Este pasado fin de semana, la alta sociedad española se vistió de gala para asistir a una boda que prometía ser uno de los eventos más exclusivos del año. Victoria López-Quesada, primogénita de Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada, contrajo matrimonio con Enrique Moreno de la Cova, hijo del reconocido ganadero sevillano Enrique Moreno de la Cova Maestre y de la pintora Cristina Ybarra y Sainz de la Maza. Como era de esperar, el enlace congregó a un selecto grupo de invitados, entre los que destacaron algunas de las figuras más relevantes de la realeza española, quienes, como siempre, no decepcionaron en términos de estilo.
La ceremonia se convirtió en un desfile de royals. El Rey Felipe VI, la Reina Sofía, y sus hermanas, la infanta Cristina y la infanta Elena no quisieron perderse este enlace; aunque echamos en falta la presencia de Victoria Federica de Marichalar que, seguro, hubiera llevado un 'lookazo' y a su hermano, Felipe Juan Froilán. Aún así, como suele ser costumbre en este tipo de enlaces, las invitadas lucieron estilismos de lo más chic y reflejaban las últimas tendencias, además de hacer guiños a estilos más atemporales y elegantes. Desde la Reina Sofía hasta la Infanta Elena, pasando por la Infanta Cristina, los looks de las invitadas principales no dejaron a nadie indiferente. A continuación, analizamos en detalle las elecciones de vestuario de estas distinguidas damas.
El look súper tendencia de la Reina Sofía: la elegancia atemporal de Valentino
La Reina Sofía, siempre un referente de elegancia y sofisticación, no quiso perder la oportunidad de lucir uno de los diseños más destacados de la jornada. Apostó por un vestido de Valentino, uno de sus diseñadores de confianza, una joya de 'archivo' que pertenece a una colección de 2011. La prenda, que sigue perfectamente en línea con las tendencias actuales, presentaba un diseño con sobrevestido de tul transparente de estilo vaporoso, una tendencia que ha arrasado en las alfombras rojas de este año.
El vestido, de corte recto y manga larga, contaba con un forro satinado en color champagne, que aportaba un toque de calidez al look. La capa exterior de tul negro transparente estaba decorada con un intrincado bordado de flores negras y algunas flores tridimensionales en blanco que aportaban textura y movimiento al estilismo. El resultado fue un look sofisticado, perfecto para la ocasión, que demostraba una vez más que la Reina Sofía sabe cómo sorprender en unas nupcias de este calado, así como fusionar la tradición con un toque de modernidad. No se le escapa una tendencia.
El carísimo vestido de Elie Saab de la Infanta Elena
La Infanta Elena, siempre fiel a su estilo personal y original, optó por un vestido del diseñador libanés Elie Saab que no pasó desapercibido. Conocida por su gusto por las piezas con carácter y personalidad, Elena eligió un vestido camisero blanco, un color prohibido completamente en bodas, pero con un diseño súper favorecedor que hacía que el blanco perdiera su poder y que su silueta se viera mucho más estilizada.
El vestido, de corte midi y con mangas cortas, destacaba por sus cuellos XXL, untrend ineludible de este año y un detalle que aportaba un aire de modernidad y tendencia al conjunto. La prenda, adornada con líneas verticales formadas por lunares negros (de más gruesos a más finos), jugaba con la geometría de una manera que el busto se viera más elevado y que la cintura se viera más estrecha. Este diseño, de la última colección de Elie Saab, tiene un precio actual de 2.549 euros y está disponible en Farfetch. Un modelo que no solo encajaba perfectamente con el estilo de la Infanta Elena, sino que también reflejaba su habilidad para elegir piezas que son tanto elegantes como innovadoras.
Para completar su estilismo, la infanta apostó por unos salones de tacón sensato de color negro y acabado brillante que contaban con una pequeña tira decorativa en el empeine. Este diseño lo podéis encontrar, muy parecido, en Mango o en Lola Cruz.
Infanta Cristina: sencillez con un toque artístico
Por su parte, la Infanta Cristina optó por un look más sencillo pero igualmente efectivo. Eligió una combinación de blusa y falda que destacaba por su equilibrio entre la sobriedad y un toque de creatividad. Este binomio, blusa blanca-falda larga, nos recordaba indudablemente al estilo de Rania de Jordania, que siempre que puede lo saca a pasear en alguna de sus apariciones. La blusa blanca, de corte limpio y clásico, combinaba a la perfección con una falda larga de print abstracto en tonos azul, blanco y negro.
El estampado arty de la falda, con sus formas abstractas, aportaba dinamismo al conjunto, mientras que la blusa blanca equilibraba el look y mantenía esa elegancia sencilla que la hermana del Rey Felipe VI derrocha siempre en sus apariciones. Esta elección demostraba que la Infanta Cristina sabe cómo utilizar la moda para expresar su personalidad de manera sutil, sin necesidad de recurrir a piezas excesivamente llamativas. Remató el look con un bolso de mano pequeño, de tipo clutch rígido, repleto de glitter plateado a juego con el broche que llevaba en el pecho de la camisa y su choker de brillantes.
La madre de la novia se decantó por un vestido wrapde color verde esmeralda, con cuello camisero, escote en pico y falda asimétrica. El diseño, confeccionado en una gasa bastante opaca, le sentaba de maravilla y se envolvía en su silueta hasta cerrarse con un broche de brillantes. Lo cierto es que no escatimó a la hora de incluir joyas: pendientes y collar de perlas, un broche en el pecho y otro en el cierre. Por poner una pega, el color de los salones y los cristales del empeine no llegaron a equilibrar el look del todo, de hecho lo recargaban un poco. Aún así, se veía muy elegante y tanto el maquillaje como el recogido fueron muy acertados.