Aunque se ha contado mucho sobre la vida de Diana de Gales y hemos podido conocer más sobre los entresijos de palacio y de su relación con la familia real británica, aún había un personaje que no se había pronunciado sobre ella. 27 años después de la muerte de la princesa del pueblo, Richard Dalton, su peluquero personal, habla sobre cómo se convirtió en confidente de Diana y da detalles sobre su trabajo para ella como estilista.

Diana, una mujer moderna que apostaba por los cambios

Tal vez sea la única persona que estuvo a su servicio que faltaba por hablar, su chef personal sí que lo hizo, pero le parecía una deslealtad o una falta de respeto a su memoria, Después de 27 años se ha decidido a hacerle su homenaje personal en el libro It’s All About The Hair: My Decade With Diana donde habla sobre el tiempo que compartió con la princesa y curiosidades acerca de su trabajo como estilista y peluquero.

A sus 76 años, Richard Dalton se siente más cómodo para poder hablar sobre Diana “quería documentar mi verdadera historia. Ahora me siento cómodo: han pasado 27 años y nada en mi libro es perjudicial para el Diana. Solo recuerdos maravillosos”, explica.

Dalton revela que no fue él el que peinó a Diana el día de su boda en 1981, el peluquero que se encargó del peinado de la princesa fue su colega Kevin Shanley y a Lady Di no le gustó nada el resultado. “Diana me dijo que le hubiera gustado volver a hacer la boda para que el peinado quedara bien”, revelaba el estilista a la revista People.

Diana y Carlos

Diana de Gales y Carlos de Inglaterra el día de su boda.

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El estilo de Diana tuvo un claro proceso evolutivo que pudimos ir observando en las constantes  apariciones públicas de la princesa de Gales. Eso sí, no dejó atrás nunca su icónico pelo rubio que decidió mantener corto tras un encontronazo con la reina Isabel IIsegún desvela Richard Dalton. El suceso que molestó a la reina fue que Lady Di llevaba un moño en la apertura del Parlamento británico de 1984 que a la monarca le pareció demasiado llamativo y que acaparaba miradas restando protagonismo a ella misma y al acto. Desde entonces, Diana optó por el pelo corto para evitar problemas con la reina.

El pelo corto de Diana era muy favorecedor y se ha convertido en un elemento icónico de su imagen. Según su peluquero era muy fácil de peinar y se retocaba en un cuerpo de hora. Dalton confiesa que, durante los años que trabajó como estilista de la mítica ‘royal’ tuvo que adaptarse a circunstancias adversas, problemas de última hora, imprevistos y que tuvo que peinarla en lugares de lo más insólito como el fregadero de su casa o en los baños de los aviones.

Lady Diana

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10 años como estilista de Diana

Tantos años al servicio de Diana hicieron que se fraguara entre los dos una relación más estrecha siendo Dalton uno de los confidentes de la princesa y siendo un hombro en el que apoyarse en los momentos de crisis del matrimonio con el príncipe Carlos, hoy rey de Inglaterra. Dalton asegura que Diana estaba muy enamorada de su marido y que sufría mucho con la situación que le estaba tocando vivir. “Diana estaba perdidamente enamorada de su marido. La veía día tras días. El amor que sentía por él era genuino”, afirma Dalton.

¿Cómo era el día a día de la princesa con su peluquero? Recordemos que Diana vivía en el Palacio de Kensington y era allí donde Dalton iba cada mañana para peinarla e ir moldeando su imagen durante los años que estuvo a su lado.

Por supuesto que atrás quedaron muchas anécdotas con la princesa como algunos problemas con las tiaras como en una gira en Nueva Zelanda. A Diana le molestaba mucho la tiara y Dalton le hizo un arreglo con un elástico de ropa interior. “Corrí a mi habitación, saqué la goma de las bragas, me puse la tiara en la cabeza y la ajusté. Bajé y se la coloqué, le arreglé el pelo para ocultar la goma y no se quejó más de ese dolor”. Esa tiara en concreto es una de las que más utiliza Kate Middleton, la diadema Lover’s Knot.

Lady Di

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Otra anécdota con tiaras surgió en una gira por Australia cuando la princesa se quemó, le dolía la frente y sujetar la tiara le suponía un suplicio. Otra vez Dalton recurrió a la goma de la ropa interior, “cogí un extremo del elástico al collar de esmeraldas y lo puso sobre su cabeza. Lo coloqué en la parte de atrás para que no se cayera”, afirma. También ha contado como en una ocasión cogió orquídeas del hotel donde se alojaban para ponerlas en el pelo de la princesa a juego con su vestido.

Una bonita relación que nos ha dejado unos looks para el recuerdo y una imagen de la princesa Diana que perdurará siempre.