El ser humano, viva en la zona del planeta que viva, está en una búsqueda constante del bienestar y la paz interior. Esta búsqueda de la felicidad nos lleva a crear pequeños oasis de descanso y serenidad que nos ayuden a recargar pilar. Los japoneses tienen una curiosa forma de encontrar un paréntesis en su jornada para poder reconectar, elevar su energía y mantener unos niveles de bienestar más elevados.

El misterio de los coches de alquiler en Japón

El libro del divulgador y experto en crecimiento personal, Allan Percy, "El libro de la toalla" (Ed. Destino) recoge algunos relatos inspiradores de los que podemos extraer enseñanzas, motivaciones y hacernos reflexionar. Uno de ellos apunta a otro libro”Time mindfulness” de la economista Cristina Benito. En este libro, la autora menciona un extraño fenómeno que detectó una compañía de renting japonesa.

La empresa de alquiler de vehículos se dio cuenta de que había usuarios que devolvían el coche sin apenas kilometraje rodado, nada más que algunos cientos de metros. Esto sucedía en alquileres de poco tiempo, alquileres de media hora que tenían un precio al cambio de poco más de 3€.

Niksen

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Decidieron investigar y, según Benito, descubrieron que este tipo de clientes alquilaban el coche únicamente para echarse una siesta en su interior, para comerse con calma su almuerzo o, incluso, para hacer una sesión individual de karaoke en él. Los clientes no deseaban ir a ningún sitio, solo querían descansar, recargar energía o disfrutar de la soledad, una parada en la jornada muy necesaria dentro de la habitual vorágine de las ciudades.

Niksen: los beneficios de no hacer nada

En Holanda tienen una palabra que define “no hacer nada” de una forma consciente y elegida y esa palabra es Niksen. Respirar, estar presentes, darle un descanso a la mente y al cuerpo, dedicarle un tiempo a una actividad que te agrade y te haga feliz, ver pasar las nubes… en definitiva: parar. Niksen nos da la oportunidad de recargar pilas y despejar la mente, aclarar ideas y tomar mejores decisiones.

En un mundo donde la productividad y el multitareas son valorados, Niksen nos recuerda la importancia de simplemente estar presentes en el momento. Es el arte de desconectar y permitir que la mente descanse sin la presión de realizar una tarea específica. Al practicar Niksen, se invita a uno mismo a disfrutar del silencio y la inactividad, lo que puede ser tan revitalizante como cualquier actividad intencionada.

La belleza de Niksen radica en su simplicidad. No requiere herramientas o técnicas complejas, solo necesitas tiempo y voluntad para dejar de lado las distracciones, al igual que lo hacen los japoneses con su ingeniosa manera de encontrar un oasis de calma en mitad del día alquilando un coche. Puede ser sentarse en una silla y observar las nubes pasar, o simplemente cerrar los ojos y respirar profundamente. Realmente no siempre necesitamos estar en movimiento para sentirnos bien.

Niksen

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Adoptar Niksen en la vida diaria puede tener beneficios significativos para la salud mental y emocional. Permite que la mente se despeje y ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Además, puede mejorar la creatividad y productividad al regresar a nuestras tareas cotidianas con una perspectiva fresca y renovada. Es más que una tendencia, es un recordatorio valioso de que a veces, lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos es simplemente no hacer nada.

La inactividad como catalizador de bienestar

Según Sandi Mann, psicóloga de la Universidad Central de Lancashire en Reino Unido, la inactividad “nos vuelve literalmente más creativos, mejores para solucionar problemas, más capaces de tener ideas creativas. Deja que la mente busque sus propios estímulos, es ahí donde empezamos a soñar despiertos y la mente comienza a vagar, y es en ese punto cuando hay más probabilidades de que nos llegue la creatividad”.

Advierte Cristina Benito que cuando estamos atareados atendiendo a mil cosas nuestra energía mental se agota y en ese momento abrazar el Niksen puede ser una buenísima idea ya que es capaz de obrar verdaderos milagros.

Calma

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Mucha gente se siente culpable al no hacer nada, como si estuviera perdiendo el tiempo si no ocupa todo su día a muchas tareas, ese modo de vivir puede llegar a sobrecargar y provocar estrés, ansiedad y malestar. Permitirnos esas pausas es fundamental para aumentar la energía y el bienestar, aportando calma, paz y serenidad a tu vida.

Parar no es fácil cuando seguimos una dinámica de multitasking, sin embargo es algo que se puede entrenar. Al principio puede costar pero a base de hacer pausas se acabará convirtiendo en un hábito. No pienses que estás perdiendo el tiempo o que no estás haciendo nada “útil” en esos momentos de pausa ya que esos momentos van a ayudarte a recargar pilar, volver a tus tareas con mejor talante y con más creatividad y motivación.

Busca tus momentos de paz al igual que muchos japoneses lo hacen alquilando coches para ofrecerse ese espacio de serenidad y descanso. Renovarás energías y darás descanso al cuerpo y a la mente.