Los reyes Guillermo y Máxima y su hija, la princesa Amalia, aterrizan en otra isla dentro de su larga gira por el Caribe holandés. Los días se han ido sucediendo dejándonos vistosas imágenes, de compromiso en compromiso, donde el color local se ha fundido con los animados estilismos que están luciendo la reina y la princesa. Mientras afrontan ya la última jornada de su viaje oficial, madre e hija han brillado con unos complementos exóticos, originales ¡y extragrandes!
Los 'royals' han aterrizado en avioneta en la isla de San Eustaquio, procedentes de la vecina San Martín. La reina Máxima lucía un bonito vestido amarillo de la firma Zimmermann, combinado con unas sandalias de tacón, mientras que la princesa Amalia optaba por un look más relajado, compuesto de un blusón azul con pantalones blancos y unas sandalias de tacón cuadrado. Sin embargo, lo más interesante estaba en los pequeños detalles (o grandes, según se mire).
Máxima de Holanda llevaba un sombrero de rafia de ala ancha para protegerse del intenso sol del Caribe. Era lo más llamativo del estilismo por razones evidentes, aunque ella tuvo la delicadeza de quitárselo en algún momento para que las cámaras pudieran captar bien su rostro. También destacaban sus pendientes largos con un racimo de conchas y borlas, de Johanna Ortiz. Ya sabemos que cuando hablamos del estilo de Máxima, más siempre es más.
Pasando a la princesa heredera, el foco se centraba en sus pendientes: un diseño XL con una abeja como protagonista, realizada con cuentas en turquesa, rematada con pequeñas borlas. Una pieza artesanal de la marca latinoamericana Kilómetros 33.
Amalia parece haber tomado nota de su madre como maestra de estilo, pues sigue al pie de la letra muchos de sus rasgos de identidad. Ampulosidad, colores, variedad de complementos y joyas... Aquí ya hemos hecho hincapié en un original collar de 'charms' de firma griega que prácticamente no se ha quitado durante todo este viaje y que, en esta ocasión, de nuevo adornaba su pecho.
Los reyes Guillermo y Máxima y la princesa de Orange, ahora sí que sí, enfilan ya las últimas horas de este intenso viaje oficial, que les ha tenido dos semanas sin parar por las antiguas Antillas Holandesas, las últimas colonias de los Países Bajos. Hoy, 9 de febrero,esta aventura toca a su fin, con la isla de Saba como último destino (en total, han recalado en Bonaire, Aruba, Curazao, San Martín, San Eustaquio y Saba).
Durante todos estos días hemos disfrutado de un sinfín de momentos divertidos y relajados, donde los soberanos y su hija se han mostrado sin filtros y muy cercanos con estos pueblos. Los monarcas incluso han celebrado su 21 aniversario de boda durante esta gira (les pilló en Curazao, donde incluso pusieron un tradicional candado del amor). La gira ha servido, además, para presentar a la heredera y futura reina de los Países Bajos en estos territorios tan lejanos. Todo parece haber salido bien para ella y con buena nota.
El resultado al completo de esta gira por el Caribe será plasmado en un documental que se emitirá mañana mismo, 10 de febrero, en la televisión holandesa.