Los reyes Guillermo y Máxima y su hija, la princesa Amalia, han finalizado su gira por el Caribe holandés tras casi dos semanas de intenso viaje (del 27 de enero al 9 de febrero). Durante todos estos días han visitado seis islas (BonaireAruba, Curazao, San Martín, San Eustaquio y Saba), dando todo un ejemplo de cercanía entre sus gentes. Esta era una prueba especialmente destacada para la heredera, de 19 años, pues esta gira se concibió para hacer su presentación oficial en los territorios coloniales de los Países Bajos. Así que el reto era muy alto, pero la cuestión es: ¿lo ha conseguido superar?

El guiño de la princesa Amalia al fin de su primera gira caribeña: ¿aprueba o suspende?
Gtres.

La última etapa tuvo lugar en Saba, donde los tres volvieron a sacar su lado más divertido participando activamente en un partido de voleibol, entre otras cosas. Amalia se quitó los tacones para calzarse unas deportivas con las que estar más cómoda y, sobre todo, más adecuada. La princesa ha tenido que ponerse tiritas en los tobillos en más de una ocasión, porque le dolían los altos zapatos. Una imagen que nos producía una cierta ternura y que en el fondo nos recuerda que Amalia es 'solo' una jovencita más que todavía tiene que acostumbrarse a estas cosas...

Durante estos casi quince días por el Caribe, moviéndose de un lado para otro, Amalia de Holanda ha demostrado una gran profesionalidad. Esta era la primera vez que viajaba fuera de su país de manera oficial y tenía por delante una gran responsabilidad. Suponía, además, su primera salida tras las amenazas recibidas el año pasado por parte de la mafia holandesa, lo que provocó que tuviera que regresar a vivir a la casa familiar de Huis ten Bosch (La Haya) y dejar el apartamento que había alquilado en Ámsterdam por sus estudios universitarios. Al menos este viaje se vislumbraba como un balón de oxígeno por todo ello.

El guiño de la princesa Amalia al fin de su primera gira caribeña: ¿aprueba o suspende?
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Las colonias (estas eran las antiguas Antillas Neerlandesas) se han tornado un asunto complicado para algunas monarquías, sobre todo para la británica, donde las críticas y los deseos de completa independencia arrecian. Los príncipes Guillermo y Kate de Inglaterra pudieron comprobarlo en persona durante la gira que realizaron por el Caribe británico el año pasado. Afortunadamente, en el caso de los 'royals' holandeses no ha habido incidentes y parece que todo ha marchado sobre ruedas.

Los reyes Guillermo y Máxima han sido aclamados en cada parada. Y lo mismo su hija y heredera. Amalia ha podido comprobar sobre el terreno cómo trabajan sus padres, que se han convertido en sus mejores maestros. Guiada por su sabia mano, la princesa de Orange ha acometido el frenético ritmo del viaje con su mejor sonrisa. Y sí, también aunque le doliesen los pies. En el apartado de estilo, la joven nos ha sorprendido luciendo una abultada maleta llena exclusivos modelos y complementos a todo color.

El guiño de la princesa Amalia al fin de su primera gira caribeña: ¿aprueba o suspende?
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Durante su estancia han inaugurado un puente y un nuevo vals con el nombre de Amalia, esta ha asistido a varias cenas de gala, ha liberado tortugas en el mar, ha pintado en un colorido mural e incluso ha probado unos chupitos de ron... En medio de todo ello, también ha contemplado orgullosa cómo sus padres celebraban su 21 aniversario de boda colgando un tradicional candado del amor. La aventura caribeña ha sido larga, exótica y muy emocionante. 

Sin embargo, nos faltaba una sola cosa: escuchar su propia voz, saber cómo se sentía. La princesa Amalia ha esperado hasta el final de la gira para pronunciar sus primeras palabras públicas y así dejarnos una conclusión de su experiencia: "Muchas gracias por la cálida bienvenida. No podría haber imaginado una mejor introducción a la parte caribeña del Reino. Realmente he disfrutado conociendo todas las islas y espero volver. También en mi nombre y el de mis padres: ¡masha danki!". Estas últimas palabras han sido un precioso guiño por su parte. Significa "muchas gracias" en papiamento, una lengua criolla que se habla en las islas caribeñas holandesas. Un broche de oro que solo ha sido el comienzo.