La era digital nos tiene muchas horas mirando una pantalla. ¿Sabías que la luz que emiten ha demostrado ser un agente dañino para la salud cutánea? Estos son los efectos de la luz azul en la piel.

El daño que provocan los rayos del sol es ampliamente conocido pero hay otros tipos de luz, dejando a un lado la luz solar, que pueden afectar de forma negativa a la salud de la piel. La luz azul, aunque la emite de forma natural el sol, también es aquella que emiten los dispositivos móviles y pasamos muchas horas al día expuestos a ella, ya sea con el ordenador, la tablet o revisando nuestras redes sociales con el smartphone. Incluso las luces LED de la casa la irradian. Esa luz se ha revelado como un elemento nocivo para la piel. Te contamos todo sobre las consecuencias de la incidencia de la luz de las pantallas en la piel.

Los peligros de la luz azul o la luz visible

Pasamos muchas horas frente a las pantallas (cada vez más) sin darnos cuenta de que la luz que emiten puede estar perjudicando nuestra salud. Los expertos ya llevan tiempo recomendando protegerse de esta luz azul aunque estemos en nuestra propia casa pero aún la sociedad no es consciente del problema de salud que pueden acarrear los dispositivos electrónicos.

La llamada luz azul o visible que emiten los dispositivos electrónicos y las bombillas LED, es considerada como un agente dañino para la salud cutánea. ¿Qué es la luz visible? Los expertos de Cantabria Labs explican que “la luz visible es la pequeña porción de radiación, dentro del espectro electromagnético, que el ojo humano es capaz de detectar. Suele relacionarse con la luz del sol, cuyos efectos dañinos para la piel son muy conocidos por el público en general”, y añaden que “Sin embargo, no es tan habitual saber que las bombillas de casa o las pantallas de los dispositivos electrónicos como smartphones, televisores, ordenadores o tabletas, también producen luz visible. El 40% de esta radiación visible emitida por los dispositivos es luz azul”.

Cantabria Labs

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La luz azul de las pantallas envejece la piel
Pasar horas mirando el móvil puede tener consecuencias desastrosas para la piel. (Pexels)

¿Daña la luz azul tanto como el sol?

Estas expuestos a la luz azul de manera natural porque la emite el sol pero, actualmente, estamos sobreexpuestos a este tipo de luz que emiten fuentes artificiales como los móviles, tablets, ordenadores… El problema es la sobreexposición. Pasar tantas horas con estos elementos electrónicos hace que sea necesario protegerse de la luz azul tanto como si proviniera del sol.

“La luz azul es un tipo de luz al que todas las personas están expuestas de forma natural. En dermatología, su uso terapéutico es habitual, siempre en exposiciones cortas y de baja intensidad. El problema de las pantallas es que emiten luz azul de una manera más intensa y las exposiciones cada vez son más prolongadas. Sus rayos, capaces de penetrar en la piel a mayor profundidad que los rayos UV, pueden dañar las células epiteliales” señalan los expertos.

La luz azul de las pantallas aceleraría el envejecimiento de nuestras células y por eso es fundamental proteger la piel y su microbioma de sus efectos dañinos. Según los estudios de Avène “El 25 % de los daños celulares son causados por la luz azul. Su radiación acelera el envejecimiento de la piel cada día y favorece la aparición de arrugas y manchas”.

¿Puede causar un mayor daño cutáneo que el sol? La sobreexposición señala que podría sobrepasar el daño solar pero, además, desde Avène advierten que “tal vez la luz azul sea un enemigo incluso más dañino que los rayos UVA y UVB. Estos rayos nocivos penetran aún más en las capas de la piel, llegando a la hipodermis. Con su intensa energía, que le da su nombre, la luz azul ataca todos los componentes celulares: lípidos, proteínas y ADN”.

Efectos de la luz azul de las pantallas en la piel

Al incidir en la piel, la luz azul daña alterando las células. ¿Qué efectos tiene esto en la piel? Desde Cantabria Labs nos explican las consecuencias que tiene la luz de las pantallas en nuestra salud cutánea.

Deshidratación: La luz azul reduce las moléculas encargadas de retener el agua y de mantener una hidratación óptima en la piel, las acuaporinas. Si la capacidad de conservar el agua disminuye el envejecimiento de la piel se aceleraría.

Arrugas y flacidez: Una consecuencia inmediata de la deshidratación es que la piel marca las arrugas con más facilidad. Además, “los efectos de la luz azul fomentan que las enzimas conocidas como metaloproteinasas pierdan el control y destruyan la matriz extracelular, es decir, el entramado de moléculas que hay en el espacio entre células”. Se degradaría el colágeno y la elastina y, por tanto, habría una pérdida de firmeza y densidad en la piel.

Manchas: Al igual que ocurre con el sol, exponerse durante horas a la luz azul estimula la acción de los melanocitos alterando la cantidad de melanina en la piel y favoreciendo la aparición de manchas.

Envejecimiento prematuro: La luz azul estimula la formación de radicales libres, responsables directos del envejecimiento acelerado de la piel.

Además de estos efectos visibles en la piel, la luz azul también tiene otras consecuencias como el cansancio o el insomnio, ya que interfiere en la producción de melatonina (la hormona del sueño).

Vivimos en la era digital y el uso de pantallas está a la orden del día. Si no puedes minimizar la exposición a las pantallas, protege tu piel con cosmética específica o con filtros de pantalla que limiten la emisión de la luz azul.