Hoy se conmemora el Día Nacional de Mónaco. Cada 19 de noviembre se celebra la identidad monegasca y el país se engalana con distintas actividades festivas. Esta tradición es el "día del soberano", que se celebraba históricamente el día de la onomástica del Príncipe en funciones. El padre del Príncipe Alberto II, Rainiero III, derogó esta tradición escogiendo el día de su subida al trono, el 19 de noviembre, para celebrar esta festividad. A día de hoy, el Príncipe Alberto II mantiene esta fecha en honor a la memoria de su padre para celebrar el Día Nacional de Mónaco.

De la Familia Real monegasca no trascienden demasiados detalles a la esfera pública. Alberto y Charlene son bastante celosos de su intimidad y ni siquiera durante las largas ausencias de la Princesa Charlene por motivos de salud se llegó nunca a saber demasiado más allá de escuetos comunicados que no aportaban demasiado. Lo cierto es que desde la llegada de la Princesa a la vida pública del principado en 2011 siempre se ha mantenido cierto halo de misterio. Durante estos trece años de matrimonio siempre se ha especulado con que la pareja estaba rota, que su relación era meramente contractual o incluso que era inminente el divorcio.

De la figura de Charlene siempre se destaca que guarda un cierto aire de tristeza, que no parece feliz. No son muchas las ocasiones en las que la Princesa, con tratamiento de Alteza Serenísima del principado, ha dado declaraciones. Hace unas semanas hablaba con la publicación francesa ‘Gala’ y ahora trascienden algunos detalles de sus palabras. Las repasamos y con la ayuda de nuestra experta grafóloga y autora de ‘La Magia de las Letras’, Macarena Arnás, nos adentramos en el perfil psicológico de la mujer del Príncipe Alberto.

Charlene de Mónaco en los pasados JJOO de París

Charlene de Mónaco en los pasados JJOO de París.

Gtres

El estado de salud de Charlene

Hace unos días la Princesa Charlene concedía una entrevista a la revista ‘Gala’ donde por primera vez contaba detalles de cómo son sus hijos gemelos Jacques y Gabriela y donde, además, ha querido contar cómo afronta el paso de tiempo. La exnadadora olímpica cuenta que con casi 47 años le es “bastante difícil” luchas contra su propia naturaleza de “explorar mis límites” llegando a explicar que a pesar de entrenar y llevar una disciplina de competición “el cuerpo no me deja, mi mente y mi corazón pueden, pero mi cuerpo dice que no". Continuando desarrollando más esta postura, la mujer de Alberto II prosigue aludiendo a que perseguir un ideal de juventud es “solo una ilusión” y que “hoy en día se busca una perfección física irreal y, obviamente, inalcanzable”.

La Princesa Charlene, algo taciturna, con su marido el Príncipe Alberto y sus hijos Jacques y Gabriela celebrando la fiesta nacional

La Princesa Charlene, algo taciturna, con su marido el Príncipe Alberto y sus hijos Jacques y Gabriela celebrando la fiesta nacional.

Gtres

La Princesa Charlene también desvela entre las páginas de ‘Gala’ una de sus mayores preocupaciones: el impacto del sol en nuestra piel. Charlene cuenta que es algo que ha inculcado a sus hijos desde pequeños. "Son conscientes de la importancia de proteger su piel del sol”, cuenta, para luego detallar que “les hemos enseñado a ponerse protector, llevar gafas de sol y prendas con filtro solar”. La propia Princesa admite que en su infancia en Sudáfrica le habría gustado recibir este tipo de formación ya que nadie le advirtió de que la exposición al sol sin protección, lejos de ser saludable, era un peligro. "No se nos advertía lo suficiente sobre los peligros del sol, veíamos tomar el sol como algo beneficioso”.  

Lo que esconde la firma de Charlene de Mónaco

Macarena Arnás es grafóloga, perito calígrafa y experta en Técnicas Proyectivas Gráficas y autora del superventas ‘Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis... y otras historias de la grafología’ (Arcopress, 2024). Nuestra experta ha analizado dos firmas de Charlene, una más actual y otra más antigua. Nos empieza explicando que “cubre muchísimo el nombre con un ovalo bastante potente y la letra se inclina bastante a la derecha. Esto indicaría que hay un ego bastante inflado, puede ser una persona muy orgullosa, pero a la vez muy sensible, algo que no transmiten las formas curvas en su letra”. Para continuar, Macarena nos cuenta que “necesita proteger esa sensibilidad. Es una persona orgullosa. En la letra M, el monte de la derecha es superior al monte de la izquierda, esto indica que en la parte intima puede ser una persona muy generosa y entregada a nivel emocional”.

Charlene de Mónaco en un acto la pasada semana en un montaje con sus firmas sobreimpresionadas

Charlene de Mónaco en un acto la pasada semana en un montaje con sus firmas sobreimpresionadas

Gtres y SEMANA

En la firma más antigua de la Princesa Charlene llama la atención de nuestra grafóloga “no ejecuta rúbrica, hay países en cuya cultura grafica no se tiene tendencia a rubricar”. También considera un rasco a destacar “cómo prolonga la “e” final. La prolonga mucho a la derecha, esto se llama “el rasgo del procurador” en grafología y nos indica cierta desconfianza o cautela, pero también la necesidad de tenerlo todo controlado”. Finalmente, nuestra experta perito calígrafa concluye que “Charlene es una persona que puede ser a veces muy obsesiva, sobre pensadora, muy planificada y ultra meticulosa”.