La primera reaparición de Kate Middleton en público tras terminar su tratamiento de quimioterapia es la enésima prueba de que la recuperación de la princesa va viento en popa. Tras nueve meses sin agenda oficial, está determinada a retomar sus funciones reales cuanto antes y siempre que sus médicos y su enfermedad se lo permitan.
La vuelta al colegio de sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, es un punto de inflexión para ella y el príncipe Guillermo, que van recuperando su normalidad del día a día después de unas vacaciones muy familiares y extendidas en el tiempo. Junto con Addelaide Cottage y el Castillo de Balmoral, la pareja real y sus niños han pasado algún tiempo en una de sus residencias más privadas, que es un auténtico misterio para la gran mayoría de opinión pública.
Las tres residencias oficiales de las que hacen uso el príncipe Guillermo y Kate Middleton y su refugio secreto
Kate Middleton y el príncipe Guillermo tienen un vasto patrimonio en su haber que se suma al de los Windsor y hacen más llevaderas sus vidas y, no sobre el apunte, menos monótonas. Entendiendo que no hay normas escritas sobre cuándo pueden disponer de una y otra, las casas de las que disponen están a su total disposición y discreción siempre y cuando un miembro de más alto rango, como puede ser el Rey Carlos III, no requiera utilizarlas. Una lista de residencias que incluye un apartamento completamente independiente dentro de los límites del palacio de Kensington, la exclusiva Ammer Hall y la campestre y alejada Adelaide Cottage. Esta última es donde se ha recluido la futura reina de Inglaterra durante su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer que terminó el pasado mes.
Estas son sus casa oficiales. Porque los príncipes de Gales también poseen una pequeña residencia de las que pocos saben y les garantiza una privacidad inédita y multiplicada. El escondite secreto de Guillermo y Kate Middleton es el refugio campestre perfecto para disfrutar de unos días de auténtica discreción y desaparecer por unos días del foco mediático. Toma el nombre de finca Llwynywermod y está situada en las afueras del pequeño pueblo de Myddfai, en Gales, de no más de 500 habitantes.
El refugio desconocido de los príncipes de Gales que disfrutaron Carlos y Camilla durante su romance
De acuerdo con 'Wales Online', la casa-refugio de Kate Middleton y el príncipe Guillermo fue antes una de las residencias donde el por aquel entonces príncipe Carlos y su ahora mujer Camilla pasaban largas temporadas cuando su romance todavía no era público y la agenda de Carlos le llevaba a Gales. Los monarcas también disfrutaron del refugio allá por el año 2021, en los días y semanas posteriores a la muerte de Felipe de Edimburgo, marido de la siempre icónica Isabel II.
Como recoge el citado medio por boca de los residentes del pequeño pueblo de Myddfai, durante sus escapadas a la finca, que se extienden hasta hoy en día, es habitual ver a Carlos III asistir a los servicios religiosos los domingos por la mañana. Lo hace como un ciudadano más, sin buena parte de su equipo de seguridad y tratando de pasar del todo desapercibido. Suele participar en las donaciones de las rifas locales y también se prestó en su momento para inaugurar de manera oficial pero sin apenas cámaras un nuevo salón comunal de la localidad.
La historia del príncipe Guillermo y Kate Middleton en sus residencias oficiales, donde han blindado su relación
Cuando el príncipe Guillermo fue destinado a Gales como piloto de helicóptero de búsqueda y rescate entre los años 2010 y 2013, él y Kate Middleton alquilaron una casa en el norte de la nación que combinaban con sus escapadas de fin de semana a la finca de Llwynywermod. Unos viajes en solitario y privados de los que apenas nadie de su entorno tenía conocimiento, solo sus más allegados, para, así, poder dar rienda suelta a su romance en la más estricta intimidad. Una vez la pareja real se mudó a Londres, el palacio de Kensington se convirtió en su residencia habitual sin que, por ello, desatendieran sus salidas a su refugio secreto.
En el caso de Ammer Hall, se trata del hogar familiar de los príncipes de Gales en Norfolk, cerca de Cambridge, donde pueden pasar desapercibidos de las miradas de los curiosos y las cámaras. Es ahí donde, desde que son padres, se refugian cuando recuperan la normalidad de su día y blindan su intimidad al máximo, como también sucede en su refugio en Gales.
En los últimos tiempos, Kate Middleton y el príncipe Guillermo han vivido la mayoría de su tiempo en Adelaide Cottage, que han convertido en su residencia oficial desde que a la futura reina le diagnosticaron cáncer y se apartó de sus deberes institucionales para recuperarse. Con la vuelta al colegio de sus tres hijos, los reales padres han vuelto a trasladarse a Ammer Hall para retomar su rutina y la de los niños en el más absoluto hermetismo que pueden procurarse dada su fama y circunstancias públicas.