Rocío Flores ha sufrido una crisis de ansiedad en las playas de Honduras. La hija de Antonio David Flores se derrumbaba después de dos intensos reencuentros con Yiya y con Ana María Aldón. Su momento de flaqueza se ha producido tras una semana muy complicada a nivel emocional.La nieta de la más grande ha vivido una gala cargada de emociones fuertes. Sin saber adónde se dirigía, una barca la trasladó a una playa desconocida. La situación desató los nervios de la joven, que se mostraba inquieta. "No tengas miedo, no tengas angustia. Supongo que estarás pensando por qué estoy aquí. A qué he venido. No te asustes. No se trata de nada malo", le advertía Carlos Sobera. "¿Hay alguien con quien creas que te quedaron cuentas pendientes por resolver?", le preguntaba. "No lo sé. Mi hermano, mi novio, mi tía, mi padre, no sé", respondía Rocío.
Yiya ataca con dureza a Rocío
Quien la esperaba en la orilla era Yiya, su mayor rival en el 'reality'. Ésta parecía dispuesta a atacar directa en su yugular. "Veo que comes bien, que me he han dicho que te comes lo de otros. Han decidido darnos una noche de amor a ti y a mí. A partir de ahora seré yo la que te enseñe buenos modales. No se miente ni se roba". La cara de perplejidad de Rocío hablaba por sí misma. "Doña Estrella Polar, los minutos de Gloria no estaban de tu mano", le espetaba Yiya.La nieta de 'la más grande' de defendía de las acusaciones. "Yo en ningún momento le he robado la comida a nadie. Siempre he demostrado mi educación y de respeto. Por supuesto está que no voy a compartir nada con ella, con la persona que más daño me ha hecho en esta edición. Pero si la dirección lo ha decidido, por supuesto".Sobera comentaba que este encuentro podría darles la oportunidad de reconducir su relación. "¿Crees realmente que yo puedo reconducir con una persona que viene así? En mi educación no entra", contestaba Rocío."A chispazos sí podemos tener relación. Aunque yo no haga uso de mi educación, la tengo", le explicaba Yiya. "Yo vengo a abrir puertas y ventanas. No depende de los minutos que ella quiera darme. Brillo y me opaco sola y hasta el día de hoy he estado a disposición del consumidor".
Su reencuentro con Ana María Aldón
Tras el amargo encuentro con Yiya, Rocío se ha llevado una alegría. Porque al otro lado de la caseta donde se encontraba la esperaba Ana María Aldón. Cuando se han visto se han fundido en un cálido y prolongado abrazo. Rocío rompía a llorar. "¡Ay, qué culito tienes! ¿Cómo estás? Mírame. Háblame, que se va el tiempo rápido", decía la mujer de Ortega Cano.