Montoya se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la televisión. El participante en 'La isla de las tentaciones 8' ha impresionado con sus reacciones al ver las imágenes de su pareja en la villa. En cada una de las hogueras, el andaluz no ha podido evitar mostrar sus sentimientos y confesar ante las cámaras sus pensamientos en cada momento. Además, ha destrozado más de una camisa, algo que ha revolucionado las redes sociales.
Montoya ya es un fenómeno mundial, aunque en la última hoguera ha sabido controlar sus emociones y gestionar lo que estaba ocurriendo en la otra villa. En la anterior no pudo ver las imágenes de su novia, Anita, ya que ambos fueron sancionados por la organización del programa tras saltarse las normas del programa y verse.
El participante decidió acudir a la otra villa tras poder ver a su novia entrar en la habitación con su tentación. Montoya fue el elegido por sus compañeros para ver la casa en directo, por lo que al mirar las cámaras, tomó la decisión de intervenir e interrumpir el momento. Al grito de "me has roto", Montoya sorprendió a todos los habitantes. Ante el revuelo, Anita acudió a su encuentro, algo que la organización no quiso pasar por alto, por lo que ambos fueron sancionados sin poder ver las imágenes durante la hoguera.
Montoya se enfrenta a su hoguera más complicada
En la última hoguera, Motoya ha explicado para él esta situación es una pesadilla. "He vivido un año que no tiene nada que ver desde que entró aquí. Ella es la que me preparó para entrar aquí y me dijo que me lo pasara bien y que me divirtiera", ha comenzado en la hoguera. "Hay una frase que me cautivó. Me llegó a decir que si yo me pasaba un límite o me metía en la cama con alguien, la destrozaba", ha continuado. "Lo has hecho", ha afirmado Sandra Barneda. "No he caído en la tentación. He caído en mí, me está dando una persona unas cosas muy bonitas. He caído en ser feliz. Tengo que mirar por mí. He pasado 15 días muerto, pero necesito ser feliz realmente y merezco ser feliz", ha añadido, sorprendiendo a la presentadora, quien le ha recordado que ha caído en la tentación.
La hoguera de los chicos en 'La isla de las tentaciones.
Mediaset
El participante se ha preparado para ver las imágenes, calmándose a si mismo. "Me dijo que no se iba a enamorar de nadie", ha expresado, al ver los gestos y comentarios de su novia con Manuel. Montoya ha respondido a cada uno de los movimientos de su pareja. "No me digas que he caído en la tentación, porque me pongo malo. Me voy. Merezco darme cuenta de la persona con la que estoy. No quiero estar con eso, me da asco. He caído en la tentación y muy contento que estoy, me saca mi esencia. He puesto los límites y ahora me alegro de ver a Anita que dice que está enamorada porque no está arrepentida", ha expresado. "Me han partido el corazón, pero tengo que seguir adelante", ha añadido, mostrando su alegría por tener una villa llena de posibilidades. "Ella se está dejando fluir y disfrutar y nos lo merecemos", ha añadido, refiriéndose a Gabriela, su nueva pareja.
Montoya se derrumba al recordar el pasado con Anita
El participante ha recordado que ha tenido un pasado, pero que ante todo mantiene un respeto hacia la otra persona. "La palabra guarromantico es porque yo soy así. Soy picaresco y gracioso, pero respeto y si no me gusta, me gusta", ha explicado. "No ha pasado nada y 10 segundos antes de entrar me estaba diciendo que confiara en ella. Que me lloraba cuando yo le soltaba alguna broma sobre otra", ha añadido, imitando las lágrimas de su pareja.
Sin embargo, su comportamiento ha cambiado por completo al escuchar a Sandra Barneda desvelar un cambio en el programa. "El futuro no existiría si un pasado donde todo se construyó. Un pasado que a muchos de vosotros se le ha ido desvaneciendo y olvidando en las últimas semanas. Por eso, ese pasado está a punto de volver a vosotros con un mensaje que podría cambiarlo todo", ha informado la presentadora.
En ese momento, Montoya se ha roto y ha comenzado a llorar. Sandra Barneda, sorprendida, le ha cuestionado sobre su estado. "Me ha matado, hablando del pasado. Recuerdo los 10 segundos antes de entrar y Sandra, me da mucha pena porque tenía el futuro muy enfocado con ella. Tenía muchos planes. Yo tengo 31 años y quería ser feliz, ya estabilizado con alguien y ahora empezar de cero, que a mí me cuesta mucho confiar. Soy superalegre y simpático y pienso que no voy a encontrar a nadie, quiero una vida estable, no esto de cuernos para arriba y abajo, qué sinvergüenza", ha zanjado, sin poder parar de llorar.