El príncipe Harry sigue protagonizando titulares a propósito de su condición de royal, aunque desde 2020 no ostenta ningún título que le vincule con la familia real británica. Ni siquiera el de príncipe, valga el apunte y la contradicción. Una drástica decisión que ha sabido rentabilizar en los últimos años. El chico dejó la realeza, pero la realeza no dejó al chico, podría ser el epígrafe de su actual vida.

Su último movimiento es la enésima prueba de que remitirse a su pasado le beneficia. Como mínimo para no caer en el olvido y mantenerse de actualidad. En la última entrevista que ha concedido, ha vuelto a referirse a uno de los pasajes más dolorosos de su infancia, con mendicón indirecta a su familia, al tiempo que ha desvelado cómo él y Meghan Markle educan a sus hijos, Archie y Lilibeth. 

El momento más doloroso de Harry que ha dejado entrever cómo educa a sus hijos

Fue y es una de las imágenes más desoladoras que se recuerdan, capaz de hacer tambalear a la familia real inglesa. Nadie puede olvidar el funeral de Diana de Gales, celebrado el 6 de septiembre de 1997, con un Londres abarrotado y sus hijos, el príncipe Guillermo y Harry, de 15 y 12 años en ese momento, caminando detrás del féretro de su madre, cabizbajos y acongojados. Ni el por aquel entonces príncipe Carlos; ni el abuelo de los menores, Felipe de Edimburgo, ni el tío de estos y hermano de Lady Di, Charles Spencer, personificaron ni un solo gesto de cariño o aliento para con los niños durante los 13 kilómetros que duró el cortejo fúnebre. 

La muerte de Diana de Gales en un accidente de coche en París tuvo un impacto tremendo en la opinión pública de todo el mundo y, por supuesto, en la vida de sus hijos. Al príncipe Harry todavía le cuesta referirse al trauma que supuso perder a su madre sin el apoyo de su familia. Así lo ha confesado él mismo durante la charla que ha mantenido con Nikki Scott, viuda militar y fundadora de la organización benéfica Scotty's Little Soldier que ayuda a personas y, en especial, a menores de edad, que, como le sucedió a ella y a sus hijos, han perdido a un familiar en combate. 

"Cuando eres niño es muy fácil pensar o convencerte a ti mismo de que la persona que has perdido quiere que estés triste el mayor tiempo posible para demostrarle que la echas de menos. Pero luego está la comprensión de que, efectivamente, no es así, que ellos deben querer que seas feliz", ha explicado sobre cómo se sintió después de conocer la noticia del fallecimiento de su madre.

El restaurante favorito de Meghan Markle y Harry de Inglaterra

Meghan Markle y Harry de Inglaterra en su restaurante favorito. 

Gtres

Para el príncipe Harry y Meghan Markle la salud mental de sus hijos es fundamental. Una prioridad que el cuñado de Kate Middleton aprendió a las malas. "Eso es lo que trato de reforzar a los niños: si reprimes esto durante demasiado tiempo, no podrás reprimirlo para siempre. No es sostenible y te consumirá por dentro", ha contado, dejando entrever que, tanto él como su mujer, educan a Archie y Lilibeth de tal manera que se sientan totalmente revalidados a la hora de expresar sus emociones y miedos. 

La falta de apoyo que experimentó el marido de Meghan Markle que no quiere reproducir con sus hijos

El hijo menor de Carlos III ya confesó en el documental de Netflix que protagonizó junto a Meghan Markle que no nunca tuvo "esa estructura de apoyo, esa red o ese asesoramiento experto para identificar lo que realmente me estaba pasando" cuando era niño. Como ha relatado en su última entrevista, Harry es plenamente consciente de que los adultos y los menores de edad afrontan de forma diferente las emociones. Es por eso que, en lo que se refiere a sus hijos, trata de darle naturalidad al proceso de lidiar con los sentimientos. Especialmente con los tristes. 

"Ellos tienden a pensar que es mejor no hablar de eso porque les entristece. Pero, en realidad, hablar de ello hace las cosas más fáciles. También hablar de sus seres queridos fallecidos. Darse cuenta de que si hablo de ello y celebro su vida, entonces las cosas se vuelven más fáciles", ha confesado el duque de Sussex. 

La muerte de Diana de Gales, la tragedia que ha perseguido a Harry 

Sobre cómo afrontó la muerte de Diana de Gales, ocurrida aquella fatídica noche del 31 de agosto de 1997, el príncipe Harry ha reconocido en su charla con Nikki Scott que le costó mucho recuperarse. "Nadie quiere estar en la posición en la que se ve obligado a hablar de algo, de lo que no quiere hablar, especialmente cuando todos los mecanismos de defensa de la mente, el sistema nervioso y todo lo demás dicen: 'No vayas allí'", se ha sincerado sobre cómo se vio obligado a reprimir el dolor como única herramienta al alcance para lidiar con el hecho de que nunca más vería a su madre.

Su duro testimonio ha servido para profundizar en la forma en la que los duques de Sussex están fomentando que sus hijos desarrollen una inteligencia emocional privilegiada y sepan de la importancia de cuidar de su salud mental. Quieren evitar a toda costa que tanto Archie como Lilibeth sientan lo que alguna vez experimentó su padre: la incapacidad de expresar el dolor por la falta de asesoramiento y apoyo.