El bótox, o tratamiento con neuromoduladores, y los rellenos dérmicos con ácido hialurónico, son dos tratamientos muy comunes, cada día más, pero que siguen generando algunas inquietudes y muchas preguntas. Hablamos con una experta en medicina estética para despejar todas las posibles dudas que puedan surgir sobre este tipo de tratamientos estéticos en pieles maduras.

La edad y los procedimientos estéticos

Aunque no hay una edad específica para comenzar a realizarse tratamientos estéticos, sí que estamos viendo en redes que mujeres cada vez más jóvenes deciden dar el paso y someterse a tratamientos con neuromoduladores (bótox) o rellenos dérmicos.

¿A qué edad suele acudir un paciente a ponerse bótox a una clínica? Hablamos con la Dra. Victoria Núñez, especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial y Medicina Estética facial, que explica a SEMANA que “normalmente la toxina botulínica se puede usar a partir de los 25 o 26 años, o 30, para prevenir si ya empiezan a formarse líneas de expresión que pueden estar sobre todo en los músculos corrugadores, que son los que generan el entrecejo, y después fruncir el ceño, y también, por supuesto, para las líneas frontales. También si están empezando de manera incipiente las patas de gallo, aunque depende de la piel, de la genética, de la exposición solar que haya tenido un paciente. Sin embargo, no hace falta empezar demasiado temprano.

¿En el caso de los rellenos dérmicos con ácido hialurónico la edad del paciente sería similar? “Lo normal es empezar más tarde, a partir de los 30 o 35 años, cuando ya empezamos a tener una depresión del colágeno en nuestra cara, y entonces también empieza el proceso de envejecimiento. Se reabsorbe el hueso, por tanto también se reabsorbe el compartimento graso profundo y ahí es cuando en ciertas zonas, que son las más que específicamente más se afectan por el envejecimiento, tenemos que empezar a utilizarlo”, asegura la Dra. Núñez.

La experta también nos comenta que este tipo de tratamientos tienen que ejecutarse siguiendo la recomendación de un profesional y analizando bien el rostro de cada de cada paciente. Es imprescindible hacer un tratamiento individualizado y personalizado. “No podemos ignorar que, cuando comenzamos más temprano a usar este tipo de medidas, lo que hacemos es prevenir el envejecimiento, retrasarlo, y por lo tanto ir acompañándolo a lo largo de la vida, con mejor aspecto, más autoestima y mayor seguridad”, y añade que “es muy importante saber utilizar estas técnicas en las proporciones y en los lugares adecuados para que no empecemos a transformar o darle poca naturalidad al proceso de envejecimiento”.

Bótox

Freepik

Bótox a partir de los 50

Aunque muchas veces se comienza temprano con este tipo de tratamientos, en otras ocasiones se recurre a ellos cuando se rebasa la barrera de los 50 para intentar revertir el envejecimiento de la piel y los signos evidentes de la edad. ¿Qué puede esperar una piel madura de este tipo de tratamientos? “Con respecto a la toxina botulínica, hay que tener en cuenta que todo depende del estado en el que está la persona con esa edad. Si no se han hecho tratamientos previos, y el envejecimiento está muy avanzado, van a presentar arrugas dinámicas por la expresión, pero sobre todo ya van a tener arrugas estáticas, que va a depender del tipo de piel, de la genética de cada paciente, lo profundas o no profundas que sean o la flacidez que tengan”, afirma la especialista.

¿Qué podemos esperar en el caso de una piel que no se ha realizado tratamientos previos y con un envejecimiento más avanzado? “En esos casos, al utilizar la toxina vamos a suavizar la formación de arrugas dinámicas y mejorar el aspecto, pero las arrugas estáticas no las vamos a poder eliminar con este método. Podemos mejorarlas, porque a la larga, al disminuir el movimiento, esas líneas profundas se hacen cada vez menos marcadas. Sin embargo el resultado, ya habiendo una fractura de la dermis de la piel con la arruga, es más difícil que desaparezca”, asegura la doctora Núñez.

Los rellenos dérmicos en pieles maduras

Ya tenemos claro cómo una piel madura puede responder ante un tratamiento con neuromoduladores, pero ¿qué ocurriría con los rellenos dérmicos? “Los rellenos en pieles maduras van a devolver el volumen perdido en las zonas claves y mejorar la simetría, dar una apariencia más juvenil. Pero en este rango de edad, sí que tenemos que tener en cuenta que en el proceso de envejecimiento participan la reducción del hueso, que el compartimento graso profundo se va reabsorbiendo, que empieza a haber una pérdida de elasticidad y empieza a haber flacidez de los tejidos de los ligamentos de sostén”, advierte la experta.

La doctora argumenta que no podemos pretender unos resultados similares a un lifting con un relleno dérmico, pero sí que podemos mejorar la apariencia del rostro, sobre todo si rellenamos los compartimientos grasos que se han reabsorbido, simulamos el hueso al dar soporte y estructura profunda a nivel supraperiótico, al hidratar los ligamentos podemos intentar mejorar la flacidez, pero desde luego el relleno con ácido hialurónico no es el tratamiento ideal para estos casos. Se necesitan otras técnicas combinadas para que haya buenos resultados a partir de los 50, asegura.

Sí que se puede rejuvenecer de manera sutil y de manera natural, pero a partir de los 50 años es probable que la cirugía sea necesaria si quieren lograr resultados óptimos.

Rellenos

Freepik

Antes y después de tratamientos estéticos con bótox y rellenos

Siempre que vayamos a someternos a cualquier tipo de tratamiento debemos tener claro qué precauciones o recomendaciones son importantes a tener en cuenta antes y después del mismo. ¿Qué cuidados se deben tener en cuenta antes y después de un tratamiento con bótox y/o rellenos? “Antes del tratamiento, normalmente lo que se recomienda es que no se consuma aspirina, ibuprofeno derivado de la soja, vitamina E o alcohol, cosas que puedan tener más riesgo de que se formen hematomas”, nos explica la doctora Nuñez, y añade que “siempre una punción puede ir acompañada de una equimosis o hematoma, aunque también el conocimiento anatómico puede disminuir la probabilidad de que esto suceda”.

Con respecto a la toxina, apunta la experta, se recomienda que se evite acostarse al menos hasta que no hayan pasado unas 4 horas desde la infiltración, porque la toxina lo que hace es disminuir el movimiento, paralizar la musculatura, y por eso la ponemos en una dosis determinada en músculos determinados. Tampoco es recomendable hacer ejercicio intenso las primeras 4 horas ni exponerse a fuentes de calor (debes protegerte del sol).

En el caso de los rellenos, nos comenta que normalmente se suele decir al paciente que no se toque, que no se presione la zona tratada durante 24 horas, porque el hialurónico es un gel que puede moldearse un poco durante esas primeras horas. No hacer ejercicio intenso, también para evitar que se formen hematomas o que haya algún pequeño sangrado. Si es la zona de pómulos, recomienda dormir con el cabecero un poco más incorporado, o incluso boca arriba, para prevenir que no haya pérdidas de proyecciones inadecuadas.

Son dos tratamientos que se pueden combinar en una misma sesión de forma segura, siempre que se hagan de la mano de un profesional. Con respecto a la duración del efecto de cada uno de los tratamientos, la Dra. Victoria Núñez nos confirma que la toxina botulínica tiene una durabilidad aproximada de entre 3 a 4 meses, mientras que los rellenos duran desde 6 meses, hasta 18 o 24 meses, se van reabsorbiendo con el tiempo.