Poco después de que el Palacio de Buckingham anunciara a principios del año pasado que el Rey Carlos III padecía cáncer conocíamos que iba a pasar buena parte de su recuperación en Highgrove House. Se trata de la casa de campo favorita del Rey de Inglaterra y uno de los escenarios claves de algunos de los momentos más importantes de su vida.
Highgrove House es una de las propiedades más emblemáticas que posee actualmente el Rey Carlos III. La adquirió en 1980 cuando aún era Príncipe de Gales y tan solo un año antes de su boda con Diana de Gales. Construida en el siglo XVIII, la finca está situada en pleno corazón de los Cotswolds, a las afueras de Tetbury. Destaca por la casa de estilo georgiano en la que se combinan distintos elementos, desde lo neoclásico hasta lo más moderno.
Es una casa de campo perfecta para alejarse del bullicio de la capital británica y conectar con la naturaleza, uno de los pasatiempos favoritos del padre de los Príncipes Guillermo y Harry.
En cuanto a las habitaciones, no se sabe el número exacto que hay, pero sí cuenta con salas con zona de biblioteca, chimenea y vistas al jardín de la finca. Los dormitorios destacan porque están decorados al más puro estilo británico. Todos ellos cuentan con papel pintado. En el salón hay diferentes sillones y cuadros históricos. Lo que más llama la atención de las estancias son sus amplios ventanales por los que entra la luz natural.
El refugio de Carlos III donde podía ver a escondidas a Camilla
Highgrove House no solo refleja el estilo de vida de Carlos III, también han ocurrido hechos trascendentales dentro de sus muros. En concreto, la casa de campo fue el escenario de los primeros años de su matrimonio con Lady Di, así como de los veranos junto a sus hijos. Acudían a este remanso de paz para huir de la prensa, así como del mundanal ruido de la capital británica.
Sin embargo, la finca también fue el escenario de los encuentros furtivos entre el entonces Príncipe de Gales y Camilla. La ahora Reina de Inglaterra compró su casa de Ray Mill House, a solo 27 kilómetros de Highgrove, después de su divorcio de Andrew Parker Bowles. Esta proximidad entre ambas residencias les permitió el poderse ver mientras que el hijo de la Reina Isabel II se divorciaba.
Esta parte de la vida del actual monarca ha sido reflejado en la cuarta temporada de 'The Crown', la aclamada serie de Netflix. A mediados de la década de los 80, las visitas nocturnas de Camilla a Highgrove House eran más que frecuentes. De hecho, los trabajadores de la casa de campo tenían la orden de deshacerse de cualquier objeto que hubiera de la inglesa cuando acudía Diana de Gales. Esta finca se convirtió en un auténtico infierno para la Princesa de Gales, que llegó a denominarla como "la prisión".
El ambicioso proyecto de jardinería que lideró Carlos III
Cuando Carlos III se hizo con la propiedad, a través del ducado de Cornualles, tuvo muy claro desde el primer momento que tenía que hacer un huerto orgánico. De hecho, está considerado como uno de los más importantes de Reino Unido y está abierto al público. Creó un espacio sostenible y dejó constancia en esta casa de campo su profundo respeto por el medio ambiente.
Se embarcó en un ambicioso proyecto de jardinería y construyó varias estructuras, en donde podemos encontrar paneles de abejas, así como una zona para el ganado y para las gallinas. Los impresionantes jardines son también fruto del incesante trabajo que ha hecho Carlos III para sentirse más cerca de la naturaleza.
Es aquí, en esta casa de campo, donde también posee una tienda donde se pueden adquirir productos y alimentos que se cultivan en sus campos. De hecho, se ha creado hasta un perfume con la firma Penhaligon's que lleva por nombre Highgrove Bouquet. Tiene notas de mimosa, cedro y flor de tilo.
Debido a la solemnidad de los jardines, se han organizado eventos benéficos, recepciones y visitas guiadas a estos por orden directa de Carlos III. Los fondos recaudados han ido a parar a distintas fundaciones y proyectos sostenibles.