Broncano reconoció que le hubiera gustado que el primer invitado de 'La Revuelta' fuera Mariano Rajoy. Entonces, hasta el propio Jorge Ponce se comprometió a que solo le harían preguntas sobre su faceta como registrador de la propiedad. Sin embargo, no pudo ser. Meses después, Pablo Motos se ha adelantado y ha recibido este jueves, 13 de febrero, al expresidente del Gobierno en 'El Hormiguero'. El invitado ha acudido para presentar su libro de discursos y ha explicado cómo es su día a día ahora que no está en la política.
Mariano Rajoy en 'El Hormiguero'
Foto: Antena 3
Mariano Rajoy ha asegurado que se encuentra en buen momento. Según sus palabras, tiene una vida "placentera" y "va bien". El expresidente del Gobierno ha descrito cómo es su día a día. "Hago cosas, estoy bien. Me levanto pronto porque sigo caminando. Hago un par de días de fuerza y a partir de ahí voy a trabajar, al registro. Tengo una oficina, recibo gente, alguna que otra conferencia, algún acto del partido. Tengo vida", contaba.
Sobre su actual trabajo, Mariano Rajoy indica que es registrador de la propiedad mercantil y de bienes inmuebles. Eso sí, ahora solo ejerce de lo último en Madrid. Pablo Motos quería saber en qué consistía su oficio. El expresidente del Gobierno ha intentado explicarlo lo más claro posible, aunque sin éxito. "A ver si soy capaz de describirlo... El registro garantiza la seguridad de la gente. En el caso mercantil es para las empresas", decía entre risas.
Eso sí, ha dejado claro que "había más emociones fuertes" cuando ejercía de presidente. "He llegado al mundo del derecho y estoy contento. Disfruto. En política disfrutaba algunas veces y visto como estaba el patio no estaba mal. No hay mayor honor que ser el presidente del Gobierno de mi país", recalcaba. Además, admitía que cobraba más que ahora como registrador.
Mariano Rajoy revela los entresijos de sus famosos y divertidos chascarrillos durante su legislatura
Pablo Motos le ha recordado a Mariano Rajoy algunos de sus discursos que se hicieron virales por los chistes que metía en ellos. "Dabas mucho juego. Las réplicas. ¿Se te ocurrían sobre la marcha?", preguntaba el presentador de 'El Hormiguero'. Ante esto, el expresidente del Gobierno recordaba una frase de Churchill: "Me voy a preparar la improvisación de mañana en el parlamento".
Después, contaba los entresijos de sus chascarrillos. "Hay que saber de qué se habla, ha que tener razones, argumentos. Luego hay cosas que se te ocurren sobre la marcha. Durante mi legislatura, no fui partidario de insultar o armar la bronca. Un chiste no genera tensión y es más eficaz sobre el adversario. Se me ocurrían, igual que me está ocurriendo ahora", contaba el gallego.
Tras esto, Mariano Rajoy ha hecho hincapié en que hay que tener 3 objetivos claros a la hora de acudir al parlamento. "Lo primero es saber de qué vas a hablar. Hay gente que va a hablar de economía y no sabe. No se puede ir con las manos en los bolsillos", explica. "Segundo, tendrás que saber qué vas a decir. Luego hay que tener buenas razones y argumentos", insiste.
El gallego ha echado la vista atrás y ha recordado sus discursos y réplicas durante su etapa como político. "Me los preparaba muy a fondo, me tomaba en serio a la gente y al parlamento. Los estudiaba y me entretenía mucho. Pasé momentos muy buenos, también malos", cuenta. Eso sí, no se ha querido mojar cuando Pablo Motos le ha preguntado por el mejor y el peor orador en el Congreso de los Diputados.
"No me conviene hacer más enemigos. Sin ánimo de molestar a nadie, tengo que decir que no hay argumentos ni razones. Han sido sustituidos por el tuit y el titular. Hay gente que va a una réplica y la lleva escrita. Un poco de educación y urbanidad no vendría nada mal. Si nombras a uno y no a otro, al final dicen que no tengo ni idea del parlamento", contestaba.
Sobre su libro de discursos, Mariano Rajoy ha explicado que se lo ha pedido el Congreso a todos los expresidentes. En su momento, le pareció un "disparate" que pusieran todos los que pronunció. Por eso, ha hecho un epílogo en el que explica el contexto social y económico de su legislatura. Eso sí, se ha quejado del tamaño de la letra del mismo porque no se puede leer de lo pequeño que es.