Viviana Ordosgoitia se ha sentado en ‘Y ahora Sonsoles’ para sacar a la luz los mensajes que mantuvo con Daniel Sancho horas después del crimen.
Cada vez queda menos para que se celebre el juicio por el caso Daniel Sancho, motivo por el que van saliendo a la luz algunos detalles sobre la relación que mantuvo el asesino confeso con Edwin Arrieta. En la última ocasión Viviana Ordosgoitia, mejor amiga del cirujano, ha tomado la palabra en ‘Y ahora Sonsoles’ para revelar el contenido de su última conversación con el hijo de Rodolfo Sancho cuando este estaba ya retenido por la policía.
En primer lugar, la joven ha revelado que Edwin Arrieta y Daniel Sancho se conocieron en Instagram en torno al mes de octubre y noviembre: “Creemos que Edwin le reaccionó una historia de las que él hacía de cocina”, ha comenzado indicando, para después aclarar que el entorno más cercano al colombiano no supo de la existencia del chef hasta el mes de enero: “Él (Edwin) empieza a venir a Madrid. Desde hace un año escucho su nombre y me acuerdo de cosas como que era chef y quería montar un negocio con él o estaba en proceso de hacerlo”, ha indicado. Una confesión que deja entrever que ambos tenían planes de futuro juntos: “Edwin quería venir a vivir a Madrid y homologar su título de cirujano. Mínimo un mes y medio o dos meses antes estaba planeando este viaje con Daniel de ir a Tailandia”.
Fueron muchos los meses en los que el cocinero y el médico mantuvieron un contacto muy seguido. Es por ello que entre los allegados a Edwin y Daniel se forjó un vínculo por el que incluso se intercambiaron los teléfonos, probablemente sin llegar a imaginar que semanas más tarde tendrían que ponerse en contacto con Sancho por la desaparición de Arrieta. Tanto es así, que la propia Viviana escribió un mensaje al hijo de Silvia Bronchalo 36 horas después de la muerte de su amigo: “Hola, me avisas cuando vayas a donde me dijeron que estaba”, redactaba.
Las palabras de Ordosgoitia no quedaban ahí y, al ver que Sancho no estaba siendo muy receptivo a sus peticiones, volvía a insistir: “Yo le digo: ‘Daniel, entiende la angustia que tenemos. Necesito que como sea vayas a la policía y al hospital y busques a Edwin, esto no es normal’”. Unos minutos más tarde, el joven contestaba: “Me tienen retenido haciéndome preguntas en vez de andar buscándolo. Si no es porque voy a la policía nadie estaría haciendo nada”, se justificaba.
A esto se suma que la amiga de Arrieta y el resto de sus seres queridos comenzaron a sospechar de Daniel cuando le llamaron sin saber que podía haber cometido un crimen hacía apenas unas horas: “Se escuchaba agitado, se escuchaba agua, se escuchaba ruido…”, ha asegurado. Ahora, tan solo les queda esperar hasta el juicio y sea la Justicia de Tailandia quien tome la última palabra sobre uno de los casos más mediáticos del momento.