaban cáncer. La misma enfermedad que padece Kate Middleton y que en marzo, tras su sonada ausencia, tuvo que anunciar con un vídeo que, si bien aplacó las especulaciones, no ha servido para calmar las aguas. 

Los expertos reales de Reino Unido han hecho saltar todas las alarmas con la debilidad que está trasladando la casa real a la opinión pública. Más después del accidente que sufrió la princesa Ana con un caballo que la mandó al hospital y, cerca de una semana después, la tiene convaleciente en casa. En los últimos meses, la también hermana del príncipe Andrés se ha convertido en un miembro clave de la realeza para suplir las bajas de sus familiares. En cuanto a Andrés, continúa en un limbo y su situación cada vez se vuelve más compleja. 

El Príncipe Andrés con Epstein

La foto del Príncipe Andrés con Epstein que supuso la caída a los infiernos del hijo favorito de Isabel II.

Foto: BBC

La caída a los infiernos del hijo favorito de la reina Isabel II

El príncipe Andrés vive apartado de sus obligaciones institucionales desde 2022, tres años después de que saliera a la luz su estrecha relación con el multimillonario Jeffrey Epstein, quien se quitó la vida en la cárcel a la espera de su juicio por delitos de tráfico sexual, entre otros. A esto se suma, la acusación de abuso sexual que interpuso contra él Virginia Giuffre cuando ella era todavía menor de edad. Desde entonces, la caída a los infiernos del hijo favorito de la Reina Isabel II no ha hecho, si no, apuntalarse. 

El también exmarido de Sarah Ferguson vive recluido en su imponente mansión de Royal Lodge de donde Carlos III quiere echarle. El monarca está determinando a sacar de ahí a su hermano menor, a pesar de que siempre les unió una estrecha relación. La casa, como apuntan varios medios de comunicación británicos, se cae a pedazos ante la falta de liquidez del príncipe y la ausencia de una "mano amiga" que le ayude con los millonarios gastos que se desprenderían de su reforma. 

El plan de Carlos III para darle una segunda vida a la exclusiva mansión donde vive el príncipe Andrés

Según ha desvelado 'The Mirror', Carlos III tiene ya objetivos muy claros para el futuro de Royal Lodge que, en ningún caso, pasan porque el príncipe Andrés se quede a vivir ahí. Su intención, una vez consiga que se marche, es alquilarla por una multimillonaria cifra que, además, serviría para engrosar las arcas del monarca y destinar el dinero en otros menesteres necesarios. "Está deseoso de generar ingresos comerciales de la mansión cuando derroque al duque de York, quien se niega a ceder. Quiere alquilarla por 1,2 millones de euros al año", asegura el citado diario por boca de una fuente cercana al padre de Guillermo de Inglaterra.

"Andy, como le llaman cariñosamente, ha rechazado otras ofertas de vivienda y confía en su 'contrato de alquiler de hierro'. Pero personas cercanas a Carlos III creen que conseguirá que se vaya. Tiene sentido que Royal Lodge sea devuelto a la corona y que se puedan pagar las reparaciones y renovaciones que tanto se necesitan. Si se consigue, la casa podría entonces alquilarse para ganar dinero para las arcas del Rey y el país, en lugar de ser una carga para los recursos de todos", ha sentenciado esta persona. 

La gigantesca mansión que trae de cabeza a Carlos III

Mientras las negociaciones llegan a buen término, o no, el príncipe Andrés continúa alejado de la vida pública y encerrado en su gran mansión donde, sobre todo, se dedica a montar a caballo. Se trata de una mansión de proporciones titánicas que incluye una extensa parcela de varias hectáreas, 30 habitaciones muy espaciosas, 7 dormitorios y una decena de baños, además de zona para el servicio. Es tan gran que las hijas de Andrés y Sarah Ferguson celebraron ahí sus respectivas bodas.