Aunque no es una afección dañina puede llegar a ser muy molesta. Te contamos cómo puedes solucionar la incómoda piel de fresa, tan frecuente en brazos y piernas, y lucir una piel más lisa y suave fácilmente.

Tal vez la sufres pero no la tienes identificada como tal. ¿Alguna vez has sentido la piel más áspera al tacto y con pequeños bultitos? Sobre todo has podido notarlo en brazos, muslos y glúteos. La piel de fresa puede acarrear picor y malestar, además de poder resultar antiestética a algunas personas que la padecen. ¿Qué es lo que causa la piel de fresa? ¿Cómo se puede tratar? ¿Es una condición de la piel irreversible? Con la ayuda de expertas en el cuidado de la piel vamos a darle respuesta a estas dudas frecuentes.

¿Qué es la piel de fresa?

Famosas como Blanca Suarez o Maisie Williams, la dulce Arya Stark de Juego de Tronos, han hecho visible en los medios esta afección que es muy común. La llamada piel de fresa es esa piel que presenta pequeñas protuberancias rojas, generalmente en brazos, piernas y glúteos, que pueden presentar picor y son responsables de que la piel esté más áspera, casi como la lija. Además, al ser estéticamente poco canónicas pueden provocar problemas de inseguridad y baja autoestima. 

¿Cómo podemos identificar este problema? Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD, explica que “hay quien lo llama piel de gallina, también piel de fresa por su parecido con las pepitas de la fruta, pero su nombre más técnico es queratosis pilaris, aunque mucha gente ni sabe identificar que la padece”, y añade que “es una condición genética folicular de la piel muy habitual causada por una acumulación de queratina en los folículos pilosos”.

Esta particularidad de la piel puede aparecer a lo largo de la vida en cualquier momento, sobre todo en la infancia y adolescencia, en mujeres con un estado avanzado de gestación y en periodos de mucho estrés. Puede tener un origen genético.

¿Qué provoca la aparición de la piel de fresa?

Esa acumulación de queratina que favorece la aparición de la piel de fresa con su característico efecto rugoso y su aspereza. A la pregunta ¿qué es la queratina y por qué puede producir esta piel de gallina? Da respuesta la directora técnica de Medik8, Elisabeth San Gregorio: “La queratina es una proteína que se encuentra en la piel, el pelo y las uñas y, en el caso de que exista una sobreacumulación, puede obstruir los folículos pilosos y, como consecuencia, aparecen esas protuberancias ásperas características de la queratosis pilaris que se pueden llegar a irritarse y adquieren un color rojizo, como el de las fresas”.

Esta condición de la piel empeora en los cambios estaciones cuando hay una humedad más baja y, por lo tanto, la piel tiende a la sequedad. También por otros factores que provocan deshidratación en la piel como el estrés, la toma de algunos medicamentos, cambios hormonales, cambios bruscos de temperatura…

La buena noticia es que no es un efecto que suponga un peligro para la piel, es una afección inofensiva. Aunque no es frecuente picazón y escozor en la piel, la queratosis puede producir síntomas incómodos. Para mejorar la apariencia de la piel se puede tratar con exfoliación y cremas humectantes que ayudan a mantener la piel más lisa, hidratada y suave.

tratamiento para la queratosis pilaris
La queratosis pilari se puede minimizar con exfoliación e hidratación. (Pexels)

¿Cómo tratar la queratosis?

Lo primero que hay que hacer es exfoliar la piel para ir eliminando células muertas y el exceso de queratina que se ha acumulado en los poros. Pero ¡ojo! Si exfoliamos la piel en demasía podemos dañarla o irritarla, sobre todo si la piel es muy sensible y tiene tendencia a la deshidratación. Exfoliando la zona afectada una o dos veces por semana sería suficiente.

¿Qué tipo de exfoliantes deberíamos utilizar para tratar la piel de fresa? “Funcionan muy bien los exfoliantes que contienen ácido salicílico o ácido láctico porque exfolian con menos irritación y ayudan a disolver la acumulación de queratina en los folículos pilosos y a reducir la inflamación. Además, el ácido láctico potencia la hidratación. Para ello, podemos incluso aplicar nuestros productos exfoliantes faciales en el cuerpo”, señala Sonia Ferreiro, cosmetóloga, biotecnóloga y responsable técnica de Ambari.

La sequedad de la piel empeora la queratosis así que, una vez realizada la exfoliación, el segundo paso sería hidratar la piel para suavizarla y devolverle tersura y elasticidad. Aplica aceites corporales con un alto poder hidratante cuando la piel está aún húmeda para potenciar su efecto, o cremas hidratantes de texturas ricas y untuosas para mantener la piel sana y acondicionada.

Aunque es un problema cutáneo bastante generalizado, se puede revertir o minimizar para conseguir pasar de una piel de gallina o de fresa a una piel de porcelana.