Tic, tac, tic, tac... El tiempo pasa y quedan menos de cinco meses para la gran boda del año. Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya han puesto en marcha todos los preparativos para darse el 'sí, quiero' el próximo 17 de junio en la Finca El Rincón, el que fuera hogar de Carlos Falcó, y que ahora Tamara y su hermano Manuel Falcó, sus nuevos propietarios, han puesto a la venta. La boda más esperada tiene en el vestido que lucirá la novia el detalle cumbre. ¿Qué elegirá una de las mujeres más elegantes y con más estilo de nuestro país? La propia hija de Isabel Preysler ha dado algunas pista, muy pocas, eso sí.
Ya nos ha contado que su gran amigo, el diseñador Juan Avellaneda, está codo con codo trabajando junto a ella y que ya lo tiene todo pensando, aunque él no va a ser el diseñador. Si tenemos en cuenta su documental de Netflix, La Marquesa, (que también tendrá una segunda temporada, precisamente con la boda como tema central), Carolina Herrrera tiene muchas posibilidades de alzarse con el privilegio de vestir a Tamara en el día más importante de su vida.
Pero mientras conocemos más detalles, hemos desempolvado los vestidos que su madre lució en sus respectivas bodas, y el que llevó su hermana Ana Boyer para casarse con Fernando Verdasco en el Caribe. ¿Serán su fuente de inspiración?
Isabel Preysler, tres vestidos de novia en tres etapas de su vida
Tres han sido las veces que Isabel Preysler ha dado el 'sí, quiero", y cada una en una etapa diferente de su vida y con vestidos muy distintos. El 20 de enero de 1971 se casó en Illescas (Toledo) conJulio Iglesias, estaba a punto de cumplir 2o años y fue una novia romántica, vestida por Pedro Rodríguez. El 23 de marzo de 1980, en la capilla de la ermita de Malpica de Tajo, Isabel Preysler volvió a casarse, esta vez con Carlos Falcó, marqués de Griñón, luciendo un traje salmón con encaje diseñado por Jorge Gonçalvez (aunque no hay documento gráfico público de él).
Su última boda ya fue en la madurez, y por lo civil en Madrid, el 2 de enero de 1988, con el exministro Miguel Boyer, con un estilismo bastante alejado del habitual para una novia, luciendo un traje de chaqueta de falda ribeteado en visón y con las mangas afaroladas, al estilo de los años ochenta.
Tampoco fue una novia convencional su hermana Ana para casarse con Fernando Verdasco en la isla Mustique. Eligió un vestido de silueta sirena, con escote corazón, palabra de honor, realizado con bordado en pailletes nácar, pedrería de cristal con aplicaciones en guipur y con unos manguitos de los que colgaba un velo de tul de m��s de tres metros, de Pronovias.
Pillará Tamara algunas de las ideas de su madre y su hermana,. El 17 de junio lo descubriremos.