La búsqueda de la felicidad es una constante en la vida y, para lograrlo, la soledad puede ser una compañera amable, una oportunidad de autoconocimiento o un desafío de gran magnitud para muchas personas. Desgranamos la soledad y cómo podemos encontrar la felicidad estando solos con la ayuda de un ejemplo claro de la literatura universal.

La soledad era esto

La soledad, lejos de ser un estado temido, puede convertirse en una herramienta poderosa para el autoconocimiento y la búsqueda de la felicidad. En un mundo lleno de estímulos y conexiones constantes, aprender a estar en soledad nos permite desconectar del ruido externo y conectar con nosotros mismos. En este espacio de introspección, es posible reflexionar sobre nuestras emociones, valores y objetivos, descubriendo aspectos de nuestra personalidad que muchas veces quedan ocultos en la interacción diaria con los demás. La soledad fomenta la autorreflexión, un paso clave para comprender quiénes somos y lo que realmente buscamos en la vida.

¿Cómo podemos abrazar la soledad y sacar de ella un mayor bienestar y plenitud en nuestra vida? Gabriel García de Oro y Luis García de Oro, autores de Historiograma, cambia el argumento de tu vida (Ed.Destino) recogen en su libro de doce historias o historiagramas que ofrecen herramientas para comprender por qué nos suceden algunas cosas, aprender a reconocer patrones y a superarlos. Uno de estos historiagramas habla sobre la soledad y pone como ejemplo a un famoso personaje de la literatura que tuvo que enfrentarse a la soledad por imposición: Robinson Crusoe.

Historiograma

Ya sabemos que Robinson Crusoe naufraga y, en un primer momento, se queda solo en una isla desierta. Respecto a esa soledad que vive Robinson, los autores señalan que “muy probablemente, el mayor desafío al que se enfrenta Robinson no es la supervivencia física, buscando agua, alimento y cobijo, sino la mental. Para un ser social como el hombre, la soledad es un reto mayúsculo”, y, respecto a la soledad, añaden que: “Hasta que no sepas estar contigo serás siempre un náufrago de ti mismo”.

Decálogo para abrazar la soledad

Aunque la situación a la que se tiene que enfrentar Robinson Crusoe es extrema aunque acabe encontrándose a sí mismo. Los autores en su libro nos ofrecen un decálogo con herramientas para poder abrazar la soledad sin necesidad de verse en una situación tan delicada como la de Crusoe:

  • Considérala una oportunidad: La soledad no es un castigo, sino una puerta abierta al autoconocimiento y la reflexión personal. Al igual que Robinson Crusoe, usa este tiempo para descubrir quién eres realmente.
  • Desarrolla tu autosuficiencia: Aprende a depender de ti mismo. Cultiva habilidades que te permitan ser independiente tanto en términos prácticos como emocionales. Esta autonomía fortalecerá tu confianza y tu capacidad para enfrentar adversidades.
  • Cultiva la resiliencia: Estar solo, a veces, es difícil. Proponte desarrollar la resiliencia afrontando tus miedos y superando los obstáculos con valentía, tal como hizo Crusoe en su isla.
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  • Encuentra paz en la simplicidad: Aprecia las pequeñas cosas y encuentra alegría en la simplicidad. La vida de Crusoe en la isla nos enseña que la verdadera felicidad a menudo se encuentra en lo más básico y lo sencillo.
  • Practica la autorreflexión: Dedica tiempo a analizar la vida y tu situación en ella. Examina tus pensamientos, emociones y acciones para entender mejor tus motivaciones y deseos.
  • Valora el silencio y la contemplación: El silencio es un poderoso aliado en el camino hacia el autoconocimiento. Permítete momentos de quietud y contemplación para escuchar tu voz interior y conectar con tu esencia más profunda.
  • Establece una conexión espiritual: Independientemente de tus creencias religiosas, encuentra una forma de conectar con algo más grande que tú. Puede ser la vida o el universo. Esta conexión puede proporcionar consuelo y dirección en momentos de soledad y desafío.
  • Mantén un diario de pensamientos y progresos: Escribir sobre tus experiencias, pensamientos y sentimientos, como hace Robinson con el papel y la tinta que rescata de la nave hundida, es una poderosa herramienta de autoconocimiento. Un diario te permitirá medir tu progreso y plasmar las cuestiones que te preocupan. Por eso la mayoría de los náufragos se las arreglan para poder ir contándose su historia…
  • Abraza tus emociones: No reprimas tus emociones, agradables como las dolorosas. Cada emoción tiene algo que enseñarte sobre ti mismo.
  • Busca la compañía cuando estés preparado: La verdadera conexión con los demás se producirá cuando hayas aprendido a estar contigo mismo. Una muestra de ello es la aparición de Viernes en la vida de Crusoe, cuando el protagonista ya está en paz con su soledad. Esta es la disposición de espíritu para recibir y valorar la compañía de los demás.
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El arte de viajar en solitario

Los autores aseguran que desde la pandemia, ha crecido notablemente el interés por lo que se conoce como "solo travel", una práctica que consiste en emprender un viaje sin compañía. Esta tendencia ofrece a muchas personas la posibilidad de descubrir el valor de estar consigo mismas, dejando de lado la necesidad de estar siempre rodeadas de otros.

Más allá de los aspectos organizativos, viajar solo representa una oportunidad para reflexionar y conocernos mejor. Es un medio para alejarnos de las distracciones cotidianas y los constantes estímulos externos, enfrentándonos a nuestras emociones y pensamientos en un contexto desconocido, a veces retador. Estas experiencias promueven una conexión más profunda con uno mismo, convirtiéndose en un paso clave para aprender a disfrutar de la soledad.