La familia real británica trata de pasar página de su año más complicado que se recuerda, caracterizado por las enfermedades de sus miembros de alto rango. Kate Middleton y el Rey Carlos III han dejado atrás la fase más complicada del cáncer que les fue diagnosticado a ambos en enero y continúan inmersos en su recuperación. La Reina Camilla hace lo propio de la afección pulmonar que padece y que ha desembocado en una neumonía, de acuerdo con las últimas actualizaciones de su estado de salud.
En este contexto, los Windsor preparan sus Navidades más especiales, con las que de seguro celebrarán su victoria contras las adversidades. Lo harán en ausencia de Meghan Markle y el príncipe Harry, a los que han desairado en un movimiento definitivo, da cuenta del verdadero estado de su relación que no parece vaya a cambiar a propósito de esta especial época del año.
Un año complicado para los Windsor que no ha logrado promover un acercamiento con Harry y Meghan Markle
La mala relación entre el príncipe Harry y los Windsor ha pasado por diferentes etapas, todas ellas enmarcadas en un fuerte distanciamiento desde que él y Meghan Markle decidieron apartarse de sus funciones reales en 2020 y trasladarse a vivir a California, Estados Unidos. La decisión de los duques de Sussex se materializó después de conceder su polémica entrevista con Oprah Winfrey en la que señalaron a los miembros de la casa real de no haber acogido a la actriz como se merecía e, incluso, los tacharon de racistas.
Sobra decir que el vínculo nunca ha estado más estancado que ahora, a pesar o a propósito del diagnóstico de cáncer del Rey Carlos III y el de Kate Middleton, que, contra todo pronóstico, no ha logrado acercar a las partes. En cambio, distanciarlas más si cabe, lo que parecía impensable.
La relación entre los hijos de Diana de Gales está tan lejos de recomponerse que, incluso, el príncipe Guillermo tiene claro la postura que va a adoptar respecto a Harry y Meghan Markle una vez acceda al trono y suceda a su padre. "Guillermo ya está haciendo planes para cuando se convierta en rey. No ve un futuro para los duques de Sussex en la familia real británica. La sensación es que permitir que Harry y Meghan vuelvan a la primera línea como miembros de alto rango de la corona es una mala decisión. Deberán resignarse de una vez por todas a estar al margen de la corona indefinidamente", señaló a 'Express', recientemente una fuente próxima al círculo de los príncipes de Gales.
El último desaire a Meghan Markle y el príncipe Guillermo con motivo de las fiestas navideñas
Las últimas Navidades en la casa real británica ha estado caracterizada por la ausencia del príncipe Harry y Meghan Markle de cualquier plan conjunto. Desde 2019, los duques de Sussex celebran estas fechas señaladas en el calendario en Estados Unidos, por su cuenta, y en compañía de sus hijos. Ese año, nació Archie, el primogénito de la pareja y, aunque la tormenta entre las partes no se había desatado, Harry y Meghan no se reunieron con los Windsor para celebrar las festividades.
La pandemia fue la excusa perfecta para que, entre 2020 y 2021, las cosas se mantuvieran en la misma línea. Esto después de que la Reina Isabel II redujera los planes de la corona como respuesta a la emergencia sanitaria. Esto a pesar del nacimiento de la segunda hija de los duques de Sussex, Lilibeth, en 2021, lo que imposibilitó a que la niña conociera a su familia real al otro lado del charco.
La situación se ha recrudecido este año, como apuntan desde 'The List'. Y es que, para empeorar las cosas, el príncipe Harry y Meghan Markle ni siquiera han sido invitados por la casa que preside Carlos III para unirse a ellos en ningún acto, privado u oficial, por Navidad. Un desaire mayúsculo que da cuenta del maltrecho estado de la relación entre los duques de Sussex y la familia real inglesa.
Desde el citado medio recogen, por boca de un amigo del hermano del Príncipe Guillermo que habló con 'People', que Carlos lleva meses sin comunicarse con su hijo pequeño. "Las llamadas de Harry no reciben respuesta. Ha intentado comunicarse con el rey para hablar sobre su salud, pero esas llamadas no reciben respuesta", señala la persona cercana al duque de Sussex.
La última vez que el príncipe Harry y su padre se vieron las caras en persona fue el pasado mes de febrero, cuando el primero se trasladó a Inglaterra ante las últimas actualizaciones sobre el estado de salud de Carlos III. Desde entonces, se dice que el soberano no ha podido dedicar tiempo a su hijo, que, a lo largo de este año, ha viajado en varias ocasiones a Londres con motivo de los Juegos Invictus, su proyecto solidario más personal a favor de los militares heridos en combate.
Fuentes próximas al rey descartan esta versión de que la culpa de los últimos desencuentros entre Carlos y Harry tengan que ver con la apretada agenda del primero, si no con la postura del segundo de priorizar otras cuestiones por encima de verse con su padre. De acuerdo con el autor real Robert Hardman, solo hay una forma de poner fin a la disputa en el seno de los Windsor. Y eso pasa por que el príncipe Guillermo y Harry se reconcilien.