La infanta Cristina se ha ido de boda y nos ha dejado un look diferente a los acostumbrados de invitada, pero muy moderno y favorecedor.
Mientras todos los ojos están puestos en la coronación de Carlos III en la Abadía de Westminster de Londres, con la congregación de todas las casas reales y con la Reina Letizia como la invitada más deslumbrante, la infanta Cristina también está disfrutando de un día de fiesta, acudiendo en Toledo a la boda de unos amigos. Muy sonriente y feliz, la hija del rey emérito asistió al enlace de José María Treviño y Paula Fernandez Martínez, ya que la madre del novio fue compañera de Cristina en el colegio Santa María del Camino y continúa manteniendo con ella una estrecha amistad.
La Infanta no quiso perderse el acontecimiento, en el que destacó como una de las invitadas más elegantes y modernas. Lejos de los clásicos vestido de invitada que solemos ver en este tipo de eventos, ella se decantó por un vestido satinado midi fluido, con falda plisada de bajo asimétrico y cuerpo de cuello a la caja ligeramente fruncido y manga larga en tono topo. Si tenemos que ponerle un pequeño 'pero' al estilismo, es que el color no es el más favorecedor y alegre para esta época del año. No hemos podido localizar el diseño, pero hace unos días la Infanta salía del taller en Madrid de su amigo Lorenzo Caprile, el diseñador de su vestido de novia y puede que también de este estupendo modelo.
El gran look de la infanta Cristina para ir de boda
Completó el estilismo con unas sandalias de cuña sensatas con dos tiras joya de strass, que dejaban ver una cuidada pedicura en tono rosado, y una sencilla cartera sobre de ante en la misma gama cromática del vestido. En la mano también se podía ver una pashmina al tono, en previsión de la bajada de las temperaturas al caer la tarde en esta época del año. De las joyas destacaba un llamativo collar de cadena con una flor de piedras, junto con unos pendientes largos dorados.
Siguiendo con su tónica habitual, el look beauty fue de lo más sencillo, con un maquillaje muy suave y la melena peinada de manera muy natural con raya al lado.
Su sonrisa y el rostro radiante deja patente que la infanta Cristina ya ha pasado página a su separación de Iñaki Urdangarin y ha comenzado una nueva vida, esperando solo a la firma del divorcio dentro de apenas unas semanas. Su imagen también se ha renovado en estos pasados meses, operándose los ojos para quitarse las gafas y también quitándose la verruga que tenía muy cerca de la boca.
Y la mejor forma de demostrar que está de nuevo feliz es este look de invitada tan especial y atractivo.