Después de tres meses y medio sin verlos, Rocío y Ana María han podido ver las caras de nuevo a Gloria Camila, a Manuel Bedmar y al pequeño José, hijo de la andaluza y Ortega Cano.
La primera parte de la final de 'Supervivientes 2020' ha estado cargada de emociones para las dos finalistas mujeres de la presente edición. Ana María Aldón y Rocío Flores han podido reencontrarse con algunas de las personas a las que más quieren: Gloria Camila, hija de José Ortega Cano y tía de Rocío, Manuel Bedmar, novio de ésta, y el pequeño José, el hijo que tienen en común la andaluza y el torero.
La primera en volver a ver a alguien ha sido Rocío. Su cara al ver a su novio era de total asombro. Aunque se moría de ganas de besarlo y abrazarlo, las medidas de seguridad tomadas para evitar el avance de la pandemia lo han impedido. Así que se han podido ver a través de una pantalla traslúdica. También han podido abrazarse gracias a un curioso artilugio especialmente diseñado para ello y que la dirección del programa había traído "de Estados Unidos", tal y como señalaba Jorge Javier Vázquez.
El reencuentro de Rocío con su novio Manuel
"¡La Virgem del Poder de Cristo! ¡Esto no puede ser!", exclamaba la nieta de 'la más grande' al ver a su novio después de tres meses y medio separados. "Estás guapísima", le recordaba él en varias ocasiones. Y es que Rocío ha perdido casi 16 kilos y se ha quedado estupenda. "Estamos orgullos de tu concurso. A ser fuerte y a seguir siendo como tú eres. Siendo tú misma llegarás muy lejos", añadía.
La joven hace un repaso al 'look' de su chico
"Te quiero con locura. Te he echado de menos un montón. Me muero por darte un beso y un abrazo, nene", soltaba Rocío con los ojos como platos. Y es que, a pesar de la sorpresa, se ha fijado en algunos cambios en su chico, como su nuevo corte de pelo o un pendiente. Ninguno de los dos ha parecido gustarle demasiado."Ese pendiente quítatelo, no me gusta nada, y el rapadillo ese tampoco me gusta. Te ves muy niñatillo", le reprochaba. A pesar de estos detalles, la joven estaba entusiasmada. "No sabes la falta que me haces", le soltaba, delante de toda España.
La hija de Rocío Carrasco quiso comprobar también el tatuaje de Manuel, quien tiene grabada en el cuello las palabras: "Que todo fluya". Ella, por su parte, lleva tatuada en una de sus muñecas la continuación de esa frase: "y nada influya". Toda una prueba de amor que quedará para siempre fijada en su piel.
Las lágrimas de Rocío al ver de nuevo a Gloria Camila
Otro gran momento de la gala ha tenido lugar cuando Ana María y Rocío han podido ver nuevamente a Gloria Camila. Y así han sido sus cariñosas palabras hacia ellas: "Estoy súper orgullosa de las dos. Sois mi ganadoras. Os adoro. Estoy muy orgullosa de que lleguéis a la final. Sabia que iba a ser la experiencia de vuestra vida". Rocío, hecha un mar de lágrimas, miraba embelesada a su tía. "¿Te acuerdas cuando te dije que no quería venir a 'Supervivientes'? Gracias por animarme a hacerlo", le agradecía.
En su cara a cara, también a través de una lámina, ha habido tiempo para bromas. "Tu sobrina tiene muy mala lengua", espetaba Ana María. Y le recordaba también que había pescado "236 peces". Todo un hito en la historia del programa. "¡Como dijeras que no pescaba no veas la que te liaba aquí 'la Chusa'!", se reía Rocío.
El esperado cara a cara a cara de Ana María con su hijo
Pero aún quedaban más emociones en tan intensa noche. Porque Ana María y Rocío pudieron ver en directo, por videollamada, al pequeño José, el hijo de Ortega Cano y la diseñadora. "Enhorabuena mami, has llegado la final", decía al otro lado del monitor. La andaluza, emocionada, dedicaba un mensaje de cariño a su pequeño. "Qué guapo estás. Cada vez te pareces más a tu padre. Muy pronto estaremos juntos". El niño le recordaba a su madre cuánto la ha extrañado en estas 14 semanas separados: "Te echo mucho de menos, mami". También expresaba su deseo de que fuese ella quien se alzase con la victoria. "Soy ganadora porque te tengo a ti", le respondía Ana María. Rocío Flores, que escuchaba atenta el diálogo, quiso enviar unas palabras al diestro: "Tete, te quiero, que sé que está ahí al lado".