¿Cuántas veces empeoramos las cosas por precipitarnos o por dejarnos llevar por el pánico? Esta es la pregunta que lanza Allan Percy en su libro “El libro de la toalla” (Ed. Destino), donde recopila en 99 capítulos historias, anécdotas y técnicas de relajación para llevar a cabo en las ansiadas vacaciones. En él recoge el autor un relato realmente motivador que muestra cómo mantener la calma puede llegar incluso a salvarte la vida.

Allan Percy

Ediciones Destino

Una taza de té como punto de inflexión

Según Allan Percy, reconocido escritor, conferenciante y referente mundial en crecimiento personal, no se conoce la autoría del relato pero se cree que la historia puede proceder de un profesor de universidad británico que había luchado contra los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial en Birmania.

Esta historia la contaba este profesor a cada promoción de alumnos que iba teniendo a lo largo de los años, como una lección de vida y una herramienta que podría serles útil en el futuro (y en su presente). En el relato explicaba el docente que se encontraba su batallón en la jungla y rodeados por el enemigo, los japoneses. Los jóvenes británicos no tenían ninguna posibilidad de salir vivo de aquellas circunstancias adversas.

Estaban rodeados, los japoneses les superaban en número, tenían más y mejores armas… era una situación realmente crítica y los soldados ingleses estaban desesperados, muertos de miedo y temblando esperando las indicaciones de su capitán sobre cómo proceder. Para su sorpresa, el capitán miró su reloj y, haciendo gala de la flema británica que tanto les caracteriza, les dijo: “Caballeros, son las cinco de la tarde. Es hora de tomar el té”.

Calma

Gtres

Ante el estupor general, el cocinero del batallón se dispuso a preparar el que se pensaba el último té para el grupo inglés que estaba en las puertas de la muerte esperando la batalla. Aceptando que iban a acribillarles sin remedio, se sentaron resignados y tomaron su taza de té que realmente les supo a gloria pensando que iba a ser la última que degustarían en su vida.

La calma, herramienta ante la adversidad

Mientras los soldados británicos tomaban la que pensaba sería su última taza de té, un explorador del ejército enemigo fue a sondear el terreno para llevar noticias al batallón japonés. La escena que se encontró al acercarse al grupo fue del todo inesperada y fue a dar parte a sus superiores enseguida.

El general japonés que se encontraba al mando sospechó enseguida de la tranquilidad que tenían los ingleses que incluso estaban serenamente tomando una taza de té así que pensó que estaban en calma porque se sentían fuera de peligro y que seguro que les habían tendido una trampa. ¿Podían haber enterrado a su alrededor bombas o minas para hacerlas explotar cuando se acercaran?

El ejercito japonés se reagrupó en la selva para tomar decisiones al creerse en peligro y no saber qué paso dar a continuación. Este movimiento fue detectado por el explorados británico que corrió a contarle a los suyos que en ese momento no estaban rodeados y los ingleses corrieron a escapar porque ya tenían una salida y la posibilidad de librarse de una muerte segura. Aquella infusión les había salvado la vida.

Calma y serenidad

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La moraleja de la historia: la calma es la mejor arma

La historia nos ofrece una enseñanza clara, mantener la calma ante una circunstancia adversa es clave para poder enfrentar la situación. Muchas veces podemos empeorar las cosas al precipitarnos o si entramos en pánico.

Allan Percy señala en su libro que “siguiendo el ejemplo del capitán que luego sería profesor universitario, cuando te asalte la angustia o te sientas desbordado haz lo contrario de lo que te pide el cuerpo. Entrégate a la calma”.

Mantener la calma en momentos difíciles es una habilidad valiosa que puede tener un impacto significativo en el resultado de una situación adversa. La calma permite pensar con claridad, tomar decisiones informadas y actuar de manera efectiva. Al tener tranquilidad, es más probable que uno pueda evaluar la situación de manera objetiva y encontrar soluciones creativas a los problemas.

Serenidad

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Además, la calma tiene beneficios psicológicos y físicos. Reducir el estrés y la ansiedad puede mejorar la salud mental y prevenir enfermedades relacionadas con el exceso de cortisol. En el plano físico, la calma puede disminuir la presión arterial y mejorar la función cardíaca. Por lo tanto, aprender a mantener la calma no solo es útil para manejar situaciones difíciles, sino que también contribuye a tener un estilo de vida más saludable y equilibrado.

Como recomienda Percy, ante una situación crítica “Haz como los soldados de Birmania, toma unos sorbos de serenidad. Si hace calor, refréscate con una taza de té helado. Cuando la hayas apurado, todo se verá distinto”. Habrá que probarlo.