La Navidad es clave para las casas reales del mundo, como mínimo para lanzar una imagen de unidad inédita a través de sus esperadas felicitaciones públicas, coincidiendo con esta época marcada en el calendario. La de la familia real del Principado no se ha hecho esperar y ya está aquí para fortuna de los más monárquicos.
Charlene y Alberto de Mónaco han sido uno de los primeros en compartir con sus "subditos" sus buenos deseos navideños y lo han hecho con una poderosa imagen familiar con la que buscan dar la patada a los continuos rumores de crisis matrimonial que les han perseguido. Sobre todo durante este último año. Especulaciones que, valga el apunte, se han recrudecido con las apariciones conjuntas de la pareja en las que la princesa se ha mostrado muy ausente, de acuerdo con los expertos en comunicación no verbal.
La "soledad y asilamiento" de Charlene de Mónaco, la comidilla de este año
"Está rodeada de gente, tiene sus propios trabajadores a su servicio, pero está completamente sola y, en gran medida, muy protegida". Con estas palabras, a mediados de año, el 'Bunte' alemán hacía saltar todas las alarmas por la situación anímica de Charlene de Mónaco, cada vez más aislada y sola de acuerdo con una persona de su círculo más próximo. Si bien es cierto que en los últimos meses la agenda de la princesa se ha visto reforzada, así como su presencia en actos públicos, es habitual que los medios y los expertos en comunicación no verbal hagan continuas alusiones a la, supuesta, tristeza que traslada con sus gestos y mirada.
Durante este último año, la casa real monegasca ha tratado de impulsar la imagen de Charlene en solitario, dándole mayor peso como representante de la corona, sin que, por ello, se hayan acallado los rumores sobre un posible distanciamiento respecto a Alberto de Mónaco y viceversa. "El hermoso mundo de la ilusión de Charlene de Mónaco tiene sus trampas. ¿En quién puede confiar realmente? ¿Con quién habla de sus preocupaciones y miedos sin que el resto del mundo se entere?", se preguntaban desde Alemania este verano, dando el pistoletazo de salida a que volvieran a resurgir con fuerza la preocupación sobre la soledad de la princesa.
La felicitación más familiar e informal de Charlene y Alberto de Mónaco con sus hijos, Gabriella y Jacques
"El Palacio del Príncipe se complace en compartir con ustedes la foto de la tarjeta de felicitación de la familia principesca". Así de escuetos han anunciado desde las redes sociales de la casa real que presiden Alberto y Charlene de Mónaco que ya tienen fotografía oficial para estas Navidades. La imagen, calculada al milímetro, muestra una estampa de lo más familiar -e informal- de los príncipes junto a sus gemelos, Jacques y Gabriella, de nueve años.
En ella, se ve al matrimonio, vestido de calle, muy abrigados y conjuntados los cuatro con jersey y pantalón. Están situados en el gran salón del Palacio de Mónaco, que la familia real ya ha engalanado para la ocasión con un gran árbol de Navidad y adornos propios de esta época del año emplazados en el rellano de la chimenea de piedra.
Mientras Charlene de Mónaco y sus hijos aparecen en un primer plano, sentados en una especia de mesa camilla tapada con una manta, Alberto hace lo propio en la cabecera del mueble, por detrás de su mujer y los menores. De "encantador retrato" tacha 'Hello' la estampa en la que, una vez más, la princesa consorte posa seria, adoptando una media sonrisa que siempre resulta el detonante de todas las especulaciones en torno a su verdadero estado anímico.
"A sus 46 años, Charlene destila elegancia vestida con unos pantalones ajustados de color marrón chocolate que combina con un jersey de punto en tono moca y un par de botas puntiagudas de cuero marrón. Luce su melena rubia platino en ondas elásticas y completa su look con una paleta de maquillaje rosado", recoge el citado medio internacional.
La confesión más íntima de Charlene de Mónaco sobre sus hijos
Hacía tiempo que Charlene de Mónaco no se enfrentaba a los medios de comunicación de tú a tú, menos con una extensa entrevista. Poco dada a hablar con la prensa, la mujer de Alberto de Mónaco se abrió en canal recientemente en una íntima conversación con la revista francesa 'Gala'. En ella se confesó sobre los dos grandes pilares de su vida, que no son otros que sus hijos, Gabriella y Jacques, omitiendo por completo cualquier mención de su marido.
"Las conversaciones que tengo con Jacques y las que tengo con Gabriella son muy diferentes, así como el tiempo que paso con ellos. Gabriella es muy curiosa. Le intriga mucho el mundo y la vida en general. Hace muchas preguntas y exige mucha atención. Jacques es curioso y observador. Más reservado, es naturalmente muy tranquilo", sentenció sobre los gemelos que son la fuente de su felicidad.