Toñi y Encarna Salazar, conocidas artísticamente como Azúcar Moreno, han visitado 'El Hormiguero' para promocionar "Ya no queda nada", su última canción. Las hermanas han dado los detalles de su nuevo singles y han revelado qué es lo que buscan en un hombre. También han explicado el motivo por el que tienen pánico a los ascensores.
Azúcar Moreno en 'El Hormiguero'
Foto: Antena 3
Toñi y Encarna Salazar entraban al plató de 'El Hormiguero' enérgicas, cantando su última canción y haciendo que Pablo Motos se arrancase a bailar. "Volvemos a nuestros orígenes, que es el gitaneo. La canción es muy flamenca, es buenísima", dejaban claro las Azúcar Moreno.
A la hora de hablar de su último tema, las dos hermanas se contradecían a la hora de explicar una parte de la letra de la canción. "Lo has explicado mal", le echaba en cara Toñi a Encarna Salazar. Pablo Motos, sin palabras, tiraba de humor y le pedía a la audiencia que hicieran una redacción sobre la frase en cuestión: "Ando por la calle suspirando tus quereles".
Ante la confusión de la explicación, Pablo Motos intentaba cambiar de tema y les preguntaba a sus invitadas qué cualidades buscan en un hombre. "Que sea buen tipo, buena gente, que sea guapo. A ella (a Encarna) no le gustan los chicos con rastas y a mí no me gustan los ejecutivos", decía Toñi Salazar.
Pero no contenta con esto, la cantante iba un paso más allá: "Me gustan los bohemios, los que están loquitos, pero locos con cordura". Esta afirmación desataba el caos en el plató y Pablo Motos insistía en cómo podía ser eso. "Hay gente que está un poco loca, pero está cuerda", decía Toñi y se ponía como ejemplo. "Estoy unpoco loca, pero estoy loca. Soy la persona más disciplinada del mundo, pero me gusta hacer locuras porque si no la vida es aburrida. Hay una frase que me marcó, de Joaquín Sabina, que dice: 'Soy una golfa decente'. Me gusta la locura", insistía la cantante provocando la risa del público.
Por su parte, su hermana, Encarna, le recordaba que no se podía ir por la vida haciendo "el loco por todos lados". Algo con lo que Pablo Motos no estaba de acuerdo y lanzaba una importante reflexión. "La gente que no se sabe divertir no es de fiar. La gente no se sabe entregar. Si tú pisas una manguera, el agua está retenida, y cuando sueltas, salen como locos. La parte salvaje hay que dejarla salir", explicaba el presentador de 'El Hormiguero'.
El cambio de Azúcar Moreno en su nueva canción
Gtres
Durante el paso de Azúcar Moreno por 'El Hormiguero' no se han puesto de acuerdo en nada a la hora de responder a las preguntas de Pablo Motos. "Ella dice una cosa y yo la contraria", admitía Toñi Salazar. Además, insistía en que quería hablar de su canción y no "de locuras".
En su charla, las hermanas de Los Chunguitos explican que su nuevo tema es una oda a sus raíces. "Siempre hemos hecho canciones pop, somos gitanas, pero esta canción es todo lo contrario que hemos hecho. Es más pura, más gitana, es la gitana que estaba dentro de nosotras", cuenta la artista. Ambas están muy contentas con el resultado final.
Eso sí, Encarna Salazar ha dejado claro que son artistas independientes y ahora pueden tomar sus propias decisiones. "Vamos por libre, hoy en día está todo complicado, también para los artistas. Antes había una multinacional, pero ahora no está. Hay que seguir hacia adelante, así no tenemos a gente que nos dice blanco o negro", recalca la cantante.
Toñi Salazar por su parte insistía en que tanto ella como su hermana son muy luchadoras y nunca van a tirar la toalla. "Necesitamos programas como este que apoyan la música", deslizaba y le daba las gracias a Pablo Motos por invitarlas a su cortijo.
El trauma de Azúcar Moreno con los ascensores
Es por todos sabidos que las Azúcar Moreno le tienen auténtico pánico a los ascensores. Tanto es así que siempre que van a un hotel piden estar en la primera planta, lo más cerca del suelo. En diciembre, las hermanas fueron a cantar a Miami, a un evento organizado por un rico empresario, y las alojaron en una alta planta en un hotel de lujo. Se quejaron y les cambiaron de planta, aunque tenían que acceder a ella a través de la cocina, donde estaban las escaleras.
Ante esto, han contado el origen de su animadversión a los ascensores. "Tuvimos un problema. Nos metimos en uno, se metió medio equipo de rugby que estaba alojado en el hotel. Se paró el ascensor con todos dentro y empezamos a gritar. Tuvimos un trauma. Ahora tengo problemas con todos", recordaban.