De Damiano a María Becerra: los mejores y peores looks de la alfombra roja del Primavera Pop de Los 40 Principales

No es oficialmente primavera hasta que Los 40 Principales sacan a relucir su alfombra roja más excéntrica y ruidosa: el Primavera Pop. El festival, convertido en tradición y en plataforma de lanzamientos para el pop patrio (y, de cuando en cuando, para alguna estrella internacional), volvió a desplegar focos y flashes en su edición 2025. Pero si bien otros años la expectación giraba en torno a qué artista internacional vendría a subir la temperatura del escenario, todos los años -de un tiempo a esta parte- el interés gira en torno a los looks del photocall. Porque una cosa es ir a darlo todo con el micro y otra, muy distinta, es enfrentarse al ojo crítico de la moda… Y amigos y amigas, esta vez la alfombra roja  ha sido un auténtico desfile de looks histriónicos, tendencias candentes y mucho, mucho exceso.  

Con un nivel general más bien justito, entre el disfraz y la performance de fin de curso, hubo al menos una aparición que nos reconcilió con el concepto “estilo”. Y, cómo no, fue Damiano David el que vino a salvarnos del naufragio estético.

Damiano David: el vaquero elegante que vino a darnos una lección de moda

El líder de Måneskin fue, sin discusión, el mejor vestido de la noche. El más internacional, el más esperado… y el más elegante, curiosamente. Conocido por su gusto por la provocación, el cuero, las transparencias y los guiños a la estética glam, esta vez sorprendió (y encantó) con una blusa negra translúcida abiertita y mangas fluidas, combinada con unos pantalones cowboy negros con detalles blancos en los laterales. Una oda a la sensualidad sin estridencias, y una demostración de que se puede ser atrevido sin parecer disfrazado. Gracias, Damiano, por recordarnos que la moda también puede tener coherencia.

María Becerra: sencilla, pero efectiva

Entre tanto caos textil, apareció María Becerra como un soplo de normalidad. Top blanco, pantalones sencillos y una actitud que nos recordaba que menos, a veces, es mucho más. No fue un look rompedor, ni lo pretendía, pero respiraba coherencia, comodidad y naturalidad. En un mar de estridencias, su look fue un salvavidas. ¿Lo mejor? Desde que Timothée Chalamet decidió hacer de su corbata un sayo, este accesorio vale para todo y nos gustó la forma de reinterpretarlo de la cantante.  

Vicco: la reina del vaquero experimental

Vicco, que lleva un tiempo coqueteando con la estética noventera, apareció con un conjunto denim de aires patchwork formado por un bustier ajustado y unos pantalones XXL de campana desestructurada. ¿Resultado? Un look muy Los 40 Principales. El estilismo era tan personal como valiente. Eso sí, puntos extra por no caer en lo anodino. Vicco es de las que arriesgan, aunque no siempre acierten.

Violeta (OT): cuando el negro no te hace el favor que esperas

Si cuesta reconocer a Ruslana, lo de Violeta es directamente otro caso de identidad misteriosa. Lució un total look negro coronado con una capa dramática que parecía sacada del vestuario de Juego de Tronos. El conjunto no estaba mal ejecutado, pero no había nada que lo hiciera memorable ni tampoco acorde al espíritu pop del evento. Cuando necesitas hacer zoom para confirmar quién es la artista que posa delante del backdrop, quizá el estilismo ha fallado en algo esencial.

Ruslana: entre el cosplay gótico y la confusión estilística

Cada photocall es una incógnita cuando se trata de Ruslana (de OT), y no porque queramos jugar a las adivinanzas, sino porque no hay dos apariciones suyas que sigan una misma línea. Esta vez se plantó en la alfombra con un vestido negro de escote Bardot con abertura, plataformas de vértigo, medias oscuras y una melena bicolor (rojo fuego y negro) que recordaba, irremediablemente, a la primera era de Billie Eilish. El conjunto en su totalidad tenía más de experimento que de outfit real, y aunque hay algo en su desparpajo que nos cae bien, lo cierto es que todavía parece estar buscando su voz estética. 

Naiara: la 'choni chic' más auténtica del pop

Auténtica hasta la médula, Naiara nunca ha pretendido ser algo que no es. Y se agradece. Fiel a su estilo ‘choni glam’, esta vez apareció con un mini vestido rosa y negro lleno de aberturas y detalles que rozaban el exceso. Pero, ¿sabéis qué? Lo defendió como si llevara Alta Costura de París. Y ahí está su poder. Lo suyo no es complacer a los estilistas, sino a sus fans, y a ella misma. Lo logra. Aunque lo de las plataformas… quizá con menos también nos valía.

 

 

Tony Aguilar: fiel a su uniforme de siempre

Hay cosas que no cambian, y Tony Aguilar es una de ellas. Fiel a su uniforme de vaqueros, sudadera y chaqueta abierta, volvió a demostrar que él viene a trabajar, no a posar. ¿Aburrido? Sí. ¿Coherente con su estilo? También. Pero en una gala en la que todos parecen competir por la excentricidad, quizá se agradece algo de previsibilidad.

Abraham Mateo: bien, pero… ¡esas zapatillas!

Tenemos que aplaudir el estilismo de Abraham Mateo, que iba de blanco y negro con un jersey furry a rayas, camisa, corbata y pantalón. El detalle del peluche Labubu colgando del pantalón nos pareció una fantasía. ¿El problema? El peinado imposible y esas zapatillas que parecían sacadas del armario de un adolescente en pleno apocalipsis skater futurista. Con otro calzado, estaríamos hablando de uno de los mejores looks de la noche.

Porque sí, nos reímos, criticamos (con cariño) y suspiramos por algún que otro momento fashion, pero lo cierto es que el Primavera Pop no sería lo mismo sin su desfile de excesos. Esta gala es lo más parecido a una pasarela libre de etiquetas, normas o reglas de buen gusto. Y eso también tiene su encanto. Porque mientras haya artistas dispuestos a lucir con orgullo sus zapatos de plataforma lunar y corsés de vinilo, nosotros seguiremos aquí para aplaudir (o llevarnos las manos a la cabeza), pero siempre disfrutando del espectáculo.

Que viva el pop, que viva la moda sin filtro… y que el Primavera Pop nos siga regalando estos momentazos año tras año.