Las alergias están a la orden del día y cada vez hay más casos de intolerancias, reacciones e hipersensibilidad. ¿Qué es lo que le ocurre a Tamara Falcó? Ella misma ha declarado que sufre una afección muy poco habitual que incluso a su familia le costaba creer porque parece ser que la marquesa de Griñón tiene alergia al deporte. ¿Es posible que esto ocurra? Hablamos con un experto en salud de la piel para resolver todas las dudas acerca de esta enfermedad tan inusual.
La rara afección de Tamara Falcó
La marquesa de Griñón ha declarado en televisión el problema de salud que tiene y que no le permite entrenar ni hacer ejercicio. “Cuando lo practico, me dan picores”, explicaba Tamara. “Me encanta hacer deporte pero no puedo, me pica. Es por la histamina”.
Tamara desvelada con estas declaraciones la razón por la que no hace ejercicio físico. También confesó que no se encuentra cómoda en climas tropicales y que no le sientan bien los baños con agua muy caliente, las comidas picantes o el estrés. ¿Qué tipo de afección padece Tamara Falcó? Este tipo de reacciones se denominan urticaria colinérgica.
¿En que consiste la alergia al sudor y que síntomas tiene? El farmacéutico Jerónimo Ors, especialista en salud y cuidado de la piel y director de la firma de cosmética botánica Cosméticos Paquita Ors, explica a SEMANA que “las personas atópicas, que han nacido con una piel especialmente sensible y reactiva, presentan todo tipo de alergias y reacciones, algunas un poco misteriosas, como puede ser la alergia al propio sudor”.
La alergia al sudor empeora por el estrés
¿Cómo se manifiesta esa enfermedad? “Se manifiesta en las zonas donde hay más glándulas sudoríparas y por tanto aparece más sudor, como pueden ser la ingle, las axilas y el cuello. Aparecen granitos, piel irritada y macerada y en general una sensación molesta y de picor que empeora con el ejercicio intenso o los climas más húmedos. El estrés está siempre presente empeorando el cuadro”, afirma el experto.
Esta alergia muchas veces aparece en la infancia y supone una incomodidad para quien la sufre. El farmacéutico señala que “en la mayoría de los casos se manifiesta desde la niñez con la aparición de granitos y rojeces, en las zonas que hemos mencionado y también en los pliegues donde en verano se macera la piel húmeda”.
“El picor, la rojez o la tendencia a pequeñas infecciones con el rascado son características y aparecen al sudar. El mecanismo se pone en marcha por las emociones, el ejercicio intenso o simplemente el aumento de la temperatura ambiente”, advierte Ors.
Una afección que puede debilitar mucho la piel
Sudar es un proceso natural que pone en marcha el cuerpo para autoregular la temperatura y eliminar toxinas. ¿Por qué esta función corporal puede desencadenar una respuesta desproporcionada de nuestro sistema inmune provocando una alergia? “Hay una definición que a mí me gusta mucho y que dice que “la salud es el silencio de los órganos”. Si estamos sanos no nos enteramos de que tenemos hígado, pulmones o piel. Cuando estos órganos empiezan a manifestarse y a quejarse es que vamos por el mal camino”, apunta el farmacéutico.
Sudar es un mecanismo saludable del cuerpo humano. Sudamos para mantener constante la temperatura y eliminar toxinas. El problema es cuando de alguna manera nos volvemos alérgicos a nosotros mismos y esta reacción produce una inflamación y sus correspondientes consecuencias como picor, granitos o bajas defensas; todo lo cual debilita la piel.
¿Qué factores podrían hacer que se desencadenara un brote de este tipo de urticaria? Ors argumenta que hay muchos desencadenantes como pueden ser el estrés, el exceso de jabón o gel que seca e irrita la piel, determinados alimentos ricos en histamina como pueden ser los frutos secos, picantes o aguacates por citar algunos. Cuanta más histamina tengamos, más nos picara la piel.
Consejos para mantener la piel sana si existe alergia al sudor
Si tenemos un problema puntual o ya instalado de alergia al sudor y a la temperatura elevada de nuestro cuerpo, el experto nos da unas pautas para mejorar esta condición y mantener la piel sana y libre de picores:
- Procurar que la ropa que esté en contacto con nuestra piel sea de algodón o fibras naturales, para evitar la irritación de los tejidos sintéticos y también de la lana.
- Evitar el uso de colonias o perfumes que puedan empeorar la reactividad de la piel.
- Realizar duchas cortas, con agua no muy caliente y secándose bien. En las zonas irritadas limitar los geles o jabones al mínimo.
- Evitar los alimentos que liberan histamina como el chocolate, los mariscos, los embutidos con especias, los frutos secos y quesos muy curados, así como plátanos, fresas y kiwis.
- Elegir cuidadosamente los desodorantes. Son mejores los que incorporan sales de plata, en vez de aluminio y los que como antiséptico llevan aceites naturales y no productos químicos.
Además, hoy en día contamos con numerosos productos para ayudar a la piel atópica a mantenerse estable. Materias como el extracto de narciso o el de palma regulan el biorritmo de la piel acelerada. Por otro lado, plantas calmantes como la mimosa, la caléndula, la calaguala o la verdolaga, tranquilizan la epidermis bloqueando los picores.