El Baile de la Rosa 2025 ha vuelto a congregar a la aristocracia y a la élite monegasca en una de las noches más esperadas del año. Un evento que no solo deslumbra por su exclusividad y su causa benéfica —recaudar fondos para la Fundación Princesa Grace—, sino que se ha convertido en una auténtica pasarela de alta costura en la que cada detalle cuenta. La edición de este año, bajo la temática "Sunset", prometía un despliegue de sofisticación en tonos cálidos y atmósfera nostálgica. Sin embargo, si hubo un nombre que acaparó todas las miradas fue el de Alexandra de Hannover, que eclipsó con su impecable elección estilística incluso a su hermana Carlota Casiraghi, la eterna musa de Chanel.
Parte de la familia Grimaldi en el Baile de la Rosa 2025
Foto: Gtres
El vestido de Alexandra de Hannover de su diseñador favorito para triunfar en el Baile De la Rosa 2025
La benjamina de la familia Grimaldi ha demostrado, una vez más, que su evolución estilística es imparable. Para la gran noche, Alexandra apostó por un vestido digno de un cuento de hadas firmado por Giambattista Valli y no hacía falta ser un experto para saberlo, era un diseño muy Giambattista Valli. La pieza, en un delicado rosa empolvado, destacaba por su escote Bardot con mangas caídas, un cuerpo ajustado que realzaba su figura hasta bien entrada la cadera y una espectacular falda de gasa y tul con un volumen extraordinario.
El diseño de Giambattista Valli de Alexandra de Hannover durante el Baile De la Rosa de 2022
(Gtres)
Su otro Giambattista Valli en 2022
No era la primera vez que la princesa se decantaba por el diseñador italiano: en esta misma gala 2022 ya había dejado sin palabras con otro diseño de la maison, un vestido arquitectónico en rojo y blanco que jugaba con la disposición de los tules en espiral. Esta vez, su apuesta por la feminidad en su máxima expresión ha sido un acierto absoluto, recordando la esencia más pura de la alta costura.
En contraste, Carlota Casiraghi, siempre fiel a su rol de embajadora de Chanel, optó por un vestido de lamaison francesa que, si bien rebosaba elegancia, resultó menos impactante para una noche tan emblemática. Su diseño, con escote redondo, tirantes finos, cuerpo ajustado cuajado de pedrería y una doble falda en riguroso negro, evocaba la sobriedad y la atemporalidad que tanto caracterizan a la firma. Sin embargo, frente a la opulencia del vestido de Alexandra, el look de Carlota se percibió excesivamente discreto para la ocasión. Un vestido hermoso, sí, pero que quizás no terminaba de encajar con el espíritu vibrante y onírico del evento.
El vestido de Chanel de Carlota Casiraghi en el Baile De la Rosa 2025
(Gtres)
El vestido de Chanel de Carlota Casiraghi
Este giro en la balanza del estilo dentro de la familia Grimaldi marca un cambio de dinámica que no pasa desapercibido. Carlota, durante años, ha sido el rostro más icónico de la elegancia monegasca, gracias a su relación con Chanel y su innato sentido de la moda. No obstante, Alexandra está ganando terreno a pasos agigantados. Su inclinación por diseñadores de alta costura más atrevidos y su capacidad para llevar piezas de gran dramatismo con absoluta naturalidad han hecho que su nombre resuene cada vez con más fuerza en los círculos de la moda. Si antes Carlota era la referente indiscutible, hoy Alexandra le pisa los talones con una audacia que recuerda a la legendaria gracia de su abuela, Grace Kelly.
Más allá de los vestidos, el styling también jugó un papel fundamental. Alexandra complementó su look con un peinado de ondas suaves y un maquillaje discreto, potenciando su aire de princesa moderna. Carlota, en cambio, apostó por un recogido pulido y un beauty look más sobrio, reforzando esa imagen de sofisticación clásica que tanto la define. Dos estilos diferentes, dos visiones de la moda y un claro mensaje: la benjamina de los Grimaldi está dispuesta a reclamar su lugar en el Olimpo del estilo.
El Baile de la Rosa 2025 no solo dejó momentos memorables y una alfombra roja de ensueño, sino que nos brindó un duelo de estilo inesperado.
(Artículo en elaboración)