La Reina Máxima de los Países Bajos siempre sabe cómo crear a partir de su bien colmado vestidor un momento de estilo memorable, y en su última aparición en la inauguración de la Torre Dom en Utrecht ha habido, nunca mejor dicho, luces y sombras. En un acto que simbolizaba tanto el renacer de la famosa torre gótica de la ciudad como un logro en la preservación del patrimonio, Máxima llevó a la histórica plaza un total beige look que, cuando menos, merece y apetece analizar.

La restauración de la Torre Dom de Utrecht fue un proyecto colosal que llevó años y que anoche, tras la revisión de miles de piedras y la restauración de varios elementos arquitectónicos, llegó a su fin; merecía una celebración a la altura. En un entorno lleno de luces y música, y con la emblemática torre de fondo, la Reina Máxima y la alcaldesa Sharon Dijksma encendieron juntas el nuevo alumbrado del monumento. Además, esta velada mágica coincidió con el desfile de San Martín, una tradición que inyecta vida a la ciudad con sus esculturas luminosas y farolillos.

La nueva iluminación de la Torre Dom de Utrech y el look de Máxima de Holanda

La nueva iluminación de la Torre Dom de Utrech y el look de Máxima de Holanda

(Gtres)

El look monocolor de Máxima de Holanda para inaugurar la Torre Dom 

Para la ocasión, Máxima eligió un conjunto monocromático en tonos beige, su color insignia esta temporada, con el que se aseguró no pasar desapercibida. Fiel a su gusto por los looks 'todo al X'(el color de turno), la Reina combinó diferentes piezas en un estilismo impecable.

El top, en un suave tono arena y con un escote a la caja, fue la base de su atuendo. Este detalle del cuello cerrado aportaba una discreta elegancia que enmarca el rostro y añade un toque moderno al conjunto. Pero el verdadero protagonista de este top era el volumen exagerado de las mangas en lana XXL, una elección arriesgada que añadía textura al outfit. 

El look monocromático de Máxima de Holanda en la inauguración de la Torre Dom restaurada

El look monocromático de Máxima de Holanda en la inauguración de la Torre Dom restaurada

(Gtres)

Los pantalones palazzo de la Reina Máxima de Países Bajos

La Reina complementó el look con unos pantalones satinados que no pasaron desapercibidos. En un tono beige ligeramente más oscuro que el top, estos pantalones destacaban por su corte palazzo XXL, con una amplitud tal que casi parecía una falda con vuelo. Este detalle, un guiño a la sofisticación de épocas pasadas, acentuaba la silueta con una elegancia sutil que añadía un toque de movimiento y dinamismo a su figura. El palazzo XXL es una elección audaz que está muy al día en lo que a tendencias se refiere, pero puede ser complejo de llevar. No obstante, Máxima consiguió hacerlo suyo con gracia y naturalidad. Sin embargo, la fluidez y el volumen de los pantalones se sumaba al de las mangas del top y se desmarcaba así de definir su silueta. 

El abrigo capa sin solapas de Máxima de Holanda

El abrigo capa sin solapas de Máxima de Holanda

(Gtres)

Uno de los elementos más de moda del look fue, sin duda, el abrigo sin solapas, una elección que dejó claro su impecable sentido del estilo. Este abrigo, diseñado en una línea limpia y minimalista, le daba estructura al estilismo y contrastaba con la suavidad de los pantalones palazzo. La Reina optó por la versión sin solapas, una tendencia que ha vuelto con fuerza esta temporada, dejando de lado el otro extremo que también triunfa: las solapas XXL. En este caso, el abrigo sin solapas realzaba el cuello a la caja del top, creando una línea continua que guiaba la vista hacia arriba, al rostro de Máxima.

Además, el abrigo no contaba con mangas tradicionales, sino con dos aberturas a modo de capa, un detalle que le daba un aire etéreo y distinguido. A través de estas aberturas asomaban las voluminosas mangas del top, en una combinación de texturas y cortes que resultaba original. Máxima, con esta capa-abrigo, consiguió equilibrar el estilo clásico y moderno en una sola prenda.

 

El look de Máxima deslucido por los accesorios 

Sin embargo, el look no fue perfecto. Aunque la Reina logró una silueta y una combinación de prendas casi impecable, en la elección de los accesorios se quedó a medio gas. Máxima y algunas otras royals suelen tener la costumbre de elegir un solo color para todo el conjunto, creando looks monocromáticos que, en lugar de triunfar, pueden resultar algo planos o incluso algo anticuados. Y esto fue, precisamente, lo que ocurrió en esta ocasión.

Para poner el broche de oro a su elegante conjunto beige, Máxima eligió unos accesorios que se fundían con el mismo tono de su atuendo, haciendo que el look perdiera algo de frescura. Las botas de punta roma, el bolso de mano y los guantes, todos en un tono idéntico al del abrigo, no lograron aportar ese “statement” que una esperaría de alguien con su experiencia en moda. 

Máxima de Holanda enciende el alumbrado de la Torre Dom tras su restauración

Máxima de Holanda enciende el alumbrado de la Torre Dom tras su restauración

(Gtres)

Un cinturón, unos zapatos o un bolso en un color diferente habrían elevado el conjunto. Es cierto que si optas por un total look corres el riesgo de conseguir un outfit demasiado “viejuno”, pero se puede evitar jugando un poco con los accesorios y con prendas que incluyan algún estampado, aunque sea diminuto; algún tono diferente o una textura original. Para alguien como Máxima, que tiene una fuerte presencia y que ha demostrado en otras ocasiones su osadía para mezclar estilos, esta elección tan plana en los accesorios resultó un tanto inesperada.