Los Reyes Carlos III y Camilla han comenzado la recta final de su viaje por Oceanía. Esta visita estaba programada para 11 días, ya que se ha visto marcada por el estado de salud del monarca. El padre del Príncipe Guillermo ha tenido que pausar su tratamiento contra el cáncer, motivo por el que han tenido que reducir los días que han pasado fuera de Gran Bretaña. Sin embargo, su enfermedad no le ha impedido viajar hasta su destino, a más de 20 horas de avión desde su residencia. 

Para poder realizar este viaje, el matrimonio ha tenido que cumplir un exigente protocolo de seguridad, no solo por el estado de salud del monarca, sino por las amenazas que recibieron en su llegada a Sídney. Por el momento, Carlos III no ha tenido que hacer uso de las medidas sanitarias que se han preparado para este importante viaje, pese a que tuvo que ausentarse de una reunión debido a su fatiga, momento en el que lanzó un desconcertante mensaje sobre el tiempo

La reina Camilla hace saltar las alarmas durante su llegada a Samoa

Pero, ahora, la que preocupa es la reina Camilla. El matrimonio ha sido recibido en Samoa, donde el gesto de la monarca ha hecho saltar todas las alarmas. La reina consorte ha llegado con un rostro serio que ha captado la atención entre los presentes. Con la mirada cabizbaja ha caminado tras su marido, sin mostrar la sonrisa y alegría que ha mantenido durante el resto del viaje.

 

Antes de su llegada, publicaron un mensaje personal en las redes sociales: "Mientras nos dirigimos hacia Apia, estamos ansiosos por visitar Samoa por primera vez juntos y experimentar la calidez de las tradiciones antiguas con su gente extraordinaria. Feiloa'i ma le manuia! ​​– Charles R y Camilla R." Las últimas palabras en samoano se traducen libremente como: "Estoy deseando conocer al pueblo samoano". Sin embargo, su rostro al llegar no representaba este sentimiento, captando todas las miradas. 

Camilla y Carlos III

Camilla y Carlos III.

Gtres

El gesto serio de Camilla en Samoa aumenta la preocupación por su estado

En su llegada a Samoa, la reina Camilla optó por una túnica rosa pálido y pantalones de lino blanco, un look elegante y apropiado para el acto. Sin embargo, lo que captó todas las miradas fue su mirada triste. Esta seriedad no ha pasado desapercibida para sus anfitriones, quienes se han preocupado por ella. Sin embargo, este gesto serio podría ser solo consecuencia del cansancio tras varios días de viaje, aunque ha generado un gran revuelo, pues también puede ser consecuencia de su preocupación por el estado de su esposo. Además, su estancia en Australia no ha sido sencilla, ya que se han tenido que enfrentar a situaciones complicadas que han podido hacer que la consorte se sienta fatigada. 

El matrimonio, además del estado de alarma en el que se encuentran debido al estado de salud del monarca, ha tenido que hacer frente a un aumento de medidas de seguridad por la amenaza de un hombre que dice ser hijo suyo. La situación en el país tampoco ha sido fácil por los movimientos republicanos que están surgiendo en la zona. Todo ello podría haber generado un malestar en la monarca, quien no ha podido evitar su agotamiento durante su recibimiento en Samoa.

Carlos III y Camilla

Carlos III y Camilla.

Gtres

A ello se suma su cada vez mayor preocupación por el estado de Carlos III. La reina no se ha separado de él en ningún momento, llegando a ausentarse de un almuerzo para acompañar a su esposo cuando se encontraba mal. Camilla ya no puede ocultar su agotamiento, mientras que el rostro del monarca evidencia que él también se encuentra fatigado con este viaje, el cual parece estar siendo demasiado largo para alguien en su estado. Sin embargo, ambos mantienen sus compromisos oficiales, intentando mostrar su mejor rostro a la hora de recibir a sus anfitriones. 

La reina Camilla se quita los zapatos y va descalza después de un largo día de gira por Sydney 

El comportamiento de la reina Camilla durante su viaje a Oceanía está dando mucho que hablar. La monarca ha revolucionado las redes en Australia con su naturalidad. Con el paso de los días, la consorte ha mostrado su agotamiento, sin embargo, ha habido un hecho que ha captado la aten cisión de los usuarios en las redes sociales. Durante su visita a la ópera en Sídney, la pareja tuvo que apoyarse el uno en el otro para hacer frente a las escaleras. Los dos mostraron su cansancio, aunque lograron bajar sus peldaños sin problema. Sin embargo, antes de abordar el buque Almirante Hudson desde Man O'War Steps, la monarca no pudo más y decidió quitarse los tacones y caminar descalza por el muelle. Ambos se apoyaron en la barandilla para poder subir los escalones del recinto, algo que hizo saltar las alarmas sobre su estado de salud.